Un tribunal de Guatemala dictó condenas de 120 y 240 años de prisión (360 años en conjunto) a un teniente coronel retirado y a un ex paramilitar, respectivamente, por los delitos de lesa humanidad, desaparición forzada y asesinato de un grupo de mujeres indígenas, durante el conflicto armado interno que vivió el país centroamericano.
La jueza Jazmin Barrios, del Tribunal “A” de Mayor Riesgo, dio lectura a la sentencia, al entender que tanto el teniente coronel retirado Esteelmer Francisco Reyes Girón y el ex comisionado (colaborador civil) del ejército Heriberto Valdez Asij, hicieron con sus actos “un daño irreparable” a “toda una población”.
Reyes y Valdez fueron juzgados por someter a esclavitud sexual a 15 mujeres de la etnia maya q’eqchi’ y fueron acusados de los delitos de asesinato, desaparición forzada y de lesa humanidad (deberes contra la humanidad según la calificación legal guatemalteca).
Conclusiones
Extractos de las conclusiones que presentó Ada Valenzuela en la audiencia previa a que se dictara la sentencia. La pueden ver íntegra en el Facebook Jucio Sepur Zarco / Alianza Rompiendo el Silencio
Hoy estamos en una cita con la historia, con la memoria, en una cita con la verdad, con la lucha por la vida y para alcanzar justicia.
Esta es una cita con los antepasados que dieron su vida, con las miles de mujeres que sufrieron violencia sexual durante el Conflicto Armado Interno en muchas partes del país y con las miles de niñas y mujeres que continúan sufriendo violencia sexual en la actualidad, es una cita con la posibilidad de ver materializada la tan anhelada justicia luego de más de 30 años de silencio prologando.
Hoy estamos ante un hecho histórico, que sienta precedentes para Guatemala y el mundo. Las mujeres hablaron, las mujeres han sido escuchadas, cada voz tejida con los testimonios de otras personas, y de algunos testigos de la defensa, corroboran el enorme dolor que vivieron las mujeres y sus comunidades durante la guerra en Guatemala.
El caminar ha sido complicado, cada paso ha significado los más grandes esfuerzos, para hablar de los que nos ha pasado, para darnos cuenta que la violencia no es culpa de las mujeres, que hay responsables y que deben pagar porque la Violencia NO es natural, porque la violencia contra las mujeres es un crimen que debe ser juzgado aunque hayan pasado 30 años.
Ninguna mujer, en ninguna parte del mundo debe ser sometida a ningún tipo de esclavitud. Ni la esclavitud doméstica, ni la esclavitud sexual deben ser toleradas por la sociedad. Ninguna niña debería pasar por la violencia sexual.
Aun con un nudo en la garganta, luego de años de acompañamiento y de voces alzadas por la verdad y la justicia, ese nudo sigue ahí, sigue traspasando nuestras gargantas y corazones, sigue apretándonos el pecho, aún nos falta mucho que gritar, quitarnos los prejuicios y estereotipos de encima, alzar la voz por quienes no han tenido voz, ser como lo escribió la Poeta Alaíde Foppa “Quisiera ser siquiera… una voz clara -no pesado silencio- alguna vez escuchada”.
Nada podrá detener la lucha por la vida, las mujeres sobrevivieron para contar la historia, los cuerpos que emergieron de las entrañas de la tierra, durante las exhumaciones, nos cuentan con detalle el dolor y sufrimiento vivido, pero nada ha podido frenar la posibilidad de emerger entre la muerte y mostrar como la vida puede renovarse en el marco la lucha diaria por la justicia. Porque como dijo el poeta Otto René Castillo, “Nada podrá contra la vida, porque nada pudo jamás contra la vida”.
