Estados
Unidos cuenta actualmente con tres centros de detención de familias
gestionados por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE),
ubicados en Karnes City (Texas), Artesia (Nuevo México) y Leesport
(Pensilvania).
El ICE,
que depende del Departamento de Seguridad Nacional (DSH), anunció
recientemente la apertura de un nuevo centro en Dilley (Texas) con
capacidad para 2.400 personas, por lo que los cuatro centros en pleno
rendimiento podrían albergar a cerca de 4.000 inmigrantes
indocumentados.
El
vicepresidente segundo de la CIDH, el chileno Felipe González, que
participó en la visita al sur de Texas (EE.UU.), alertó en una
entrevista con Efe que la apertura de estos centros es un "retroceso" en
la política migratoria de EE.UU. y "una respuesta inadecuada" a la
crisis humanitaria, ya que la detención de inmigrantes, en especial de
niños, vulnera los derechos humanos básicos.
Desde
2009, con el emblemático cierre del T. Don Hutto (Texas), un antiguo
presidio, en EE.UU. no hubo centros de detención para familias
inmigrantes, pero la oleada de los últimos meses provocó la decisión del
Gobierno de volver a utilizar instalaciones de este tipo con el
objetivo de disuadir nuevas llegadas.
Según
datos oficiales, más de 66.000 menores de edad no acompañados y un
número similar de personas en unidades familiares han cruzado la
frontera sur de EE.UU. huyendo la mayoría de la violencia y la pobreza
en sus países de origen, principalmente de El Salvador, Guatemala y
Honduras.
"La
detención de personas migrantes tiene que ser la excepción y no la
regla", dijo González, quien lamentó que en Estados Unidos esta práctica
está "muy extendida".
Además,
el vicepresidente segundo de la CIDH alertó que la reapertura de estos
centros de detención, que en su opinión son "una respuesta inadecuada
para una emergencia", puede convertirse en "una política permanente" del
Gobierno una vez superado el máximo flujo migratorio, que sucedió antes
del verano.
"Hay
indicios de que EE.UU. vuelva a usar la detención de niños con familias
que se había dejado atrás. Mientras piensen que esto sirve de prevención
va a continuar esa práctica", lamentó el comisionado.
Según
González, el Gobierno estadounidense está "apuntando a un objetivo
equivocado", ya que a raíz del cierre del último centro de detención en
2009 no hubo una oleada masiva de inmigrantes, por lo que las causas del
aumento del flujo en los últimos meses responde a "otras causas" y no a
la ausencia de establecimientos de este tipo.
Entre los
motivos señalados por González están "las diferentes formas de
violencia, la pobreza, la inequidad y los efectos de los desastres
naturales en los países de origen", por lo que la detención en Estados
Unidos supone "un trauma" para las familias, compuestas tanto por
migrantes como por refugiados o víctimas del tráfico de personas.
Los
comisionados de la CIDH recibieron en su visita diversas denuncias sobre
la situación dentro de los centros de detención, como abuso sexual,
malnutrición de los niños, dificultades para hacer llamadas o la
separación de los miembros de misma una familia en diferentes unidades
del establecimiento.
González
cuestionó, además, que la llegada de las familias a centros de detención
más que seguir un criterio jurídico es una "cuestión de azahar" o una
"lotería", ya que depende de la capacidad del establecimiento en ese
momento, es decir las camas libres que tenga.
La CIDH
concluyó hoy una visita de cuatro días al sur de Texas en la que también
constató una falta de garantías jurídicas de los inmigrantes para
defender su situación legal y recogió denuncias de abogados y la
sociedad civil sobre la situación en la que se encuentran las personas
que cruzan la frontera.
EFE
http://www.proceso.hn/migrantes/item/88754-cidh-pide-a-eeuu-el-cierre-de-centros-de-detenci%C3%B3n-para-familias-inmigrantes.html
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