Sábado 29 de noviembre de 2014 - 7:10.
Por Dina Meza*
Aunque están como un David contra Goliat, o sea luchando contra todo un
poder establecido donde confluyen no solo los de la Universidad Nacional
Autónoma de Honduras, UNAH, sino del estamento jurídico del país, los
estudiantes universitarios criminalizados por hacer uso de las
manifestaciones públicas como ejercicio de la libertad de expresión y de
reunión, declararon en conferencia de prensa este jueves 27 de
noviembre de 2014 que no están vencidos y que continuarán en su lucha en
la defensa del derecho a la educación pública.
De acuerdo a la
Comisión Interamericana de Derechos Humanos, CIDH, “el intercambio de
ideas y reivindicaciones sociales como forma de expresión, supone el
ejercicio de derechos conexos, tales como el derecho de los ciudadanos a
reunirse y manifestar, y el derecho al libre flujo de opiniones e
información.
Ambos derechos, contemplados en los artículos 19 y 21 del
Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, en los artículos 10
y 11 de la Convención Europea para la Protección de los Derechos
Humanos y las Libertades Fundamentales, en los artículos 9 y 11 de la
Carta Africana de Derechos Humanos y de los Pueblos y en los artículos
13 y 15 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos, se
constituyen como elementos vitales para el buen funcionamiento del
sistema democrático inclusive de todos los sectores de la sociedad”.
Sin embargo 19 estudiantes de la UNAH tanto de la capital como de San
Pedro Sula, están siendo perseguidos por hacer uso de ese derecho.
La lucha contra las privatizaciones se invisibiliza para que el sistema Neoliberal se fortalezca en la UNAH.
Franklin Benítez, acusado de participar en manifestaciones ilícitas,
dijo que en San Pedro Sula el preámbulo de la criminalización se inició
con la destrucción de pancartas, afiches, mantas y recursos
audiovisuales que los estudiantes usaban para demandar la
democratización en la UNAH, por las propias autoridades universitarias,
“nosotros utilizamos los métodos pacíficos en nuestras demandas
mientras que las autoridades universitarias los violentos, pues nos
echaron la policía que nos golpeó y lanzó grandes cantidades de gases
lacrimógenos”, denunció.
Mientras Cesario Padilla, quien enfrenta
un proceso administrativo sin derecho a la defensa, dijo que esta
situación viene desde hace muchos años y hasta ahora es que sale a la
luz tanta arbitrariedad, el objetivo es desmantelar un movimiento
estudiantil que se levanta porque hay una invisibilización de los
estudiantes que no tienen representación en los órganos de dirección de
la universidad y solamente decide un solo sector, “así no puede
construirse una democracia.
Dayanara Castillo, otra estudiante en
las mismas condiciones que Padilla, expresó que hay certeza de que las
expulsiones de ella y cuatro estudiantes más de la capital van, “pero no
vamos a bajar la batalla por defender la educación pública. Ella
denunció que la decana de Economía, Belinda Flores la ha discriminado
por su opción sexual y por su forma de vestir, expresándole en público
que no se viste adecuadamente.
Juan Almendares, director del
CPTRT y ex rector de la UNAH señaló que la universidad sin la
participación de los estudiantes es una universidad sin alma mater, un
lugar donde debe nutrirse el pensamiento.
“Es necesario tener una
posición crítica que defienda los derechos de los estudiantes, nunca en
la historia de la universidad hubo la capacidad de acusar ante los
tribunales usando una política de criminalización contra las voces
estudiantiles e induce a la violencia contra los estudiantes a quienes
se les presenta como enemigos, generando un estigma en la sociedad
hondureña”, argumentó Almendares.
Pero según el ex rector, no
solo se trata de aplastar a ciertos estudiantes sino que el fin último
es aterrorizar a la masa estudiantil, “cómo puede la universidad dar
ejemplo de democracia si es autoritaria en sus acciones. Lo que me duele
es que hay estudiantes que han sido torturados , los aparatos
represivos que están incrustados en la guardia de seguridad , generan
esa situación”.
Edy Tábora, abogado defensor de los estudiantes
describió que cuatro abogados acompañan el proceso contra los
estudiantes de forma voluntaria, pero las autoridades de la UNAH nos
quieren deslegitimar como defensores de derechos humanos , “con imágenes
que respaldaban su denuncia de torturas contra estudiantes en las
incursiones policiales a la universidad, expresó que fue a ver el
expediente de del joven Rommel David, pero allí se manipuló la verdad,
aunque tenía la evidencia en su cuerpo, los médicos escribieron que
solamente tenía un golpe “.
Para Tábora hay un ocultamiento de la
verdad en el Hospital Escuela, un centro asistencial que está en manos
de la actual rectora de la UNAH, “no se permitió un examen forense , a
pesar que los abogados lo solicitaron al ministerio Público, “Rommel no
está aquí para contarlo, porque un juez le señaló que debía alejarse de
cualquier tipo de eventos públicos”.
Erched, un estudiante que
fue apresado la semana pasada cuando salía de la UNAH después de
participar en protestas que demandaban alto a la criminalización de la
lucha estudiantil, señaló que fue detenido cuando iba a traer una
guitarra y los policías que lo detuvieron a él junto a seis estudiantes
más los acusaron de escándalo público, “hay una segregación en la
universidad “.
Además denunciaron una persecución y vigilancia
desde los medios de comunicación de la UNAH como son el periódico
Presencia Universitaria y el canal de televisión UTV, desde donde les
hacen videos en sus rostros como una estrategia para la elaboración de
perfiles del liderazgo.
En una virulenta publicación de Presencia
Universitaria quedó demostrado esta aseveración, también una
intolerancia sin precedentes al ejercicio de la libertad de expresión
solo por el hecho de escribir para que la comunidad nacional e
internacional conozca que en Honduras poco falta para que se cometa la
misma barbarie que se llevó a cabo contra los estudiantes de Ayotzinapa
en México, 43 de ellos aún están desaparecidos por la represión que
fueron objeto y el pueblo mexicano se ha levantado para demandar
justicia.
Los ojos de la comunidad internacional están sobre la UNAH, el autoritarismo ha desbordado y el peligro está latente.
“El derecho a manifestarse públicamente está consagrado en diversos
instrumentos internacionales. Como mencionamos anteriormente, el derecho
a manifestarse está protegido tanto por el derecho a la libertad de
expresión como por el derecho a la libertad de reunión”, señala el
Informe anual 2005, sobre las manifestaciones públicas como ejercicio de
la libertad de expresión y la libertad de reunión de la CIDH.
Pero en la UNAH no hay atraso para que se implemente la persecución y criminalización.
En los años 80 cuando las tarántulas atacaron, Eduardo Lanza,
Secretario General de la Federación de Estudiantes Universitarios de
Honduras, FEUH, fue secuestrado y desde agosto de 1982, sus familiares
no han encontrado su cuerpo. Se ha mencionado que en su detención
arbitraria por ejercer su derecho a la libertad de expresión, participó
el Escuadrón de la Muerte 3-16, muchos de sus integrantes aún sobreviven
y continúan practicando serias violaciones a los derechos humanos en
Honduras.
Es el caso de Roger Aguilar, jefe de Seguridad de la
UNAH, quien es señalado por sectores de derechos humanos de haber
integrado ese Escuadrón de la Muerte en los 80. En el contexto actual
Aguilar aplica lo que aprendió en esa funesta década de crímenes de lesa
humanidad, por eso Ayotzinapa puede repetirse en Honduras.
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