El campus tomado, basura regada,sin bañarse,oponerse a los avances más notables en la ciencia y ponerse capuchas,ello impide dialogar.
Esos nuevos contenidos científicos tal vez sean el más importante desarrollo conceptual logrado en la UNAH; además, se apoya en el sistema jurídico y de seguridad con más credibilidad en el país: el sistema de jueces,el Ministerio Publico y la Policía.
Totalmente honorables,absolutamente decentes y el más importante ejemplo ético para toda la institucionalidad.
A proposito de la ocupación policial de la Universidad
Gustavo Zelaya.
En estos días se conoció la
opinión de una funcionaria universitaria acerca de la toma de la universidad de
parte de grupos de estudiantes indignados con la administración de esta
institución. Algo de lo sostenido por la
señora Leticia Salomón cuestionando la toma de la universidad apareció en un su
página de Facebook y va entre comillas, lo demás son comentarios personales
que, espero con cierta ingenuidad, debido al tenso clima interno y por las
experiencias de otros colegas, no van a provocar persecución ni audiencias de descargo. En
principio, aquí tenemos el espacio perfecto para la convivencia de las ideas,
así que no hay riesgos. Consideren que la firmante del artículo es funcionaria
importante de la Unah y los criterios que vierte son hechos desde su papel como
tal. Los párrafos comentados los seleccioné arbitrariamente. El artículo tiene
una primera parte llamada “El aspecto académico”, la cual no comento por
considerar que lo principal está en la parte que sigue.
“(2/2) El aspecto IDEOLÓGICO en
la toma de la universidad”
“Hacia adentro de la
universidad, los criterios que deben utilizarse para tratar temas de
importancia para la vida universitaria, deben ser estrictamente académicos, lo
que incluye también los criterios para seleccionar o elegir a la representación
estudiantil, de la misma forma en que se elige ahora las autoridades
universitarias”.
¿Cómo
es esa forma de elección de autoridades? ¿Cuáles fueron los criterios que se
impusieron cuando ocurrió el concurso de elección a rector? ¿Cuáles fueron los
criterios que primaron cuando se reformó la ley para reelegir a la rectora?
¿Cuáles son las autoridades universitarias elegidas según criterios académicos?
Usted ha conocido las convocatorias para concurso a plazas de docentes y es
seguro que se ha dado cuenta que en ellos se violenta el principal criterio
académico establecido en el estatuto del docente y se publican otros. Incluso,
cuando los consejos locales dictaminan, cuestión que no pasa de ser una
recomendación, en la instancia siguiente se decide otra cosa. También estoy seguro
que sabe de contrataciones de docentes permanentes o por hora al margen de los
concursos ¿o cree que sólo es un rumor mal intencionado? Si se investigara tal
situación y se consultara a jefes de departamento y los coordinadores de
carrera, tendría material suficiente para presentarlo en una semana científica.
El
domingo 19 de julio, ese triste día del desalojo del campus con una jueza
luciendo chaleco blindado de la policía encabezando encapuchados fuertemente
armados y a petición de las autoridades universitarias,
ese domingo una funcionaria académica con el nombre de Rutilia Calderón,
afirmó: “el estudiante que se gradúa en tres años y medio no tiene la madurez
académica que exige el mundo”. Esa es una tesis científica ya que está hablando
la vicerrectora académica. En la dirección de investigación científica debe
existir el documento que prueba tal cosa, debe contener la metodología
utilizada para sostener que existe determinada madurez académica exigida a
nivel mundial. Tendrían que explicar cuándo se realizó tal investigación, en
qué países, cuál fue la muestra investigada, qué otras conclusiones se derivan
de esa investigación, quién realizó tal tarea y cuándo se publicó tal documento
científico, etc. Y casi
siguiendo el estilo de los voceros oficiales del gobierno de Juan Hernández,
otro de los que hablan a nombre de la
autoridad sostuvo que "En la UNAH
se criminaliza algún tipo de protesta", Pablo Carías dixit. Son perlas
dignas del peor joyero de la corona.
Más adelante se lee: “Hacia
afuera, la Universidad debe tener el suficiente pluralismo y tolerancia para
promover la coexistencia de la diversidad ideológica o política, el debate
académico sin restricciones y el posicionamiento consecuente de los diferentes
grupos de profesores o estudiantes en torno a los problemas nacionales, todo
ello con el debido rigor académico, lo más alejado del panfleto y la diatriba”.
Dice “Hacia fuera”. Sería suficiente si hacia
adentro existiera tal cosa. Si se considerara que el resultado del debate
académico es generar ideas más completas y propuestas algo acabadas de la vida
nacional para intentar cambiar un poco la situación de crisis, si eso fuera
así, no es mucho lo que aporta la universidad. No hay un solo documento oficial
que se refiera a la crisis nacional desde 2009 a la fecha, que sea fundante, no
es que tenga que dar pautas políticas, económicas o culturales, pero si mostrarse como real conciencia
crítica, que propone, sin que sean determinantes las diferencias políticas en
el campus. Posiblemente alguien prefiere el silencio de la institución frente a
los problemas nacionales, en especial si está de por medio el quedar mal frente
al poder ejecutivo. Ese cuestionar ya lo hacen muchos miembros de la
universidad pero como entes aislados, particulares, con sus puntos de vista.
