El alto grado de inseguridad que se vive en el país también tiene atemorizado al sector magisterial, por lo que han solicitado traslados ante las autoridades de la Secretaría de Educación. |
.Aterrorizados por no poder pagar extorsiones a los pandilleros y recibir amenazas de muerte si no los promueven en los exámenes, unos 248 maestros del Distrito Central han solicitado traslados de sus centros educativos en el presente año, por falta de seguridad, según una fuente de la Secretaría de Educación.
La entrevistada, cuyo
nombre se omite por razones de seguridad, manifestó en su despacho que
otros profesores han solicitado que se les cambie de sus centros
educativos ya que han pretendido evitar el tráfico de drogas y en
respuesta reciben amenazas de muerte.
“La inseguridad es terrible, solo de los meses de febrero y marzo se
registraron 197 solicitudes por no soportar las extorsiones y a la fecha
tenemos aproximadamente 248 solicitudes de cambios de centro
educativo”, según la fuente.
“Imagínese que los maestros ganan poco y cada vez los extorsionan con
más dinero; y hay lugares donde hasta los alumnos y padres de familia
son víctimas de las extorsiones y muchas veces la Policía no hace nada a
pesar que se les denuncian todas estas irregularidades” indicó la
funcionaria, quien no ocultó su temor, y pidió que no se publicara su
nombre y fotografía.
“Conozco el caso de maestros que se han presentado llorando a las
oficinas encargadas de los traslados porque los asaltan, los amenazan
con echarles la mara o pandilla si no los pasan en los exámenes o si
los fiscalizan en la venta y consumo de drogas”, dijo la fuente
consultada.
Recientemente, el ministro de Educación, Marlon Escoto, manifestó que a
partir de la presente semana quedan suspendidas todas las fiestas
dentro y fuera de los centros educativos, para que los jóvenes no se
vincularan de forma directa con los pandilleros, de quienes manifestó,
estudian en los mismos colegios donde se educan el resto de los
jóvenes.
DROGAS Y NOTAS
Una maestra consultada sobre la inseguridad que vive el sector magisterial indicó, sin ocultar su temor, que esta practica de los mareros y pandilleros se viene realizando desde hace muchos años pero cada día se incrementan más y ellos inventan la forman de conseguir el dinero.
Una maestra consultada sobre la inseguridad que vive el sector magisterial indicó, sin ocultar su temor, que esta practica de los mareros y pandilleros se viene realizando desde hace muchos años pero cada día se incrementan más y ellos inventan la forman de conseguir el dinero.
La profesora recordó que hay centros educativos, tanto escuelas como
colegios, en los que los mareros exigen fuertes cantidades de dinero y
ordenan que hagan actividades donde cobran cierta cantidad de dinero a
los maestros, niños y padres de familia para poderles ajustar la cuota
exigida.
“Los mareros mandan notas y dicen a la directora o director que hagan
un día de color, o sea los niños llegan sin sus uniformes y les cobran
entre dos y cinco lempiras, luego un marero se pone en la puerta de
entrada y cuenta los niños y maestros que ingresaron y así exigen todo
lo que se cobró”, manifestó la profesora, quien fue víctima de asalto
dentro del centro educativo.
“Nadie dice nada, a muchos profesores les roban sus motocicletas y objetos personales; en una ocasión, una compañera que trabajamos juntas en una escuela que queda cerca de la colonia Flor del Campo, la violaron porque los denunció y los delincuentes le dijeron que eso le pasaba por sapa (delatora) y que la misma Policía la denunció a ella”, indicó la maestra.
“Nadie dice nada, a muchos profesores les roban sus motocicletas y objetos personales; en una ocasión, una compañera que trabajamos juntas en una escuela que queda cerca de la colonia Flor del Campo, la violaron porque los denunció y los delincuentes le dijeron que eso le pasaba por sapa (delatora) y que la misma Policía la denunció a ella”, indicó la maestra.
La entrevistada recordó además que en un instituto educativo en un
sector aledaño a la colonia San Miguel, pandilleros ordenaron que se
hiciera un concierto y todo lo que se recaudó fue para esos
antisociales, donde días después desconocidos mataron al vigilante
porque intentó poner orden al momento de ingreso al colegio.
“Los niños y jóvenes son las víctimas directas, los atrapan en las
afueras de los centros educativos y los utilizan para entregar drogas o
extorsionar, con ellos les mandan notas a las directoras o directores y
los mismos niños les llevan el dinero”, indicó la mujer.
En el presente año, en la marginal colonia Las Pavas de Comayagüela, la
Policía Militar y la Dirección Nacional de Investigación Criminal
recuperaron varias viviendas y un centro educativo las cuales estaban en
poder de los pandilleros, donde además se encontró un cementerio
clandestino.
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