El Grupo Unitario Internacional de Apoyo a la Resistencia (GUIAR) y su página www.hondurastierralibre.com, saluda en el "Día de la Madre" a todas las madrecitas de Honduras y el mundo y en especial a aquellas que luchan hoy por la Refundación de Honduras en una sociedad mejor,una sociedad donde sea posible formar a sus hijos en un ambiente de paz y libertad con equidad,dignidad y justicia y no de explotación y miseria para muchos y de lujosa ostentación para una minoría oligarquica insensible y su gobierno, que como ahora hasta dispone de la vida de los ciudadanos con la represión cuando se demandan mejores condiciones de vida.
Saludamos con un abrazo fraterno y con admiración a la mujer madre o abuela que asume rol de padre frente a la ausencia de éste y lucha incansablemente por llevar a los suyos lo necesario para sobrevivir en la sociedad injusta que se nos impone, desde la cuspide del poder civil-militar en la actualidad. Le acompañamos en sus sueños de luchar hasta forjar una nueva Patria, diversa de la ensangrentada de hoy y transformarla en un mañana cercano en la Patria de todos y todas, sin exclusiones, donde las madres y abuelas puedan ver crecer y desarrollarse al bello fruto de sus entrañas maternas y preparándose para colaborar en administrar el nuevo país desde el Poder Popular.
Vaya para ustedes madrecitas,todo nuestro respeto,cariño y admiración en su día y para aquellos que ya no la tenemos fisicamente,compartimos un mensaje fraternal y solidario que podemos brindar como hermanos y hermanas que tambien recordamos junto a ustedes al ser querido que se adelantó en la ruta por conquistar la Libertad.
Por el Grupo Unitario Internacional de Apoyo a la Resistencia (GUIAR)
Américo Roca Dalton
Analista / Director de www.hondurastierralibre.com
Suiza,en el Día de la Madre,domingo 12 de Mayo 2013.
“Madre, te bendigo porque supiste hacer de tu hijo un hombre real y enteramente humano”.
Miguel Angel Asturias.
Manos las de mi madre, tan acariciadoras,
¡Sólo ellas son las santas, sólo ellas son las que aman,
las que todo prodigan y nada me reclaman!
¡Las que por aliviarme de dudas y querellas,
me sacan las espinas y se las clavan en ellas!
Para el ardor ingrato de recónditas penas,
no hay como la frescura de esas dos azucenas.
¡Ellas cuando la vida deja mis flores mustias
son dos milagros blancos apaciguando angustias!
Y cuando del destino me acosan las maldades,
son dos alas de paz sobre mis tempestades.
Ellas son las celestes; las milagrosas, ellas,
porque hacen que en mi sombra me florezcan estrellas.
Para el dolor, caricias; para el pesar, unción;
¡Son las únicas manos que tienen corazón!
(Rosal de rosas blancas de tersuras eternas:
aprended de blancuras en las manos maternas).
Yo que llevo en el alma las dudas escondidas,
cuando tengo las alas de la ilusión caídas,
¡Las manos maternales aquí en mi pecho son
como dos alas quietas sobre mi corazón!
¡Las manos de mi madre saben borrar tristezas!
¡Las manos de mi madre perfuman con terneza!
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