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Mark Weisbrot /
The Guardian Unlimited
Puede
que un escuadrón de la muerte no sea la primera opción del régimen de
Obama en Honduras, pero ellos lo prefieren frente a otro gobierno de
izquierda
El
vídeo, tomado al azar por una cámara de seguridad de un almacén, es
escalofriante. Cinco jóvenes están caminando por una calle tranquila en
Tegucigalpa, Honduras.
Un gran todoterreno negro se detiene, seguido por otro vehículo. Dos hombres enmascarados con chalecos antibalas saltan rápidamente desde el coche que va a la cabeza levantando unos fusiles AK-47.
Los dos jóvenes que están más cerca de los vehículos ven que no
tienen ninguna posibilidad de huir, por lo que se quedan congelados y
ponen sus manos en alto. Los otros tres echan a correr velozmente y son
perseguidos a balazos por el segundo equipo de asesinos. Escapan
milagrosamente con uno de ellos herido; sin embargo, los dos que se
rindieron se ven obligados a tumbarse boca abajo en el suelo. Frente a
la cámara, los dos estudiantes, que eran hermanos de 18 y 20 años, son
rápidamente
asesinados a balazos en la parte posterior de la cabeza. En menos de 40
segundos desde su llegada, los asesinos huyen lejos, para nunca más ser
encontrados.
Este
alto nivel de profesionalidad y el 'modus operandi' de los asesinos han
llevado a muchos observadores a concluir que se trataba de una
operación del Gobierno. El vídeo fue publicado por el diario 'El
Heraldo' el mes pasado, y el asesinato tuvo lugar en noviembre del año
pasado. No ha habido ningún arresto.
Actualmente,
el Gobierno de Obama está siendo criticado por su papel en la
financiación y el armamento de la asesina Policía hondureña, violando la
ley estadounidense. Bajo de la "Ley Leahy" –llamada así por el senador
de Vermont Patrick Leahy– al Gobierno de EE.UU. no se le permite
financiar unidades militares extranjeras que hayan cometido impunemente
graves violaciones a los derechos humanos. El Director General de la
Policía Nacional de Honduras, Juan Carlos Bonilla, está implicado en
escuadrones de la muerte, algo que miembros del Congreso de EE.UU. han
denunciado desde que Bonilla fue nombrado en el cargo el pasado mes de
mayo. Gracias a unos excelentes reportajes de investigación de the
Associated Press en el último par de semanas –mostrando que todas las
unidades de la policía están, de hecho, bajo el mando de
Bonilla– se ha evidenciado que la financiación de la Policía hondureña,
por parte de Estados Unidos, es ilegal.
Ahora
veremos qué significa el "estado de derecho" o la "separación de
poderes" aquí en la capital del país al que tanto le gusta dar lecciones
a otros países "menos desarrollados" sobre estos principios.
¿Por
qué el gobierno de Obama sería tan obstinado como para engañar y
desafiar al Congreso con el fin de apoyar escuadrones de la muerte
pertenecientes al Gobierno en Honduras? Para responder a esta pregunta
tenemos que ver cómo llegó al poder el actual Gobierno de Honduras, y
cuán importante fue el papel que desempeñó la represión violenta hacia
la oposición política para que éste se mantuviese allí.
El
Gobierno del presidente hondureño Pepe Lobo fue "elegido" después de
que un golpe militar derrocara al Gobierno democráticamente electo del
presidente Mel Zelaya en junio de 2009. Zelaya dijo más tarde a la
prensa que Washington estuvo involucrado en el golpe; lo que es muy
creíble, dada las pruebas indiciarias. Pero lo que sabemos con certeza
es que el Gobierno de Obama estuvo muy involucrado en ayudar al gobierno
golpista a sobrevivir y legitimarse. Washington apoyó la elección de
Lobo en noviembre de 2009 desoyendo la oposición de casi todo el
hemisferio. La Organización de Estados Americanos y la Unión Europea se
negaron a enviar observadores a unas elecciones que la mayor parte del
mundo veía como manifiestamente ilegítimas.
El
golpe de Estado desató una ola de violencia en contra de la disidencia
política, violencia que continúa hasta nuestros días. Incluso la
Comisión de la Verdad y Reconciliación, creada por el gobierno golpista,
encontró que se había "llevado a cabo una persecución política. . . y
ésta era responsable de una serie de asesinatos cometidos por agentes
del Estado y quienes actuaban por orden suya, además de la represión
generalizada y violenta de los derechos de expresión, reunión,
asociación...".
Esto
fue señalado por el 'Center for Constitutional Rights' (Nueva York) y
por la Federación Internacional para los Derechos Humanos con sede en
París, en un informe presentado a la Corte Penal Internacional. El
informe de CCR/ FIDH también identifica "más de 100 asesinatos, la
mayoría de los cuales fueron selectivos, o asesinatos dirigidos,
producidos incluso despuésde que dos comisiones de la verdad terminaran
sus investigaciones". Un informe que va desde 2009 hasta octubre de
2012.
Los
asesinatos son la terrible señal de un ataque más amplio, el que
también se caracteriza por las amenazas de muerte contra activistas,
abogados, periodistas, sindicalistas y campesinos, así como los intentos
de asesinato, tortura, violencia sexual, arrestos y detenciones
arbitrarias. La Comisión de la Verdad [la segunda, la Comisión de la
Verdad independiente] describió los "ataques" del régimen como una forma
de utilizar el terror como medio de control social...
Ello
nos lleva a las elecciones que están programadas para el próximo año.
Hay, una vez más, un partido socialdemócrata en la contienda, que
incluye a las personas que valientemente defendieron la democracia
contra el golpe militar de 2009. Su candidata presidencial es Xiomara
Castro de Zelaya, la esposa del presidente del que Washington trató de
librarse tan obstinadamente. Este partido es una de las víctimas de la
represión política del gobierno: en noviembre el precandidato a alcalde
por el partido LIBRE, Edgardo Adalid Motiño, fue asesinado a tiros
después de asistir a un mitin político de Xiomara Zelaya.
Así
que ahí lo tienen. Puede que un escuadrón de la muerte perteneciente al
gobierno no sea la primera opción de la Administración Obama en
Honduras, pero ellos lo prefieren frente a otro gobierno de izquierda
que la gente elegiría si tuviesen la capacidad de organizarse en unas
elecciones libres. El gobierno actual pertenece a Washington, al igual
que la base militar de EE.UU. que el Pentágono quiere mantener allí
indefinidamente.
Si
todo esto le suena repugnante, y le recuerda a los escuadrones de la
muerte del presidente Reagan en Centroamérica en los 80’s, es porque es
así. La política de EE.UU. hacia América Central en realidad no ha
cambiado mucho en los últimos 30 años. La pregunta correcta ahora sería,
¿qué es lo que los miembros del Congreso de los EE.UU. van a hacer al
respecto?
The Guardian Unlimited - www.cepr.net
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domingo, 14 de abril de 2013
¿Serán los escuadrones de la muerte de Honduras el legado de Obama?
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