viernes, 1 de enero de 2016

Un poder judicial creíble entre las expectativas de los hondureños en 2016

Una de las expectativas de los hondureños en 2016 es contar con una Corte Suprema de Justicia en la que puedan confiar, lo que en gran medida dependerá del Parlamento, que el próximo día 25 escogerá a los nuevos 15 magistrados que integrarán ese poder del Estado de Honduras.
wradio.com.co/ Agencia EFE | Enero 1 de 2016 /  Germán Reyes
Tegucigalpa, 1 ene (EFE).- Una de las expectativas de los hondureños en 2016 es contar con una Corte Suprema de Justicia en la que puedan confiar, lo que en gran medida dependerá del Parlamento, que el próximo día 25 escogerá a los nuevos 15 magistrados que integrarán ese poder del Estado de Honduras.
Los 15 nuevos magistrados serán escogidos entre 45 candidatos que está próximo a proponer una Junta Nominadora que desde septiembre ha venido evaluando el currículum de más de 120 profesionales de las leyes, entre los que figuran actuales magistrados del Supremo del país centroamericano.La Junta Nominadora, que desde que inició su misión ha venido siendo cuestionada, la integran representantes del poder judicial, Colegio de Abogados, Comisionado de los Derechos Humanos, Consejo Hondureño de la Empresa Privada, Universidad Nacional Autónoma, sociedad civil y las confederaciones de trabajadores.
En cumplimiento a la ley del ente, cada una de las siete instituciones está representada por un miembro principal o propietario y un suplente.
El trabajo de la Junta Nominadora no ha sido fácil en un país donde la elección de los magistrados de la Corte Suprema de Justicia siempre ha sido politizada por los dos partidos tradicionales y conservadores, el Nacional, en el poder, y el Liberal.
Ambos partidos, con más de un siglo de historia, marcaron un bipartidismo tradicional en Honduras que se rompió con las elecciones generales de 2013, cuando surgieron dos nuevas fuerzas políticas, una de ellas liderada por el expresidente Manuel Zelaya, otrora liberal, quien fue derrocado en junio de 2009.
El otro nuevo partido es el Anticorrupción, que con el Libertad y Refundación (LIBRE, ahora segunda fuerza política), del que Zelaya es coordinador general, rompieron con el bipartidismo de liberales y nacionalistas.
El Partido Nacional cuenta con 48 diputados de 128 que integran el poder legislativo, y aunque es la primera fuerza no tiene mayoría absoluta, por lo que se ve obligado a hacer alianzas con los seis restantes partidos, en lo que muy pocas veces cuenta con el respaldo de LIBRE, que tiene una treintena de asientos.
La politización del Supremo ha llegado al grado de que sectores poderosos han presumido en el pasado reciente de tener su propia Corte Suprema de Justicia, escogida a través de sus diputados.
Eso en gran medida ha propiciado que el sistema judicial hondureño sea poco creíble y que la impunidad y la corrupción hayan echado raíces en el empobrecido país centroamericano.
Muchos hondureños perdieron toda credibilidad en los actuales 15 magistrados de la Corte Suprema de Justicia porque avalaron el golpe de Estado contra Zelaya, cuando éste promovía reformas constitucionales que la ley le impedía.
Diversos sectores y la comunidad internacional han venido reiterando en el último año la importancia que tiene para el país la elección de los nuevos magistrados, de quienes se exige total transparencia y que no sean escogidos por influencias políticas.
Los 15 nuevos magistrados, que ejercerán el cargo durante los próximos siete años, tienen el reto no solo de limpiarle el rostro a un poder muchas veces salpicado por la corrupción, sino también saldar la alta mora judicial existente.
El nuevo Supremo también tendrá el reto de continuar combatiendo la corrupción, en lo que en 2015 se lograron algunos avances con los juicios abiertos a exfuncionarios del presente y pasados gobiernos, políticos y empresarios, entre otros, implicados en un millonario desfalco del Instituto Hondureño de Seguridad Social.
El desfalco en el Seguro Social hizo que surgiera en mayo un movimiento que se denomina Oposición Indignada, que salió a las calles semanalmente a exigir una Comisión Internacional Contra la Impunidad en Honduras (CICIH) y la renuncia de los fiscales general y adjunto del Ministerio Público.
Los indignados han venido protestando con "marchas de las antorchas" acompañados por miles de hondureños.
Un mes después de surgir la exigencia de la CICIH, el presidente hondureño, Juan Orlando Hernández, cuyo mandato de cuatro años concluye en enero de 2018, propuso un diálogo sin condiciones y un Sistema Integral de Combate Contra la Impunidad y la Corrupción (SICCIC), con actores sociales y políticos del país.
Hernández también solicitó para su iniciativa, rechazada por los indignados, el acompañamiento de la Organización de Estados Americanos (OEA) y la Organización de la ONU.
Ante la falta de acuerdos entre una y otra iniciativa, el secretario general de la OEA, Luis Almagro, le entregó en Washington a Hernández en septiembre pasado la propuesta para crear la Misión de Apoyo contra la Corrupción y la Impunidad en Honduras (MACCIH), con diversos actores políticos, económicos y sociales.
La MACCIH, cuya instalación podría darse a mediados de este enero, también la rechazan algunos indignados y grupos de sociedad civil, que además dudan que haya una elección limpia de los nuevos 15 magistrados de la Corte Suprema de Justicia. EFE
  http://www.wradio.com.co/noticias/internacional/un-poder-judicial-creible-entre-las-expectativas-de-los-hondurenos-en-2016/20160101/nota/3029323.aspx

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