sábado, 11 de mayo de 2013

Centro por la Justicia y el Derecho Internacional (CEJIL) celebra día histórico para la justicia guatemalteca // Escucha: En Guatemala repican las campanas de la justicia

 
11 de mayo de 2013
El Centro por la Justicia y el Derecho Internacional (CEJIL) celebra la sentencia dictada por la justicia guatemalteca contra el general en retiro Efraín Ríos Montt, quien fue encontrado culpable por los delitos de genocidio y contra deberes de humanidad y fue condenado a la pena máxima de 80 años de prisión. 

Esta sentencia constituye un triunfo paradigmático en el continente y es un primer paso y una oportunidad única para garantizar el derecho de las víctimas para obtener justicia, verdad y reparación.

El ex general y jefe de inteligencia José Mauricio Rodríguez Sánchez fue absuelto de los cargos que se le imputaron, sin embargo esperamos que continúen las investigaciones que sienten las responsabilidades para todas y cada una de las partes involucradas, tal y como lo ordenó esta tarde también el Tribunal de Sentencia de Mayor Riesgo A de Guatemala.

Con la resolución del citado Tribunal, el país centroamericano cumple con su compromiso de garantizar justicia como signatario de la Convención Americana sobre Derechos Humanos.

El Tribunal consiguió llevar adelante un juicio justo e imparcial pese a las evidentes estrategias dilatorias presentadas por la defensa de los imputados. Por ello es importante que los órganos jurisdiccionales que conozcan de los recursos que se interpongan, continúen actuando con imparcialidad e independencia y respeten el derecho de las víctimas a una tutela judicial efectiva.

La decisión del Tribunal tiene un significado histórico, al obtenerse una condena de un ex general a través de un juicio llevado a cabo por los tribunales del propio país.

La sentencia es consecuencia de la abnegación de víctimas, familiares y organizaciones de derechos humanos guatemaltecos por obtener justicia. CEJIL saluda y felicita a estos actores que han hecho posible este día histórico.

CEJIL afirma que no es posible concebir la paz y la democracia sin la justicia.



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Escucha: En Guatemala repican las campanas de la justicia.
 
 
"Oigo pegando mis oídos al mapa vivo de tu suelo que llevo aquí, aquí en las manos, repicar todas tus campanas, parpadear todas tus estrellas". Miguel Ángel Asturias
 
Ríos Montt ha sido condenado por genocida, el  ex dictador que había asegurado un camino de impunidad a través de la política, el clientelismo, chantaje, la intimidación y la corrupción, por fin no pudo acallar la voz de las víctimas, ni de la justicia. El verdugo no ha vencido.
 
Quienes hemos acompañado al pueblo de Guatemala en estos largos años de frustrados intentos de reconocimiento de los derechos de las víctimas frente a una institucionalidad moldeada por la voluntad de los criminales de Estado; decimos en las palabras del poeta del pueblo, gracias hermosa y sufrida Guatemala, por repicar las campanas de dignidad en esta hora  de la justicia.

Quienes hemos tenido la maravillosa y dolorosa experiencia de caminar por 
Nebaj, en la zona Ixil del Quiché escuchando los testimonios de las indígenas a las que se les privó de sus seres más queridos, a quienes se les violó y torturó, a las y los millares  que han arrastrado la humillación del olvido, del silencio, de la impunidad, agradecemos desde lo más profundo de nuestra condición humana que  nunca  se resignaron a perder la memoria, ni la esperanza.

Quienes tuvimos la suerte de conocer a monseñor Juan Gerardi, beneficiándonos de su sabio humor por los pasillos de la ONU en Ginebra, mientras sacudía con sus testimonios el templo de la injusticia, él que padeció el exilio y la difamación, que impulsó la Recuperación de la Memoria Histórica, para que la iglesia ni su pueblo fuera indolente con el pasado vergonzoso de las peores atrocidades humanas, tenemos que decirle a sus verdugos que no han vencido. La iglesia viva que Gerardi heredó, hace hoy sonar las campanas de Dios con el eco de la voz de los humildes. En esta hora de la justicia le decimos a la madre de Monseñor Juan Gerardi Conedera, en las palabras de Asturias: Madre, te bendigo porque supiste hacer de tu hijo un hombre real y enteramente humano”.

Quienes conocimos a Myrna Mack Chang, con su bondadosa inteligencia y solidaridad, contribuyendo a fundar la Asociación para el Avance de las Ciencias Sociales y dando a conocer al mundo la heroicidad de las Comunidades de Población en Resistencia sometidas a la infame y cobarde persecución de las Fuerzas Armadas, agradecemos profundamente a su hermana Helen, porque en esta hora de la justicia, hay una estrella Myrna iluminando nuestros pasos.

Quienes hemos agradecido a Rosalina Tuyuc su existencia y su infinito coraje como a Rigoberta Menchú, por su capacidad de abrir caminos para que transiten con dignidad  las mujeres y hombres mayas nacidos del maíz; les agradecemos por su persistencia y  lucha que hoy hacen parpadear todas las estrellas del universo en nuestros corazones disipando las sombras de la impunidad.
 
Quienes hemos compartido con las defensoras y defensores de derechos humanos en Guatemala, venciendo sobre todos los miedos, les agradecemos que nos hayan ayudado a oír el mapa vivo de su suelo que es el nuestro, donde se yergue un paisaje de paz. Les llevamos siempre en nuestras propias luchas, sus manos se entrelazan con  las nuestras para hacer repicar las campanas del amor social
 
Y agradecemos a una mujer valenciana que se ha inclinado en nuestra bella y atormentada región para oír pegando sus oídos con los nuestros en el mapa vivo de la tierra hermana, para que la condena al genocida fuera posible. Almudena Bernabeu, te agradecemos no menos que lo que debemos reconocer en la fiscal y la juez que con su rectitud, han hecho sonar la campanas de esperanza,  en esta hora inmortal de la justicia!.
 
Luis Guillermo Pérez Casas
Secretario General Federación Internacional de Derechos Humanos –FIDH-
Colectivo de Abogados “José Alvear Restrepo”
11 de mayo de 2013. Bogotá, Colombia. 



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