domingo, 2 de junio de 2013

HONDURAS: UNA CARAVANA ENTRE LA POBREZA Y LA ESPERANZA // Estrategias coyunturales de la lucha de clases en Honduras.

2 de Junio 2013
Galel Cárdenas

 





Se ha realizado una caravana de motivación política entre algunas de las más de sesenta colonias que posee el territorio Emo de LIBRE, en el sector nor oriental de Tegucigalpa, y no puede menos el aspirante a diputado, a alcalde o a regidor, si no sentirse satisfecho porque la gente sale a vitorear el partido LIBRE, a elevarlo a la categoría de partido de los Pobres.

Veintitrés diputados y un alcalde recorrían el territorio.

Los pobres, los que no tienen casa, alimentación, ropa, educación, medicina, escuela,
salen a abrazarnos y a darnos la mano, todos llevando en el brillo de los ojos la esperanza de un cambio de vida, una luz para salir de la pobreza, o para lograr en un gobierno los alimentos de la cotidianeidad, la casa soñada, la escuela moderna, la calle pavimentada, el empleo oportuno, y sobre todo, el poder soberano de construir la nueva sociedad donde equidad, justicia y libertad constituyan el sol que alumbre para todos, la democracia que se manifieste como algo capaz de ser palpado, vivido y gozado.

Y es que uno siente en las manos y en el abrazo esa alegría del nuevo poder de la insurrección contra la injusticia social, la inequidad concreta, el olvido sistemático.

Y nos dicen los queremos en esta comunidad convertidos en diputados para que podamos construir una comunidad digna, un barrio seguro, una colonia donde no se nos mueran los niños por enfermedad, hambre o miseria.

Y salen de sus remedos de casa, de sus calles lodosas o polvorientas, con sus vestidos a veces rasgados, y sus imitaciones de zapatos que no protegen los pies de la agreste calle, cerro u hondonada.

Y poseen sus banderas de libertad ondeando con el viento de la mañana o de la tarde, agitando su esperanza y su credibilidad en los candidatos a diputados, que son para ellos la llave de su posible redención social.

Y creen en las palabras de aliento del candidato a alcalde, en las promesas del cambio de la candidata presidencial, una mujer que es venerada como si fuera de antemano un santo o santa que habrá de operar milagros en todas las comunidades de la pobreza extrema.

Y hasta los niños desnudos y harapientos salen al encuentro de la agitación política, de la animación social, de la alegría ideológica, en fin, todos salen a ofrecer sus brazos y sus manos y sus votos como una riqueza personal que poseen, porque de otra manera qué podrían ofrecer en sus humildes viviendas y colonias, donde el agua no existe, donde la electricidad es un lujo, donde la hornilla está apagada porque no hay que cocer, freír, o calentar.

Y los candidatos a diputados o diputadas con su número 25 en la palabra (23 diputados, 1 alcalde, una presidenta) esgrimen sus frases de aliento, de esperanza, de redención, con una sonrisa que llena de claridades el mundo oscuro del pobre.

Y después de haberse finalizada la visita acompañada de carros, motos, parlantes, música partidaria, la tristeza vuelve a arropar las calles desiertas, las casas soledosas, en fin, vuelve al hogar el silencio del que nada tiene y nada vale.

Y la caravana prosigue a otros barrios, otras colonias y otros compañeros dirigentes populares que traen en sus palabras la esperanza de un destino mejor y de un nuevo modelo de sociedad, donde el hambre, la miseria sean sólo un punto de referencia cuando ingresen a sus casas todas las conquistas sociales posibles.

Todo esto acontece en las caravanas de la dignidad: una realidad espantosamente pobre y una esperanza posible. La cruel paradoja del que nada tiene y todo necesita.

Sólo quedan en los oídos las palabras que contienen las promesas de un mejor día, un mejor sistema y de una posible redención que los anime a proseguir la ruta de la vida y de la dignidad que representa el Partido Libertad y Refundación.

¡Quienes traicionen esas promesas y esas palabras que los condene la historia y los pueblos libres de tanta ignominia social a que han sido sometidos desde la época de la primera república!


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Galel Cárdenas
 
Estrategias coyunturales de la lucha de clases en Honduras.
 
