www.tiempo.hn / 12.07.2013. /San Pedro Sula, Honduras
Aníbal Barrow tenía registradas a su nombre, desde el 5 de julio de
2011, dos armas de fuego de calibre 45 milímetros y el 24 de junio
portaba una de estas, pero los criminales que lo secuestraron y mataron
no le dieron tiempo de usarla.
En
todas las escenas relacionadas al secuestro y asesinato del periodista,
y que fueron inspeccionadas por agentes de Inspecciones Oculares de la
Dirección Nacional de Investigación Criminal (DNIC), no se logró
encontrar el arma del comunicador, confirmaron las autoridades.
Aníbal Barrow recibió dos balazos en el rostro (uno cerca de la boca y
el otro en la sien izquierda), los que le habrían provocado la muerte de
manera casi inmediata. Esta hipótesis es reforzada por la gran cantidad
de sangre y fragmentos de cráneo que médicos forenses encontraron en el
asiento del pasajero de su camioneta, y que a través de análisis
científicos Medicina Forense confirmó que eran de Barrow.
Al analizar la declaración del testigo protegido, que asegura que tres
miembros de la banda de “El Gordo” (Héctor alias “El Gordo”, Dennis
alias “El Diablo” y Gabriel alias “El Chele”) interceptaron al
comunicador y lo trasladaron en su propia camioneta a las cañeras de El
Bálsamo; las autoridades sospechan en prima instancia que el primer
balazo que le infirieron fue posiblemente porque la víctima opuso
resistencia.
El testigo declaró a las autoridades que Gabriel “El Chele” era quien
viajaba en el asiento trasero de la camioneta, y también quien llevaba
encañonado al periodista. Según el testigo, “El Chele” disparó la
primera vez contra el rostro de la víctima y el proyectil le destrozó la
prótesis dental. Minutos después Héctor “El Gordo” recibió una llamada y
su interlocutor le ordenó matar a Barrow. Fue entonces que le
infirieron un segundo balazo.
Las autoridades no descartan que el delincuente que llevaba encañonado a
Barrow haya presionado el gatillo la primera vez, antes que se les
confirmara por teléfono la orden de matarlo, por nervios o porque la
camioneta cayó en un bache o chocó contra un bordo.
“La parte frontal izquierda de la camioneta de Aníbal Barrow tiene un
golpe y una gran cantidad de tierra negra, lo que hace presumir que
chocó contra un bordo o bulto de tierra. No se descarta la posibilidad
de que en ese momento al sicario se le haya escapado el primer disparo”,
sostuvo la fuente policial.
Lo que sí tienen claro las autoridades es que la orden que recibieron
los sicarios cuando los contratados, fue la de matar a Aníbal Barrow.
“La orden no era secuestrarlo y entregarlo vivo a otro grupo pues el
testigo afirma que desde el principio, cuando los contrataron, la misión
era interceptar a una persona en San Pedro Sula y matarla”, concluyó la
fuente.
CROLONOGÍA
-24 de junio secuestran al periodista Aníbal Barrow en las cercanías del estadio Olímpico y tres horas después su camioneta fue encontrada en las cañeras de El Bálsamo, Villanueva.
-24 de junio secuestran al periodista Aníbal Barrow en las cercanías del estadio Olímpico y tres horas después su camioneta fue encontrada en las cañeras de El Bálsamo, Villanueva.
-5 de julio la fiscalía presenta a cuatro personas que supuestamente
participaron en el secuestro y muerte del comunicador, los cuales fueron
capturaron en los sectores Lomas del Carmen de San Pedro Sula y Dos
Caminos de Villanueva. A dos de estos se les decomisó los celulares
propiedad de Aníbal Barrow.
-9 de julio, tras 16 días de intensa búsqueda, autoridades lograron
ubicar en un crique de las cañeras de la colonia Siboney de Villanueva
el cadáver desmembrado de Aníbal Barrow.
