Sambo Creek, Atlántida (Conexihon).- Un
grupo de hombres armados intentó raptar la integrante de la junta
directiva de la Organización Fraternal Negra de Honduras (OFRANEH),
Jésica García en las inmediaciones del río Papaloteca.
El
delta del Papaloteca se encuentra ubicado en la comunidad de Nueva
Armenia, Municipio de Jutiapa, y en los últimos dos años se ha
convertido en el escenario de un conflicto territorial. Grupos de
foráneos aparentemente asociados a la Municipalidad de Jutiapa han
pretendido apoderarse del territorio ancestral de la comunidad de
Armenia.
Las
tierras que se encuentran en litigio, fueron ocupadas por la Standar
Fruit Company a partir del año de 1924, compañía que removió la
población garifuna de la margen derecha del río Papaloteca,
reubicándolos en la margen izquierda; paraje que se inunda
periódicamente, convirtiendo a la Nueva Armenia en un lugar de alta
vulnerabilidad.
A
inicios de este siglo la Standar -conocida en la actualidad como la
DOLE- abandonó la zona, iniciándose una recuperación de las tierras por
parte de la comunidad garifuna. No obstante, grupos asociados con el
crimen organizado usaron parte del territorio como narcopistas, y hasta
la fecha pretenden ejercer un dominio territorial, ante el insistente
rumor de la existencia de yacimientos de hidrocarburos en los humedales
adyacentes al delta del Papaloteca.
En
un caso relacionado con el intento de rapto, otra de las pobladoras de
la zona, Carolina Castillo fue confrontada horas después por un grupo de
hombres armados que apuntándole, le impidieron el paso y la obligaron a
retornar a Nueva Armenia.
En
la cultura garífuna las mujeres son las encargadas de practicar la
agricultura, de ahí que en la mayoría de los conflictos territoriales
las mujeres son las víctimas de amenazas y extorsiones por parte de
foráneos, los que en la mayoría de los casos están al servicio de
terratenientes y figuras asociados al crimen organizado.
El
caso de Nueva Armenia, es considerado por OFRANEH, como “parte de la
estrategia no tan solapada de presiones para que el pueblo garífuna
abandone sus reivindicaciones sobre el territorio ancestral”.
A
su criterio, “el Estado efectuó un proceso de titulación, sin embargo
este solo reconoció los cascos urbanos de las comunidades, excluyendo el
hábitat funcional de las mismas, dando lugar a una serie de conflictos
que las autoridades eluden solucionar”.
La
ambigüedad asumida por el Ministerio de Seguridad en relación a la
situación territorial de Nueva Armenia, ha dado lugar a dos desalojos y a
una serie de órdenes de captura en contra de los miembros de la
comunidad garífuna; contraviniendo de esta forma la jurisprudencia
emitida por el Sistema Interamericano de Justicia, el que se ha
manifestado en múltiples ocasiones en relación al derecho que poseemos
los pueblos indígenas en cuanto a la posesión del territorio ancestral.
http://conexihon.hn/site/noticia/derechos-humanos/pueblos-indigenas/denuncian-intento-de-rapto-de-dirigente-gar%C3%ADfuna-en-nueva
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