por JEAN-GUY ALLARD
Fecha: 3 de junio de 2012
Nieto homónimo de un politiquero hondureño
retrogrado recordado por haber dado un apoyo firme a la feroz dictadura militar
del coronel Oswaldo Lopez Arellano, el funcionario norteamericano Ricardo Zúñiga, nombrado por Barack Obama como Director de Asuntos
del Hemisferio Occidental de Estados Unidos, manejó en La Habana las operaciones
sucias de subversión y desestabilización de la Sección de Intereses
norteamericana (SINA) antes de supervisarlas desde Washington.
Zúñiga sustituye en
el puesto a Dan Restrepo, de origen colombiano, catapultado de su sillón
después del lamentable show de la
Cumbre de las Américas donde Obama se desprestigió, a la vez
por su incapacitad a enfrentarse a las aspiraciones de una América Latina
emancipada como por las excentricidades lúbricas de sus ángeles de la guardia.
Zúñiga, quien se
convierte en el principal asesor en política latinoamericana ante el Presidente
y su Consejo de Seguridad Nacional, es un norteamericano de origen hondureño, digno
nieto del político Ricardo Zúniga Agustinus (QDDG), el hombre fuerte del
Partido Nacional, arquitecto maquiavélico de la toma del poder por Oswaldo
Lopez Arrellano (OLA) mediante un golpe militar diez días antes de elecciones
presidenciales.
ANTICOMUNISTA FEROZ Y
GRAN SOCIO DE LA UNITED FRUIT
Anticomunista
enfermizo, el abuelo Zúñiga estructuró el gobierno ilegítimo y lo controló
totalmente hasta tal punto que sus amos yanquis se pusieron nervioso por el
descontento que creó en las propias filas del ejercito hondureño. El régimen instaurado
por Zuñiga y encabezado por el inepto OLA se consagró a hostigar todo aquel que
mostrara alguna señal de izquierdismo.
Zuñiga y su Partido
Nacional que controlaba con guante de hierro, llevaron a sus partidarios en un
delirio de “salvar Honduras del comunismo” con un “régimen de terror, odio y
muerte”, según un testigo de la época.
Así fue como OLA se
hizo presidente por primera vez el 3 de octubre de 1963 para quedarse en el
poder hasta el 7 de junio de 1971 cuando permitió que se realizaran otras
elecciones, Pero fue elegido quien lo molestaba y el 4 de diciembre de 1972, volvió
a tomarse la “presidencia”.
A pesar de su
afinidad con la United Fruit,
OLA y su fiel Zuñiga fueron expulsados
del poder el 22 de abril de 1975 en un golpe militar liderado por el General
Juan Alberto Melgar Castro, después de un escándalo provocado por EEUU y conocido
como el “Bananagate”.
Candidato
presidencial en 1981, el abuelo Zuñiga fue a parar en el gran cesto de la
historia.
EN LA HABANA, ZUÑIGA NIETO ROMPE
RECORDS DE INJERENCIA
Ricardo Zúñiga nieto consolidó
su carrera diplomática “durante una misión de los Estados Unidos en La Habana, Cuba, en donde
fungió como asesor en derechos humanos”, según el diario golpista hondureño La Prensa.
La realidad es bien
distinta y no tan limpia.
Zuñiga trabajo en el
bunker diplomático norteamericano del Malecón de La Habana, bajo la dirección
del excéntrico James Cason – luego nombrado embajador en Paraguay donde se
dedicó a cantar en guaraní, y ahora alcalde de Coral Gables, municipio de Miami
donde acaba de ocurrir un atentado terrorista dirigido contra Cuba.
En La Habana, Zuñiga que dirigía
todo el sector subversión y financiamiento de “disidentes”, en concordancia no
solo con el Departamento de Estado, sino con la CIA y la mafia terrorista de Miami, rompió
records en materia de injerencia.
Tanto fue su falta de
respecto hacia Cuba, su pueblo y su soberanía que llego a crear un ambiente de
confrontación diaria, a fuerza de groseras provocaciones, con las autoridades
revolucionarias de la Isla.
En una comparecencia
especial televisada, el 25 de abril de 2003, el líder cubano Fidel Castro
designó a Zuñiga y a su jefe Cason, como principales responsables del incremento de las acciones agresivas registradas
del gobierno de Estados Unidos contra Cuba.
Fidel citó varios
incidentes en los cuales el dúo Cason-Zuñiga se dedicó, descaradamente, a
inventar un “partido” de oposición quién intentaría muy hipotéticamente
derrocar al gobierno cubano.
Entre los días 19 y
25 de enero del 2003, mencionó Fidel, James Cason y Ricardo Zúñiga durante seis
días realizaron un recorrido por las provincias de Las Tunas, Holguín, Granma,
Santiago de Cuba y Guantánamo, dedicándose al “abastecimiento material” de
grupúsculos contrarrevolucionarios.
Tales visitas a
través del país a todo lo que parecía manifestar un cierto descontento, hizo de
Zuñiga un verdadero vendedor itinerante de las ideas más retrogradas y anticubanas
a una clientela en gran parte constituida de delincuentes antisociales en busca
de una visa para los Estados Unidos con estancia subsidiada.
Aleida Godinez, la Agente Vilma de la Seguridad del Estado,
quién estuvo infiltrada en este mismo periodo
en la llamada “disidencia”, se recuerda bien de “Ricky” Zuniega: “Es el
prototipo del yanqui, no importa si es hijo de Honduras, contrario a la
opinión de su tía Elizabeth “Tita” Zúniga que dice que nunca olvida sus raíces,
No tiene nada de latinoamericano”.
“A pesar de la candidez
que trasluce en su expresión personal y en su afable trato es un enemigo
acérrimo porque va allí, a la semilla, a garantizar el éxito con sus manos”.
Al terminar su
“misión humanitaria”· en Cuba, Zuñiga fue honrado por sus hazañas
anticomunistas y nombrado como funcionario de la oficina de Cuba del
Departamento de Estado que luego encabezo, donde pudo seguir dando libre curso
a sus pulsiones derechistas.
Finalmente fue
nombrado jefe de la sección política de la embajada de Estados Unidos en Brasil
– se pude adivinar a que se dedicó – antes de esta última promoción en la
capital imperial donde su responsabilidad será brindar asesoría a la Casa Blanca sobre su política
latinoamericana.
TWITTER: @AllardJeanGuy
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