Eso de que “LA UNIVERSIDAD SOMOS TODOS” no es más que una frase común y así
nadie se compromete ni pone en peligro inversiones, presupuestos, convenios y
traslada a todos los que no estamos en cargos de dirección la responsabilidad
que corresponde a la autoridad. Eso de las inversiones y conexos es lo que les
importa a muchos funcionarios y funcionarias de la universidad y, lo principal,
la relación fundamental entre estudiantes y profesores, sale sobrando. Esa
frase es muy similar a las expresiones de los políticos en el poder cuando
sostienen que de la crisis nacional “todos somos culpables”; que aquí “todos
nos conocemos”. Eso una falsedad completa. Ellos son los culpables, ellos son
los que corrompieron las instituciones y
los que han provocado la falta de credibilidad de la institucionalidad.
Sigue su escrito: “…quiero
pronunciarme ante la forma ligera, por no decir malintencionada, en que
diversas personas, grupos y sectores realizan su interpretación sobre la toma
de la universidad por parte de los estudiantes, entre ellas:
* En la universidad "no se
permite la libertad de expresión",
* "Se realiza persecución política contra
los estudiantes que defienden sus derechos",
* "Los estudiantes son víctimas de las
acciones dictatoriales de la Rectora",
* "Hay una persecución contra los jóvenes
indignados",
* "En la UNAH se criminaliza la
protesta".
Intentar
resolver la protesta estudiantil con requerimientos judiciales, que un juez
resuelva prohibir a estudiantes que entren al campus de Unah-Vs, sitiar ciudad
universitaria con casi 700 policías uniformados, helicóptero y dos tanquetas
lanza agua, que se presente una jueza
con chaleco blindado de la policía. En fin, montar un gran operativo para hacer
efectivo el desalojo del campus, fotografiar y filmar toda esa actividad,
infiltrar agentes de inteligencia en ciudad universitaria y un largo etcétera;
¿no es muestra suficiente de persecución, de criminalización de la protesta y
de acciones de fuerza desde la autoridad universitaria? Y esto no es un invento
increíble, pudo verse en toda su
brutalidad el 19 de julio en ciudad universitaria. También puede verlo en las
siguientes protestas internas en donde guardias de seguridad uniformados o de
civil, con su jefe a la cabeza, fotografían a los que participan en esas
acciones. Ese despliegue bélico, la ostentación de equipo de combate y la
ocupación policial de Cu, eso sí es increíble.
Se lee en el texto que “En el país
y en la UNAH, TODOS tenemos derecho a la libre expresión de nuestras ideas y si
alguien nos viola ese derecho, tenemos derecho a denunciarlo en todas las
instancias que sea necesario. También tenemos derecho a protestar SIEMPRE Y
CUANDO respetemos el derecho de los demás, porque esta es una norma elemental
de la convivencia en la diversidad… y manifestar sus cuestionamientos ante
todas las instancias”.
Esto
es de lo más sorprendente, sobre todo viniendo de alguien que presume ser
“experta en asuntos militares y de seguridad”. A menos que se haya confundido y
esté hablando de algún país nórdico como Finlandia o Noruega. Supongo que sabe el
significado de ese “TODOS tenemos derecho a la libre expresión” y a los otros
derechos que usted menciona. Entonces, voy
a poner en práctica mi derecho a la libre expresión asistiendo a una de las
grandes empresas de comunicación del país para que me publiquen opiniones en
contra del gobierno actual; también tiene puerta abierta en esos medios
cualquier persona de la colonia 21 de febrero o de Las Torres. Y como ese
derecho es real y efectivo en la UNAH, esto que escribo seguramente será
publicado íntegramente en los medios de prensa de la universidad.
Hay
un momento de la historia nacional en donde se vio claramente el significado de
ese derecho, me refiero al golpe de Estado, en donde el gobierno garantizó
plenamente la vigencia de esos derechos ¿O fue de otra forma? Es probable que podamos manifestar nuestro
descontento ante todas las instancias. Es lo que muchos llaman el derecho al
pataleo. Eso lo vemos a cada rato en las sesiones del congreso nacional cuando
la directiva permite que la oposición presente proyectos y todo pasa sin
novedad, se rechaza, se hace burla y al final se vota en contra. Igual ocurre
en la Unah, la autoridad o algún enviado pude escuchar propuestas justas,
correctas, pero si no son parte del proyecto oficial son inmediatamente
rechazados. Pero, claro, se escuchó y se ejerció el derecho respectivo. Así se
convierte todo el sistema de derechos ciudadanos en un ejercicio de simulación.
