El asesinato de Bruno
Rodríguez Monsalve , testigo clave en la causa que investiga apremios
ilegales y presunta violación a un menor de 16 años ocurrida el 18 de
enero en la Seccional Segunda de Trelew, Chubut, por la cual están
detenidos varios policías, es un hecho que debe ser esclarecido sin
dejar duda alguna.
A
las circunstancias, repudiables de por sí, en las cuales un menor de
edad fue torturado y violado dentro de una comisaría se le agrega el
homicidio de un testigo esencial para la continuidad de la causa en
situación que está siendo investigada pero que tiene muchos puntos
oscuros, especialmente los relacionados a la protección del mismo que,
por su carácter de declarante principal, debió ser de extrema seguridad.
Bruno había
denunciado amenazas y un intento de agresión pero parece que esto no
fue suficiente para tomar en cuenta el peligro en que se encontraba.
Resulta extraña la forma en que vuelve a Trelew sin que nadie se ocupe
de disuadirlo o acompañarlo oficialmente en su traslado. Vuelve
directamente a encontrar la muerte.
Considerando
que es un episodio que involucra directamente a personal de las fuerzas
de seguridad es aún mas necesaria la transparencia de las medidas que
se tomen para su esclarecimiento y la información que se le brinde a la
sociedad que exige, con razón, saber quienes y cómo se encargan del
cuidado de la seguridad pública y no es posible aceptar vacilaciones ni
impunidad posible ya que esto pone en juego la credibilidad de la
institución policial y, en consecuencia, judicial, ya sea por recaudos
no tomados o no cumplidos.
Argentina, 29 de marzo 2012
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