Sabemos que este es un primer paso, que hay un camino largo que seguir recorriendo, sobre todo con lo que consideramos fundamental que es atender la demanda histórica sobre la tierra para las mujeres y el pueblo q’eqchi’. (fb Jucio Sepur Zarco / Alianza Rompiendo el Silencio)
http://www.defensoresenlinea.com/cms/index.php?option=com_content&view=article&id=3930:condenan-a-dos-ex-militares-de-guatemala-a-360-anos-de-prision&catid=67:monitoreo&Itemid=192
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Guatemala: La
Justicia para las
sobrevivientes de Sepur Zarco llegó
Equipo de Comunicación
MTM
El tribunal de
Mayor Riesgo A dictó 120 años
de prisión inconmutables para el coronel Esteelmer Francisco
Reyes Girón y 240
años de prisión para el comisionado militar Heriberto Valdéz
Asig, acusados de delitos
de deberes contra la humanidad, violencia sexual, esclavitud
sexual y doméstica
en contra de 11 mujeres q´eqchis, asesinato de tres mujeres
madres y sus dos
hijas y de la desaparición forzada de siete hombres (esposos de
las mujeres sobrevivientes).
Los juzgadores
establecieron que Heriberto
Valdez Asig es responsable del delito de desaparición forzada de
los señores
Antonio Sub Coc, Manuel Cac, Santiago Cac Bá, Pedro Cac Bá,
Abelardo Coc,
Heriberto Choc y Juan Choc pues participó en su detención en
forma violenta y
dichas personas nunca volvieron a aparecer encuadrando su
conducta en el delito
de desaparición forzada, por lo que se le impuso la pena de 30
años de prisión
por cada una de las desapariciones forzadas haciendo un total de
210 años de
prisión inconmutables.
Esteelmer
Francisco Reyes Girón es
responsable como autoridad del delito de asesinato cometido en
contra de
Dominga Coc y sus dos hijas, las niñas Anita y Hermelinda Coc
Set, por lo que
se le impuso la pena de 30 años de prisión por cada asesinato es
decir 90 años
de prisión inconmutables.
Tanto a Reyes
Girón como a Valdez Asig, el
tribunal los señaló de responsables como autoridades de delitos
contra los
deberes de la humanidad cometidos en contra de la vida y la
integridad de la
población de Sepur Zarco, especialmente de las señoras Rosa
Tiul, Candelaria
Maaz, María Bá Caal, Manuela Bá, Felisa Cuc, Vicenta Col Pop,
Margarita Chub
Choc, Cecilia Caal, Magdalena Pop, Carmen Xol Ical, Demesia Yat,
Dominga Coc. Y
sus hijas Anita Set Coc y Hermelinda Coc. Por tal delito se le
impuso a cada
acusado la pena de 30 años de prisión inconmutables.
Los juzgadores
expresaron que creen
firmemente que reconocer la verdad ayuda a sanar las heridas del
pasado y la
aplicación de la justica es un derecho que asiste a las
víctimas. Haciendo
conciencia que el tipo de hechos no debe volver a repetirse.
Jassmin Barrios
presidenta del Tribunal de
Mayor Riesgo A, al dar lectura a la sentencia, dijo que la
desaparición forzada
es un delito que se proyecta en el tiempo y en el espacio; se
dice que es
forzada porque precisamente no existe voluntad de parte de la
víctima. Las
víctimas eran campesinos que fueron separados de sus hogares
teniendo en común
estar gestionando la tierra de sus comunidades.
Al señalar los
delitos de deberes contra la
humanidad dijo que el daño ocasionado es de carácter
irreparable, se dañó el
tejido social de toda una población y sus efectos son
perceptibles para toda la
sociedad guatemalteca.
Asimismo, señaló
que el profanar el cuerpo
de las mujeres también constituyó una profanación para la
comunidad y se
convirtió a las mujeres en objetivo de guerra para lograr la
aniquilación de
quienes consideraban sus enemigos.
En cuanto al
delito de desaparición forzada
la juzgadora dijo que el dolor que experimentan los familiares
trasciende el
tiempo y el espacio, el dolor y la aflicción al no tener
conocimiento del
paradero de los seres queridos es fuerte porque no se logra
cerrar las heridas
existentes.