Las estrategias constituyen conjuntos de acciones planificadas para ser ejecutadas en el tiempo y en el espacio con el objetivo de alcanzar objetivos específicos.
La lucha de clases, de este modo, en su contradicción entre clases dominadas y clases dominantes, van desarrollando acciones de alianzas, convenios, conversac...iones y tratados, con el fin de alcanzar objetivos que pertenecen a dos momentos, primero, afianzar la conciencia en sí de la clase y luego promover la conciencia para sí con el propósito de lograr las transformaciones o el status quo.
En la época de la independencia, Francisco Morazán le tocó enfrentar las alianzas de las clases oligárquicas coloniales, con los restos imperiales que habían estructurado en Centroamérica un tejido político muy importante con la iglesia católica.
Morazán impulsó el laicismo y la separación de la iglesia del Estado. Al prohibir los diezmos y las primicias que recibían los sacerdotes, los conventos y el arzobispado, Morazán entró en conflicto con la clase dominante centroamericana de la época.
La estrategia de Morazán consistió en promover las ideas de la ilustración y el iluminismo en los círculos más progresistas de la región, por lo que logró un estado mayor revolucionario morazanista muy importante hasta el momento en que es fusilado en Costa Rica.
En la época de la Huelga de 1954, los trabajadores hondureños aprovecharon el descontento que había generado la dictadura del General Tiburcio Carías Andino, quien había perseguido a los más connotados líderes liberales que se oponían al régimen de terror, las organizaciones de origen socialista que se habían generado gracias a las ideas de Manuel Cáliz Herrera y Juan Pablo Waingrith, como también la solidaridad de los obreros hondureños organizados en grandes y pequeños sindicatos.
La estrategia de la lucha obrera consistió en organizar la más grande huelga obrera que ha conocido la nación; en el fondo, había el propósito de plantear una nueva república, una nueva democracia, que era sencillamente la democracia obrera sindical.
En el golpe de Estado de junio de 2009 promovido por el Departamento de Estado Norteamericano que logró conjuntar la burguesía oligárquica monopólica hondureña, su expresión política en los partidos tradicionales y las Fuerzas Armadas de Honduras, tomaron como estrategia de clase dominante asestar un golpe de estado al Presidente Manuel Zelaya Rosales debido a que había propuesto la instalación de una cuarta urna para que el pueblo hondureño opinara sobre la instalación de la Asamblea Nacional Constituyente y la redacción de una nueva Constitución.
La estrategia asumida fue entonces conjuntar todas las fuerzas conservadoras para derrocar al Presidente Zelaya, a fin de evitar que el pueblo se pronunciara a favor de la instalación de la Asamblea Nacional Constituyente, en el fondo, no fue ese el motivo, si no la excusa.
El Presidente Zelaya, había logrado importantes avances en su gobierno, pero esencialmente había logrado ciertos objetivos populares como son para el caso, el aumento del salario mínimo sin precedentes en el país, la rebaja del combustible afectando las ganancias de las trasnacionales del petróleo, haber traído al país al Hugo Chávez y Evo Morales, como integrantes de la Alba (Alianza Bolivariana para los pueblos de Nuestra América) entre cuyos postulados se establecía una alternativa al Alca (Area de Libre Comercio de las Américas) promovido por el imperio, la estructura que había sido creada por Venezuela y Cuba era una propuesta de a la pobreza, la exclusión social con base en un planteamiento socialista, lo cual constituyó para Estados Unidos casi una afrenta, ya que ningún presidente de Honduras había llegado en tan poco tiempo tan lejos.
La estrategia conservadora produjo el más sangriento golpe de estado de hacía unos 30 años, período correspondiente a la democracia representativa que hoy ostentan los gobiernos de Roberto Micheletti y Porfirio Lobo Sosa, quienes desde la estructura de la primera magistratura nacional emprendieron una especie de camino desandado, e impulsaron más cada día las relaciones de dependencia a tal grado que la embajada de Estados Unidos dirige por ejemplo las re estructuraciones policiales y de la fiscalía general, en el Congreso Nacional el ahora candidato a la presidencia de la república Juan Orlando Hernández ha emitido todo un conjunto de leyes en contra de los intereses de un pueblo empobrecido y despojado de su soberanía popular.
La estrategia de las clases conservadoras hondureñas han defendido el modelo que les proporcionó Estados Unidos y ahora están desesperados ante la contra estrategia popular, de la fuerza de frente amplio que ha propuesto el partido Libertad y Refundación.
Al ser derrocado el presidente Zelaya se produjo en el pueblo a nivel de campesinos, obreros, profesionales universitarios, maestros, amas de casa, etc. una alianza de clases dominadas en contra del golpe de Estado, y fue así que en el decurso del golpe fue creado el Frente Nacional de Resistencia Popular (FNRP) para darle paso al Partido Libre como expresión política de todas las fuerzas sociales que integran el frente amplio político y social, como expresión de la unidad de las clases dominadas de Honduras.
Es así que, en Honduras, hoy se enfrentan dos propuestas estratégicas opositoras, la estrategia neoliberal y fascista de las clases dominante nacionales y la propuesta del poder popular refrendado y nacido de la Asamblea Nacional Constituyente responsable de refundar el país mediante una nueva constitución nacional que promueva un modelo alternativo de inclusión, equidad, justicia y libertad, en contra del modelo explotador neoliberal que practican los conservadores consistente en vender parte del territorio nacional para instalar las ciudades modelos, vender las cuencas hidrográficas de la geografía hondureña con el fin de construir redes de represas hidroeléctricas transnacionales, despojar a los campesinos de la reforma agraria que ha venido ejerciendo el Estado para equilibrar la propiedad rural y hacerla más productiva, así mismo ha incentivado las exoneraciones a las empresas oligárquicas para desarrollar el modelo de explotación inhumana hondureña.
Las estrategias como hemos visto constituyen conjuntos de acciones planificadas para ser ejecutadas en el tiempo y en el espacio con el objetivo de alcanzar objetivos específicos, y las estrategias de clase son en el fondo los motores de la historia en los países de poco desarrollo, gran pobreza y dependencias imperiales.
La lucha de clases clases sociales en Honduras está vigente aunque lo rechacen las clases oligárquicas, sus voceros y representantes ante le próximo evento electoral que se desarrollará el 24 de noviembre próximo. La pregunta que cabe es: ¿Triunfará electoralmente la alianza de las clases populares del partido LIBRE o ganará las elecciones el modelo neoliberal de los partidos tradicionales?
Al parecer la respuesta se está inclinando por el triunfo electoral del Partido de los pobres, el partido Libertad y Refundación.
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