10-Autoridades del Ministerio Público confirman que el cuerpo hallado
en Siboney era del comunicador y presenta fotografías y nombres de otros
miembros de la presunta banda criminal que cometió asesinato.
-11 de julio, en medio del dolor y la consternación, familiares y
amigos despiden en el cementerio Jardines del Recuerdo los restos de
Aníbal Barrow.
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Ibis no resistió la tentación de usar el celular de Barrow
La Fiscalía acusó a Ibis Laurette Lara por asesinato, robo
agravado y asociación ilícita, pero el juzgado, por no encontrar pruebas
en su contra, sólo la responsabilizó por el delito de encubrimiento.
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Después de lanzar los miembros del cuerpo de Aníbal Barrow a la laguna
de los lagartos en Siboney, Villanueva, los delincuentes de la banda de
“El Gordo” creyeron que el crimen estaba consumado y estaban convencidos
de que no habían dejado cabos sueltos.
El 24 de junio alrededor de las 2:30 de la tarde, varios hombres
armados interceptaron a Aníbal Barrow, cuando junto con dos acompañantes
se conducían en su camioneta Honda, gris, a la altura del Estadio
Olímpico de San Pedro Sula.
Los delincuentes dejaron abandonados a los acompañantes. A Aníbal,
mientras iban en marcha en la camioneta, le disiparon en la cabeza y lo
asesinaron. Posteriormente, intentaron calcinarlo, pero al no lograrlo,
lo descuartizaron con un machete y finalmente lanzaron las partes del
cuerpo a una laguna. Tres días después, el 27 de junio, una acción
aislada del crimen les lanzó una señal a los agentes de investigación y
les sirvió para encontrar la punta de la madeja del macabro asesinato.
Ese día, Ibis Laurette Lara recibió un celular BlackBerry, cuyo IMEI
(International Mobile Equipment Identity, Identidad Internacional de
Equipo Móvil) es el 35921046665064. Al tener en sus manos ese teléfono,
modelo Bold, ella pensó que tenía una oportunidad de cambiar de aparato.
Entonces, procedió a retirar su chip (con número 99807873) del Samsung
de su propiedad y lo colocó en el BlackBerry.
Desde ese celular, Laurette Lara realizó llamadas, declaró el agente de
investigación encargado de dar seguimiento al rastro electrónico de las
llamadas, en la audiencia inicial celebrada el pasado miércoles en el
Juzgado de Letras Unificado de lo Penal.
Los agentes de la Dirección Nacional de Investigación Criminal (DNIC)
lograron establecer que Laurette Lara utilizó el celular de Barrow,
después de que éste había desaparecido, y procedieron a investigar la
dirección de la mujer.
El 5 de julio, autoridades policiales allanaron la vivienda de
Laurette Lara, ubicada en la aldea Dos Caminos, Santa Fe, Villanueva. En
esa casa, encontraron el teléfono BlackBerry, una arma de fuego serie
T146757, un revólver 3.57 CBF639460.
En esa vivienda, las autoridades capturaron a Laurette Lara y a su
marido José Hernán Díaz, con quien tiene tres hijos, también a Gustavo
Armando Durán, Delmer Donael Durán. Otro individuo, implicado en el
crimen, ahora, testigo protegido, les indicó a los agentes de
investigación que José Hernán Díaz es conocido en el mundo del hampa con
el alias de “El Choco” y es quien contrató a otros sicarios (de la
banda de “El Gordo”) para ejecutar a Barrow.
El miércoles, en la audiencia inicial, el Juzgado de Letras de lo Penal
decretó auto de prisión contra Laurette Lara por el delito de
encubrimiento. Mientras, al resto de capturados el delito de asesinato y
robo agravado.
A José Hernán Díaz y a Gustavo Armando Durán, además, el juzgado los
supone responsable por posesión ilegal de armas. Las autoridades de la
DNIC han investigado a otras personas porque también utilizaron otro
teléfono que Barrow poseía el pasado 24 de junio.
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