El Tribunal citó
a los sujetos procesales
para el 4 de marzo de 2016 a las 15:00 horas para la lectura
íntegra de la
sentencia y tomando en cuenta que es un fallo de carácter
condenatorio y que
existe el derecho de la reparación digna de las víctimas, el
Tribunal citó a
los sujetos procesales para el 2 de marzo de 2016 a las 8:30 en
el nivel 15 de
la Torre de Tribunales a la audiencia de reparación de las
víctimas.
En declaraciones a
diferentes medios de comunicación, la representante de Mujeres
Transformando el
Mundo, Paula Barrios, expresó que el Caso Sepur Zarco,
representa un hecho trascendental
e histórico, no solo para el país centroamericano, sino a nivel
mundial, porque
es el primer juicio contra personas vinculadas con las fuerzas
armadas delimitando
las modalidades de violencia sexual, esclavitud sexual y
esclavitud doméstica,
que se cometieron delitos contra los deberes de humanidad
establecidos en el
artículo 378 del Código Procesal Penal.
20
días de audiencias
Día a día, durante los
20 días que duró la
audiencia, las 11 mujeres q´eqchi´ víctimas de violencia sexual
esclavitud
sexual y doméstica por parte del ejército de Guatemala en tiempo
del conflicto
armado interno, se presentaban a la Sala de Vistas de la Corte
Suprema de
Justicia, quienes se hacían acompañar del equipo legal de
Mujeres Transformando
el Mundo MTM (quienes por varios años tuvieron a su cargo toda
la estrategia
legal). También eran acompañadas por representantes del
Ministerio Público y representantes
legales de MTM, de la Unión Nacional de Mujeres Guatemalteca
UNAMG y de la
representante de la Colectiva Jalok U, querellantes en el caso.
Todo el tiempo sus
rostros permanecieron cubiertos
mientras transcurrían los días y veían pasar a testigos, quienes
narraron ante
el tribunal lo que vivieron ellos y sus familias. Permanecieron
todo el tiempo
en sus lugares (al lado derecho de la Sala de Vistas) muy raras
veces tomaban
agua, y en más de una ocasión se observó que sus manos las llevaban a sus
rostros para secarse
las lágrimas que brotaban al escuchar y ver lo que se
desarrollaba ante el
Tribunal.
El día 20, la Sala de
Vistas fue abarrotada por
hombres y mujeres que se solidarizaron con las mujeres
valientes, al escuchar
la sentencia condenatoria la sala vibro de aplausos y de alegría
al ver que se hacía
justicia para las mujeres históricas de Sepur Zarco.
Antecedentes:
11 mujeres q´eqchis
tuvieron que esperar por más de
30 años para ver sentenciados a quienes son los responsables de
violación
sexual, esclavitud sexual y doméstica en contra de las
sobrevivientes, así como
los responsables de desaparición forzada en contra de siete
hombres esposos de
las sobrevivientes y del asesinato de una madre y sus dos
pequeñas hijas.
Para que las mujeres
sobrevivientes de violencia y
esclavitud sexual durante el Conflicto Armado Interno (CAI)
accedieran a la
justicia, por muchos años fueron acompañadas de manera
psicosocial por
organizaciones que integran la Alianza Rompiendo el Silencio y
la Impunidad. Y
por más de seis años el equipo legal de Mujeres Transformando el
Mundo las
acompañó para que el sueño de estar ante un tribunal fuera una
realidad.
En el mes de septiembre
del año 2011 se presentó la
primera querella penal por los delitos “Contra los deberes de
Humanidad y
Genocidio” del “Caso Sepur Zarco” nombre que lleva el proceso
penal, de la cual
Mujeres Transformando el Mundo y la Unión Nacional de Mujeres
Guatemaltecas son
querellantes adhesivos. El caso es colectivo y fue impulsado por
15 mujeres
sobrevivientes de violencia sexual, esclavitud doméstica y
esclavitud sexual en
el destacamento militar y 5 Hombres sobrevivientes de Tortura,
hechos ocurridos
en 1982 en el marco del Conflicto Armado Interno guatemalteco.
- Equipo de Comunicación
Mujeres Transformando el Mundo.
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