
La inciativa estatal de
reconocimiento al bagaje cultural africano, estuvo acompañada de una serie de
rituales de poder, y demostraciones públicas de supuesta inclusión y
participación de los afrodescendientes; en especial de los miembros de las
organizaciones pro-gubernamentales, que han servido de cómplices en la entrega
territorial.
El mes de la herencia
africana, ha servido como una cortina de humo para soterrar el racismo existente
en Honduras, donde la pequeña elite de poder nacional, se encuentra conformada
en su mayoría por familias descendientes de europeos, sirios, libaneses y
algunos judíos quienes arribaron al país en el siglo XX. Al mismo tiempo que
los pueblos indígenas y negros somos considerados como extranjeros, y nuestros
territorios se han convertido en objetivos de un saqueo, bajo el esquema del
supuesto “desarrollo” preconizado por las políticas de los organismos
financieros internacionales.
La cultura Garífuna, de
origen arawak-caribe, con algunos remanentes de los pueblos de África
occidental, fuimos declarados Patrimonio cultural Intangible de la Humanidad por
la UNESCO en el año 2002. Sin embargo nuestra idioma se encuentra en peligro de
desaparecer ante las políticas de homogeneización cultural aplicadas en las
ultimas décadas y la casi nula existencia de medios de comunicación en
Garifuna.
De la nación Garífuna al
Banana Coast
Hasta el año de 1992, existía
una continuidad territorial Garífuna desde la Bahía de Trujillo hasta Plaplaya,
casualmente el territorio donde se pretende instaurar la Ciudad Modelo
promovida por libertarios de ultraderecha estadounidense y miembros de la elite
de poder en Honduras.
Para el año de 1993, Miguel
Facussé se apropió de Punta Farallones, Limón; en ese mismo año el militar
Castro Kabus indujo una invasión de supuestos campesinos en Río Miel, Punta
Piedra. Simultáneamente el Instituto Nacional Agrario (INA ) inició un proceso
de titulación de las comunidades Garífunas, excluyendo sus hábitats funcionales.
En las últimas dos décadas, a pesar de existir cláusulas específicas en los
títulos otorgados, en relación a la prohibición expresa de venta de tierras a
foráneos, los títulos se vienen destruyendo a través de las municipalidades,
catastros y del Instituto de la Propiedad, IP.
Desde el golpe de estado del
año 2009, se intensificó la política de despojos, además de la ingobernabilidad
desatada ante el aumento de la presencia del crimen organizado en el Caribe
hondureño. La demolición de la comunidad de Río Negro, Trujillo a manos del Rey
del Porno, el empresario canadiense Randy Jorgenson, para la construcción de un
muelle de cruceros Panamax, demostró la ausencia de un estado de ley en el país
que garantice la tenencia del territorio del pueblo Garífuna.
El despojo en la Bahía de
Tela y la demolición de Río Negro
Los Garinagu en la Bahía de
Tela comenzaron a sentir presiones territoriales desde la década de los años 80,
cuando se formuló el mega proyecto turístico de Bahía de Tela; agravándose la
situación a raíz de la aprobación de la Ley de Municipalidades (1992) y la
ampliación del casco urbano de la ciudad de Tela, convirtiendo a Triunfo de la
Cruz, la Ensenada Tornabe y San Juan, en barrios de Tela.
Las especulaciones
inmobiliarias en la comunidad de Triunfo se convirtieron en un verdadero saqueo,
sin que las autoridades correspondientes asumieran la defensa de los habitantes
de la comunidad, optando por ser cómplices y promotores en la rapiña
territorial.
Tras haber agotados los
recursos del derecho interno, la OFRANEH viene acompañando a la comunidad de
Triunfo en un caso que se presentó ante la Comisión Interamericana de Derechos
Humanos en el 2003, el cual finalmente fue trasladado a la Corte interamericana
de Derechos Humanos el pasado abril de 2013. Para el mes de mayo del 2014 se
efectuará la audiencia del caso de Triunfo de la Cruz, que incluye alrededor de
35 violaciones al derecho a la propiedad, además de la negación del Derecho a
la Consulta que poseemos los pueblos indígenas.
