Tegucigalpa, Honduras (Conexihon).- Un túnel oscuro con paredes descascaradas y encielado roto da ingreso a la radio Cadena Hondureña de Noticias (CHN). A
simple vista es como una casa abandonada, con olor a moho, un pedazo de
cemento quebrado, un cable tirado, una alcantarilla colmada de hojas
secas. Los pedazos de maleza verde que han ido creciendo parecen basura,
el aire mueve las hojas de un arbusto, lentamente; hay bejucos
marchitos, botes plásticos tirados en el suelo, el piso está con lodo,
parece que hay un derrame de aguas grises; es verano y hace calor.
Un
mueble para recepción, sin recepcionista, da la bienvenida y después de
atravesar otro pasillo, siguen varios cubículos que sirven como
oficinas, en una esquina está un botellón con agua, un juego de muebles y
la cabina del operador de radio.
Al
final del pasadizo, aparece el locutorio de la radio donde 10
periodistas transmiten a diario, en distintos horarios. Al verla
pareciera discrepante con la desventura de toda la casa porque hay un
cristal que sirve como una especie de mampara, antes de bajar por una
gradas de piso de granito, está adornada por cortinas rojas de tela
acolchonada y una alfombra café, pero la realidad es que algunos
micrófonos están en mal estado y funcionan con trucos que los
periodistas han ido ingeniando.
Cuando
mandan a pausa, surge una cuña radial que pide a los magistrados de la
Corte Suprema de Justicia y al Fiscal General de la República respetar
la Ley de Emisión del Pensamiento y la Constitución de la República pues
a dos años de la intervención de CHN, por parte de la Oficina
Administradora de Bienes Incautados (OABI), no se ha probado delitos
contra esta casa de radio.
En
el transcurso de la emisión, la periodista Vilma Herrera transmite
desde el Congreso Nacional este mediodía con el diputado del oficialista
Partido Nacional, Antonio Rivera Callejas, para hablar sobre una
iniciativa de ley, relacionada con los derechos de la mujer. Entretanto,
en cabina, Roberto Banegas está con las manos en su boca un tanto
pensativo y Galicia, atento al estatal Canal 8.
Desde
el inicio, el guardia de seguridad con su arma de reglamento permanece
dentro de la cabina, de tal forma que les toca transmitir cerca de un
hombre armado, pagado por una organización dependiente de Casa
Presidencial: La OABI.
Es
la 1:15 de la tarde, Denovan Galicia lee, al aire, una alerta del
Comité por la Libre Expresión (C-Libre) relacionada con una vulneración
del derecho a protesta estudiantil.
“Hoy
13 colegios de secundaria han sido militarizados para mayor seguridad
de los alumnos es que les están dando seguridad”, informa Galicia, el
director de la radio.
-No,
no, no. Es represión, lo interrumpe Carlos Paz. El ministro (Marlon
Escoto) sale (en los medios) empecinado que salgan a las 6:40 de la
noche; preocupados por un minuto están poniendo en riesgo la vida de
adolescentes”, replica Paz en referencia a las protestas estudiantiles
contra la jornada extendida.
-El señor dice que la educación media en Honduras no sirve.
-¿Qué puede hacer un maestro en cinco minutos (más de clases)?, interviene Banegas.
-El gobierno decreto represión, insiste enérgico Carlos Paz.
-Ayer un padre de familia habló de infiltración, comenta Denovan.
A la 1:20 intempestivamente, llaman a Galicia.
Faltas de respeto de funcionaria de la OABI
Con la voz alterada y en tono irrespetuoso, una funcionaria de la OABI interroga al periodista
y le pregunta qué con qué autorización el equipo de C-Libre está
grabando, haciendo fotos y preguntas sobre el estado del edificio.
“Esto está incautado, ellos vinieron aquí y no se puede”, dice la funcionaria alterada.
Usted
más que nadie lo sabe, sólo pueden ingresar los periodistas que
trabajan aquí, le advierte -con arrogancia- la servidora pública al
periodista, mientras él trata de serenarla.
Se
le trata de explicar que es una visita de C-Libre y Conexihon para
conocer las condiciones en que laboran los periodistas y para constatar
si se ha cumplido el acuerdo firmado entre C-Libre y OABI, ella en tono grosero y mal educado, voltea la cara y dice que no le interesa.
Se
le solicitó una nota donde conste que no se puede hacer el trabajo
periodístico, la funcionaria dice que será mañana que la entregará con
sellos oficiales, al día siguiente ni siquiera abrieron la puerta. Era
un jueves de marzo. Así es un instante en la vida laboral de los
periodistas de CHN.
http://conexihon.hn/site/noticia/libertad-de-expresi%C3%B3n/el-caso-chn-periodismo-en-la-miseria
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