Pero, ahora, apelar al Estado de Derecho y al papel de los funcionarios
reconocidos legalmente, apelar, repito, al sistema de jueces y a la seguridad
como garantes del respeto y el orden público, es problemático cuando hemos
visto el descredito y la corrupción de ese sistema, cuando bien se conoce la
forma en que desde los grupos de poder se controla la Corte Suprema de
Justicia. Cuando ese sistema jurídico y de seguridad no ha sido transparente y
ha sido penetrado por la narcoactividad y el clientelismo.
Dice también: “En ese contexto…se
produce una vinculación artificial y forzada con el movimiento de los
indignados que es otra cosa, que se concentra en la lucha contra la corrupción
y no en las reivindicaciones particulares de todos los grupos… Pueden estar
indignados por el procedimiento de aprobación de las normas pero no están
indignados por las mismas razones de los que marchan en las calles con sus
consignas claras y contundentes”.
¿Desvincular
las partes del todo? Se puede por cuestiones de método y así conocer
componentes de esa parte sin relación con lo demás. Pero hacer de tal
procedimiento de abstracción una concepción general es propio de las posturas
positivistas-inductivistas. Si estoy errado espero me corrija. El asunto es
mucho más complicado cuando hay un sistema social-educativo-cultural que nos
condiciona para suponer que algunos conflictos sociales no se relacionan entre
sí, que hay que ver los fenómenos con cierta autonomía. Por ello puede creerse
que la política no se relaciona con la tecnología, que la informática es
independiente de valoraciones morales, que el deterioro del sistema de salud no
está ligado con el golpe de Estado, que la lucha contra la corrupción no tiene
que ver con el atraso agrícola, que la degradación del sistema de seguridad no
tiene vínculos con el sistema educativo, y de ese modo puede suponerse que la
extensión de la narcoactividad no tiene lazos con la necesidad de reformar el
sistema jurídico, que la lucha feminista es independiente del poder político y
que el deterioro del ambiente no se conecta con el saqueo de los fondos
públicos; esa concepción pretende que se interprete la existencia de modo parcial, superficial, y que estemos
en la sociedad sin saber que hay una íntima relación entre todos los fenómenos
sociales.
Esa
misma concepción que nos pone el mundo como puesto a pedazos es la que impulsa
la fuerte campaña propagandística que pide no contaminar el movimiento de la
ciudadanía indignada con la presencia de los partidos, no politizar la movilización,
no ligar las peticiones de los
estudiantes indignados con las exigencias de las movilizaciones de las
antorchas, porque son de grupos particulares, tampoco hay que permitir que la
consigna política se introduzca en la demanda estudiantil. Eso es lo que
pontifican los expertos; los que portan nociones acerca de la realidad como
ordenada en parcelas separadas, sin conexión entre ellas y no son capaces de
concebir la realidad como una totalidad, como un sistema de contradicciones.
Ello
es una reproducción del sistema fabril y de la oficina que pone a la cabeza de
los procesos a los directivos, gerentes y funcionarios, luego los demás
siguiendo las pautas del especialista. Es el sistema de administración de la
calidad total con su benchmarking que nos lleva a una finalidad utilitaria
hasta generar eficacia y productos listos para competir en el mercado y para reproducir el sistema. Todo se acata,
todo se acepta, nada se cuestiona. Todo
se ejecuta conforme a las pautas del sistema y la eficacia se garantiza si cada
parte se mantiene dentro de límites establecidos. Algo así sostienen los
defensores de la necesidad de “La Tabla”. El nuevo santo grial que debe ser
reverenciado a toda costa, porque está bien hecho, es científico y conforme a
normativas internacionales. La validez de “La Tabla” es de los elementos
esenciales en este sistema fabril, perdón, académico; y lo esencial es
conservarse dentro de las funciones instauradas, nada de política ni de
presencia de entidades defensoras de derechos humanos; desviarse de las
funciones establecidas puede conllevar a
requerimientos fiscales. Y esas ONG que defienden derechos humanos les valen
pija a las autoridades. No se ruboricen que no es lenguaje obsceno, es popular
y se utiliza en el nivel superior de la academia.
Así,
el estudiante a sus libros, el profesor a sus clases, el directivo a la
gestión, el policía a su papel, el cantante a sus canciones. Pero las alarmas
se disparan cuando algunos se saltan las ocupaciones establecidas por la autoridad
y el Estado de Derecho. Aferrarse a tal mecanicismo implica perder autonomía
individual, capacidad de participar, debatir y protestar por la injusticia y la
desigualdad. Alguien experto en la ciencia social tendría que darse cuenta que
los momentos de crisis y de conflictos nacionales tienen que ser enfrentados
como un todo, que pueden resolverse considerando al sistema. La lucha de los
estudiantes indignados es parte de esa crisis, al igual que la indignación
ciudadana y la participación de la academia y de las organizaciones políticas.
Es claro que algunos elementos de la crisis pueden superarse con el diálogo
pero no al estilo del que promueve el poder central, con sus condiciones y
dialogando con sus socios. Esta situación debe enfrentarse con el dialogo
respetuoso, sin arrogancias, sin burlas descalificadoras, con la intención de
acercar las diferencias y mejorar la actividad universitaria.
21
de julio de 2015.
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