El Estado pretende continuar
con el despojo de nuestras tierras y recursos, iniciados con los proyectos
megaturisticos, a través de la entrega de gran parte del territorio Garifuna a
las ciudades modelo (RED_ZEDE); agravándose nuestra situación con el inicio de
la exploración y explotación petrolera que ha puesto sus ojos en el territorio
marítimo y los humedales costeros, donde supuestamente existen abundantes
yacimientos de hidrocarburos.
El asalto a la identidad
cultural y la pérdida del idioma
Al mismo que comenzó el
proceso de eliminar la continuidad territorial que poseíamos los Garífunas en
los departamentos de Colón y Gracias a Dios, se afinaron los mecanismos de
homogeinización cultural promovidos por el Estado. El proceso de Educación
Intercultural Bilingüe prácticamente no se ha podido implementar ante la enorme
burocracia existente; situación agravada por la ausencia de medios de
comunicación de los pueblos indígenas, que han caído en las fauces de la cultura
dominante. las comunidades que no han sido electrificadas hasta la fecha,
curiosamente son las que han logrado preservar su cultura y tradiciones.
La pérdida del territorio y
la cultura se encuentran interrelacionadas. Mientras la propaganda oficial y de
las organizaciones pro-gubernamentales, se caracterizan por un discurso
halagüeño, el incremento de la pobreza ante la desaparición del coco y de los
bancos de pesca, además de la disolución de los títulos comunitarios, se han
convertido en una sentencia de desaparición de los Garínagu como cultura
diferenciada.
Efectivamente el Estado ha
realizado un enorme esfuerzo para anestesiar a los Garinagu y ponernos a bailar,
mientras subastan y entregan nuestro territorio, justificando de esa manera un
supuesto “desarrollo” que la clase política empresaria fueron incapaces de
plasmar en el país.
Mientras los Garífunas
luchamos por la defensa del territorio y cultura, los afrodescendientes sucumben
ante las dádivas económicas y una supuesta inserción que no difiere del
espejismo del desarrollo con que han venido ilusionado al pueblo
hondureño.
Por eso nos preguntamos,
que debemos celebrar o conmemorar este 12 de abril?, entonces debemos
celebrar la masiva migración sin precedentes de la juventud Garifuna hacia el
norte, debemos celebrar, la perdida de la comunidad de Miami y Río Negro,
debemos celebrar que muchas de nuestras comunidades Garifunas estén secuestradas
por el crimen organizado, debemos celebrar que la gran mayoría de las
comunidades Garifunas estén expuestas a ser desplazadas ambientalmente por los
efectos del cambio climático, debemos celebrar que hoy día en muchas comunidades
como Sambo Creek, Corozal entre otras, nuestra gente vivan unos encima de otros,
debemos celebrar que mas del 60% de la juventud Garifuna no hable Garifuna y ni
siquiera reconozca su identidad, debemos celebrar que un canadiense conocido
como el rey del porno se haya apropiado de toda la Bahia de Trujillo, debemos
celebrar que hayamos perdido el sustento mas importante para nuestra vida como
es el coco.
Lo que debemos celebrar como
GARINAGU, es que existan comunidades como Punta Piedra, Triunfo de la Cruz y
otras que estén en una resistencia permanente por sus derechos territoriales y
culturales, situación que hoy día los ha llevado a presentar una demanda
internacional por violaciones a sus derechos territoriales ancestrales. Eso es
lo que debemos celebrar, la lucha por la vida, por la sobrevivencia de nuestro
pueblo; para no ser domdesticados y desterrados una vez mas de nuestras tierras
y territorios.
Sambo Creek, 8 de Marzo del
2014
Organización Fraternal Negra
Hondureña, OFRANEH
OFRANEH
Organizacion Fraternal Negra Hondureña
Organizacion Fraternal Negra Hondureña
Sambo Creek, Atlántida.
Honduras
telefax: 504-24541513 / 504-24490003
email:garifuna@ofraneh.org / ofraneh@yahoo.com
Honduras
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