Por: Redacción CRITERIO redaccion@criterio.hn 7 octubre, 2015 |
Tegucigalpa.-
A pesar de que las perspectivas económicas son positivas, Honduras
enfrenta los niveles más altos de desigualdad económica de
Latinoamérica, establece un informe del Banco Mundial.
Cifras del Banco Mundial establecen que el 64.5% de la población de Honduras vive en pobreza.
El
coeficiente de Gini ubica a Honduras como el país con la distribución
más inequitativa de la riqueza en la región, ya que es cercano al 60,
seguido por Colombia, Brasil y Guatemala.
El
índice de Gini mide hasta qué punto la distribución del ingreso (o, en
algunos casos, el gasto de consumo) entre individuos u hogares dentro de
una economía. Así, un índice de Gini de 0 representa una equidad
perfecta, mientras que un índice de 100 representa una inequidad
perfecta.
Esa
situación se atribuye a un crecimiento económico sin suficiente
generación de empleo productivo, a una institucionalidad frágil en todos
los órdenes (jurídico, económico, social y político), y niveles
altísimos de corrupción.
La pobreza que abate a los hondureños/as, nos dice que desde 1990 que se iniciaron los Programas de Ajuste Estructural de la Economía del modelo neoliberal imperante, los niveles de pobreza no experimentan una disminución significativa, sino un aumento absoluto.
Consultado
sobre el impacto que está teniendo en la reducción de la pobreza, el
programa del Bono Diez Mil, implementado por el anterior y presente
gobierno hondureño, el economista Hugo Noé Pino, dijo a CRITERIO, que hasta el momento no ha habido evaluaciones que pudieron establecer los efectos.
Sin
embargo señaló que la última evaluación sobre el gasto social que hizo
el Banco Mundial en 2013, mostró que estos gastos han contribuido muy
poco a la reducción de la pobreza.
Hugo Noé Pino
Es
así que en el 2014 constató que los niveles de pobreza incrementaron,
aunque apuntó que si los programas sociales son bien enfocados se puede
paliar la situación de personas en extrema pobreza.
Noé
Pino anotó que desconoce si el programa Bono 10 Mil, está siendo
implementado con los criterios de selección apropiados o si se está
haciendo “más con el objetivo de reducir la pobreza que con el objetivo
de proselitismo político”.
En
resumen, señaló, los programas sociales han dado buenos resultados en
países como Brasil y México, siempre y cuando su permanencia sea entre
10 a 15 años y que permita que los niños tengan acceso a los centros de
salud y la oportunidad de estudiar hasta el noveno grado.
Amplió
que en Honduras la situación es más complicada porque los criterios
para la asignación son políticos y no técnicos y porque está siendo
financiado con préstamos del Banco Mundial y del Banco Interamericano de
Desarrollo (BID), lo que implica que a mediano plazo no será
sostenible.
DISPARIDAD EN HONDURAS
La
disparidad en Honduras es tal, que por ejemplo los niños más pobres
solo accedan a (4) cuatro años promedio de educación, mientras que los
más ricos tienen 10 años y más.- las cifras de desigualdad se vuelven
más dramáticas en las zonas rurales que en las urbanas, el 42% de los
niños /as campesinos son desnutridos, frente al 24.6% de las zonas
urbanas. Al margen de las cifras, las desigualdades se acentúan en los
grupos sociales más vulnerables: desde los indígenas, las madres
solteras y los niños /as y jóvenes en desamparo y exclusión social.
El informe del organismo financiero, nos dice que Honduras es un país de ingreso medio-bajo que se enfrenta a desafíos significativos, con un 64,5% de la población del país viviendo en pobreza y un 42.6% en extrema pobreza (menos de 2,5 dólares al día). En zonas rurales aproximadamente 6 de cada 10 hogares están en pobreza extrema.
RECUPERACIÓN MODERADA
Desde
la crisis económica de 2008-2009 el país ha experimentado una
recuperación moderada, impulsada por inversiones públicas, exportaciones
y altos ingresos por remesas. Esta recuperación se ve reflejada en
crecimientos del PIB del 3.7% en 2011 y el 3.3% en 2012. La proyección
del crecimiento para 2015 es del 3.5%.
Otro
de los desafíos que presenta Honduras son los altos niveles de crimen y
violencia, al ser el país con la mayor tasa de homicidios en el mundo
(68 por cada 100,000 habitantes). Se estima que los costos anuales de la
violencia representan alrededor del 10% del PIB del país (cerca de 900
millones de dólares).
El
país también es vulnerable ante los choques externos, por ejemplo en el
sector agrícola, que perdió cerca de un tercio de su poder adquisitivo
en las dos últimas décadas, en gran parte debido a una disminución de
precios en los cultivos de exportación, en especial bananos y café.
También
es susceptible a fenómenos naturales adversos como huracanes y sequías.
Algunas medidas para mitigar el impacto de estos choques se enfocan en
fortalecer la capacidad de los hogares para adaptarse, extender
mecanismos de gestión de riesgo basados en el mercado y desarrollar
redes efectivas de protección social.
Estudios
del Banco Mundial han destacado la importancia de mejorar la calidad de
la educación y diversificar las fuentes de ingresos rurales, ya que la
mayoría de los hondureños que viven en pobreza residen en zonas rurales y
dependen de la agricultura para subsistir. Otros estudios señalan que
los programas sociales focalizados han demostrado potencial para reducir
la pobreza.
http://criterio.hn/honduras-con-las-mayores-desigualdades-sociales-en-latinoamericana/
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