Criterio.hn/ 17 mayo, 2016 | Por: Olivia Marcela Zúnica Cáceres
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En
el marco de la Peregrinación en defensa del río Gualcarque convocada y
realizada por la Parroquia de San Francisco de Opalaca, por el Consejo
de Ancianos de la Auxiliaría de la Vara Alta, la Coordinadora Indígena
del Poder Popular de Honduras CInPH, la Red de Jóvenes Morazanistas de
Occidente y la Articulación Popular Hondureña Bertha Cáceres Regional de
Intibucá, denunciamos la inclemente violencia de los grupos
paramilitares de la Empresa Desarrollos Energéticos S. A. (DESA) contra
el pueblo lenca que se moviliza en la defensa de los territorios y del
sagrado río Gualcarque.
Así se vivió la manifestación realizada en el río Gualcarque.
Los
días 15 y 16 de mayo diferentes comunidades del municipio de San
Francisco de Opalaca junto a personas de La Esperanza, Intibucá, quienes
son miembros y miembras de diferentes organizaciones como la RJMO, la
APH Berta Cáceres y la CInPH, peregrinaron desde diferentes puntos de
Intibucá y de Santa Bárbara para encontrarse en la comunidad de Agua
Sucia, donde llegaron 600 personas después de un día entero de camino
por las montañas tupidas de Opalaca.
De
Agua Sucia partiríamos todos y todas a la comunidad de Chorrera Áspera
donde pensábamos acampar en el campo de fútbol de dicha comunidad y por
la mañana movilizarnos hasta el río Gualcarque donde se haría un acto
espiritual y cultural en honor a Bertha Cáceres y en defensa del río
Gualcarque, amenazado por la construcción de una represa hidroeléctrica
que pretende construir la empresa DESA y que afectará a todas las
comunidades del pueblo lenca que dependen de ese río tanto del
departamento de Intibucá como de Santa Bárbara. Después de llegar al río
tod@s regresaríamos a nuestras comunidades.
Como era tanta gente, las comunidades y organizaciones aportaron maíz, frijoles, tecucos, nacatamales, café y pan, era indispensable también la planta eléctrica, la comisión de logística se encargó de movilizar todo esto y además los utensilios sagrados para hacer la eucaristía en el vehículo de la patrulla policial hasta el lugar donde acamparíamos en Chorrera Áspera para ir avanzando en la preparación de los alimentos mientras el pueblo se preparaba para iniciar otro largo peregrinaje desde Agua Sucia hasta el lugar donde pasaríamos la noche, para su sorpresa al llegar se encontraron con un grupo de paramilitares encapuchados y armados hasta los dientes con armas de fuego, piedras, palos y hondas, quienes se preparaban para emboscarnos por la noche mientras acampábamos, éstos al ver llegar a la comisión de logística acompañada de 2 policías de inmediato comenzaron a agredirlos, a amenazarlos de muerte y a hacer pedazos con machetes los costales de víveres y se robaron los utensilios sagrados para hacer la eucaristía, la comisión de logística se encerró dentro de la patrulla mientras ellos intentaban lincharlos y regresaron a toda prisa para avisarnos lo que nos esperaba.
En
ese momento nosotros recibíamos la llamada de auxilio de un grupo de
personas provenientes de La Esperanza que se movilizaban en vehículo por
el sector de San Francisco de Ojuera, Santa Bárbara, informaban que
otro grupo de paramiliatres encapuchados y armados hasta los dientes
pretendía asesinarlos, este grupo de personas fue emboscado en el camino
por varios grupos pequeños de paramilitares que apostaron piedras en la
carretera, después de destrozar el vehículo en el que se transportaban
los golpearon con palos y piedras, les dispararon con armas de fuego y
casi los machetean.
A
todo esto ninguna patrulla policial se hacía presente para detener la
violencia contra nuestro pueblo ya estando sabidos de que varios grupos
de sicarios pretendían interceptarnos por varios puntos. Afortunadamente
nuestros compañeros pudieron huir y salir con vida a pesar de que
salieron heridos y golpeados y con el vehículo hecho pedazos.
