Escrito por Giorgio Truchi | Marzo 3 del 2016 Secciones: Pueblos Indigenas
Tegucigalpa, Honduras (Conexihon).-
“Durante toda mi vida he estado consciente de lo que puede pasar
estando en esta lucha, como también estoy consciente de que nos estamos
enfrentando a un poder oligarca, banquero, financiero y transnacional,
así como al mismo Estado de Honduras y a sus cuerpos represivos, que
históricamente se han plegado a los intereses de las grandes empresas
transnacionales. ¡No me doblegarán!” (Berta Cáceres, junio de 2013).
Ni
me acuerdo cuántas veces entrevisté a Berta Cáceres, a Bertita como le
decíamos. Y no es fácil resumir toda una vida de lucha, de compromiso
indoblegable, en una nota.
Mucho
menos a pocas horas de haber sido embestido por una avalancha de
mensajes, llamadas, comunicados de prensa, que me avisaban que Bertha ya
no estaba físicamente con nosotros; que a Bertha la habían asesinado
cobardemente en la madrugada de este 3 de marzo mientras descansaba en
su cama tras la inauguración del Foro sobre energías alternativas desde
la visión indígena.
De
ella podríamos recordar que era coordinadora y militante histórica del
Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras
(Copinh) y que ha defendido, hasta las últimas consecuencias, los
derechos ancestrales del pueblo originario Lenca ante las embestidas de
un modelo patriarcal, explotador y acaparador de recursos naturales.
Por
esta lucha ha sido repetidamente amenazada, perseguida, enjuiciada,
encarcelada, reprimida. No me queda la menor duda de que por esta lucha
ha sido asesinada, de que se trata de un crimen fuertemente y
profundamente político.
La
lucha indomable en la zona de Río Blanco contra el proyecto
hidroeléctrico Agua Zarca, impulsado por la empresa de capital hondureño
Desarrollos Energéticos S.A. de C.V. (DESA) y financiado por
instituciones financieras europeas y empresas constructoras de capital
chino, corrió el mundo.
Por
esta misma lucha, el 20 de abril pasado, Bertha recibió el Premio
Ambiental Goldman 2015, el mayor galardón en el mundo para activistas de
base en pro del medioambiente. Lo dedicó al pueblo Lenca, al Copinh, a
su valentía y resistencia histórica.
En
aquella ocasión me dijo, un tanto emocionada, que tanto el pueblo Lenca
como los demás pueblos originarios de Honduras “nos enfrentamos a un
proyecto hegemónico impulsado por el gran capital nacional y
transnacional, que tiene sus intereses puestos en el sector energético,
la minería y la agroindustria. Todo eso implica la privatización de
territorios y fuentes de agua, y constituye una amenaza muy grave”.
Aún
más serias sus palabras cuando le pregunté si ese premio podía ser un
elemento disuasivo para los responsables de tanta violencia en Honduras.
“El
gobierno trata ahora de vincular los asesinatos de defensores
ambientales y de la tierra con la violencia común, pero hay suficientes
elementos para demostrar que existe una política dirigida, planificada,
estructurada y financiada para la criminalización de la lucha de todos
los movimientos sociales y populares”, me contestó Bertha.
“La
instalación y expansión de proyectos transnacionales en los territorios
no sólo genera conflictividad, sino múltiples formas de violación de
los derechos humanos, incluso asesinatos. Ojalá me equivoque, pero creo
que en lugar de disminuir, la persecución contra las y los luchadores va
a recrudecer”, agregó.
Y no se equivocaba.
En los últimos meses había arreciado en Río Blanco la campaña mediática contra Bertha y el Copinh.
La
organización indígena había denunciado la criminalización de la lucha,
así como la presencia de grupos de choque vinculados al partido de
gobierno y ataques indiscriminados, tanto verbales como físicos, a sus
militantes.
Asesinato político
Maniobras para hacerlo pasar por crimen común
“Es
un crimen político. Bertha era una cipota linda, luchadora,
valiosísima. Estuve con ella, con el Copinh y la Rel-UITA en Río Blanco,
donde el pueblo Lenca estaba defendiendo el río Gualcarque de las
amenazas del proyecto hidroeléctrico. Fue una luchadora en favor de la
vida, de las mujeres, de la naturaleza”, dijo visiblemente conmocionado
el reconocido dirigente sindical Carlos H. Reyes.
“Es
una noticia impactante. Estamos, indignados consternados. Condenamos
con fuerza este asesinato político, que se comete en el marco de un
régimen que sigue militarizando al país y que defiende los intereses de
unas cuantas transnacionales que se están apoderando de Honduras“,
indicó el también presidente del Sindicato de Trabajadores de la
Industria de la Bebida y Similares (STIBYS).
¿Y
cómo no estar enojados? ¿Cómo no buscar, entre lágrimas, recuerdos,
risas y abrazos, la fuerza de seguir adelante, de gritar con un fuerza
un BASTA YA a tanto horror en Honduras?
Este
3 de marzo, el Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en
Honduras (Cofadeh) emitió un comunicado en el cual insta a los bancos
internacionales, a las financieras multilaterales y a los gobiernos a
“cesar su apoyo a esa alianza perversa del sistema económico
transnacional, las fuerzas militares, policiales y sicarios locales que
asesinan a las y los defensores de los bienes de la naturaleza que
pertenecen a los pueblos originarios”.
“Durante
toda mi vida he estado consciente de lo que puede pasar estando en esta
lucha, pero no me van a doblegar”. Estas palabras me las dijo a pocas
horas de uno de los tantos juicios, en el marco de una campaña de
criminalización sistemática de la cual Berta Cáceres y el Copinh fueron
víctimas.
Pueden
ahora decir que fue un asesinato por robo o inventarse cualquier
estúpido móvil. Pero sabemos la verdad, el pueblo hondureño sabe la
verdad, el mundo entero sabe qué pasó la madrugada de este 3 de marzo,
cuando con su sangre Bertha regó la tierra sagrada de Intibucá y sembró
otra semilla de libertad.
Desde
la UITA condenamos este crimen político y vamos a seguir acompañando al
valiente pueblo de Honduras, al Copinh, al indomable pueblo Lenca, que
de esta tragedia seguramente sabrán encontrar la fuerza para continuar
esta lucha.
¡Hasta siempre Bertita, que la tierra te sea leve!.
http://conexihon.hn/site/noticia/derechos-humanos/pueblos-indigenas/berta-c%C3%A1ceres-un-alma-indomable
No hay comentarios :
Publicar un comentario