Publicado el 21/07/2013 • en el tema Panamá
El relator especial para los Derechos de los Pueblos
Indígenas de las Naciones Unidas, James Anaya, se reunió con
representantes de la comarca Ngäbe-Buglé, quienes denunciaron la
escalada de represión lanzada por el Gobierno panameño contra la
comunidad indígena de la zona.
El titular de la Organización de Naciones Unidas
(ONU) durante un encuentro mantenido el sábado en Cerro Venado,
Chiriquí, con la cacica general Silvia Carrera y líderes de 12
organizaciones incluidas la Coordinadora indígena, el congreso
tradicional y el Movimiento 10 de Abril, recibió un número ingente de
reclamos y peticiones para que el relator las tome en consideración.La
población indígena denunció el aumento de la ola de violencia, represión
y matanza desatada por el Gobierno del presidente Ricardo Martinelli,
señaló Ricardo Miranda, un vocero indígena.
Miranda explicó por ejemplo, el asesinato de su compañero, Jerónimo
Rodríguez, a manos de la policía durante una violenta represión contra
los nativos que se oponían a los proyectos hidroeléctricos en la
comarca.
Los originarios, pidieron además, el respaldo de Anaya ante la ONU para que el Gobierno panameño reconozca los derechos del pueblo Ngäbe-Buglé. Además, llamaron al máximo organismo mundial a rechazar las construcciones de hidroeléctricas sobre el río Tabasará en Barro Blanco y muchos otros lugares, así como la venta ilegal de sus tierras en Kankintú.
El relator de la ONU aseguró por su parte, analizar sus denuncias y reclamos y presentar un informe al Consejo de Derechos Humanos de la ONU, y al Gobierno de Panamá, para que escuche las quejas de la población nativa.
“Hay un interés por parte de la ONU de que se respeten los derechos humanos de los indígenas y a ello se debe mi presencia aquí”, subrayó el relator.
Los originarios, pidieron además, el respaldo de Anaya ante la ONU para que el Gobierno panameño reconozca los derechos del pueblo Ngäbe-Buglé. Además, llamaron al máximo organismo mundial a rechazar las construcciones de hidroeléctricas sobre el río Tabasará en Barro Blanco y muchos otros lugares, así como la venta ilegal de sus tierras en Kankintú.
El relator de la ONU aseguró por su parte, analizar sus denuncias y reclamos y presentar un informe al Consejo de Derechos Humanos de la ONU, y al Gobierno de Panamá, para que escuche las quejas de la población nativa.
“Hay un interés por parte de la ONU de que se respeten los derechos humanos de los indígenas y a ello se debe mi presencia aquí”, subrayó el relator.
HISPAN TV
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