Luego
nos informaba un grupo de personas valientes de la zona norte del país
que se encaminaban a acompañar nuestro peregrinaje que estaban en el
desvío de la comunidad de San Francisco de Ojuera y que habían
presenciado como 15 patrullas policiales a fines al alcalde y la empresa
DESA se dirigían al río Gualcarque para no dejarnos pasar, como ya
sabíamos que varios grupos paramilitares se preparaban para emboscarnos
les pedimos que se fueran de ese lugar inmediatamente y que regresaran a
sus lugares ya que su vida estaba en peligro.
Denunciamos
que la empresa de TIGO y CLARO quitaron los 2 días la red de telefonía
móvil en toda la zona de San Francisco de Opalaca, lugares en los que
dicen los pobladores que siempre hay señal por primera vez no tenían
señal, caminamos un largo trayecto a una loma para poder hacer la
denuncia en los medios de comunicación.
Para
evitar un baño de sangre ocasionado por el paramilitarismo de DESA
contra nuestro pueblo decidimos pasar la noche en la comunidad de Agua
Sucia, allí se celebró la misa y se realizó un acto cultural con música,
danza y ceremonias indígenas, y a pesar de que estábamos sin alimentos
todos estábamos celebrando con mucho fervor la misa y las ceremonias
mayas en honor a Bertha Cáceres, en eso estábamos cuando la comisión de
seguridad detectó a varios infiltrados del lado de Santa Bárbara
específicamente de San Francisco de Ojuera, entre ellos un sicario de
DESA que se llama Olvin Mejía García, que tiene antecedentes de
asesinato, que ha amenazado de muerte a mucha gente opositora a la
represa y que sutilmente amenazó al padre Efraín Romero.
Después
de las amenazas contra los párrocos, el Padre Corea celebró una misa en
el río Gualcarque el pasado 15 de abril, al salir de allí se dirigió en
su vehículo a dar misa a otro lugar de la zona y fue interceptado por
un grupo de paramilitares que dispararon contra él, afortunadamente
sobrevivió al atentado.
Los presentes aseguraron que continuarán su lucha por la defensa de los bienes comunes.
Los
paramilitares de DESA pretendieron emboscarnos también en la comunidad
indígena de Agua Sucia que es muy consiente sobre los daños de una
represa, pertenece al departamento de Intibucá. Bloquearon con grandes
piedras y palos todas las salidas por carreteras y no pasó a más porque
la comunidad rápidamente reaccionó para detenerlos sin usar la
violencia. En la noche se acordó que la ruta se cambiaría y que
entraríamos por otro lado que también llegaba al río Gualcarque para
evadir a los sicarios que pretendían hacer una masacre.
El
lunes 16 de mayo madrugamos para iniciar nuevamente el camino hacia el
río Gualcarque por la nueva ruta, ya en camino nuevamente nos informaron
que el mismo grupo de paramilitares nos esperaba en el lugar a donde
nos dirigíamos por lo que nuevamente cambiamos de ruta y entre cantos,
guancascos y cohetes seguimos nuestro camino, tocando la caramba, el
tambor y las guitarras, acompañados del espíritu del corazón del cielo y
de la tierra, los ancestros y el espíritu de Berta. Así logramos evadir
a los paramilitares que estaban alcoholizados, drogados y con toda la
intención de hacer una masacre.
Satisfechos
de haber vencido a las fuerzas del mal con una lucha pacífica de no
violencia pudimos realizar la actividad con éxito y regresamos a
nuestros lugares sanos y salvos pero lamentando los daños físicos,
materiales y emocionales que sufrieron nuestros compañeros del otro lado
del río.
Después
de esta actividad de defensa territorial carros sin placas doble cabina
con hombres encapuchados y armados intimidan a la población en algunos
sectores de Santa Bárbara.
Es
urgente entonces compañeros y compañeras la denuncia permanente, el
acompañamiento de los defensores y defensoras de Derechos Humanos, la
solidaridad militante y activa, la documentación de todas las agresiones
y atentados y la difusión de las luchas que se desarrollan en los
territorios que están siendo despojados y saqueados.
http://criterio.hn/la-resistencia-no-violenta-vence-los-violentos-enemigos-del-pueblo/
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