lunes, 6 de febrero de 2012

Honduras: Niña de cinco años pide a organismos internacionales obligar al Presidente a retirar policía y ejército del Bajo Aguan.‏// Solidaridad y esperanza: otro cultivo que experimentan campesinos de Rigores‏


 Alerta C-Libre
06 de Febrero de 2012.
 
Aclaración: Debido a lo establecido en el Código de la Niñez Hondureña
así como en los diferentes tratados internacionales suscritos por
Honduras, que protegen la integridad física y emocional de las niñas y
niños, C-Libre en la presente Alerta omite el nombre de la menor, quien
denunció ser una niña perseguida por la fuerza Militar Xatruch y la
Policía Nacional, acampadas en el sector del Bajo Aguan, departamento de
Colón.
 
No obstante ante el drama que viven a diario las y los campesinos en
esa zona, particularmente los niños y niñas, consideramos importante
publicar esta nota, pues la protagonista es un ser humano indefenso, que
a su corta edad, percibe con madurez y consciencia el conflicto agrario
en el Bajo Aguan por lo que defiende con entereza y firmeza su situación
de clase oprimida.
 
A continuación transcribimos íntegramente las palabras de la niña, que
fueron grabadas el día sábado 4 de febrero de 2012, en la comunidad de
Rigores, departamento de Colon, mientras se inauguraba la reconstrucción
de la escuela República de España.
 
Tegucigalpa, Honduras, (C-Libre). “Le pedimos a los organismos
internacionales y nacionales que obliguen a Porfirio Lobo Sosa a retirar
esta policía sanguinaria, soy una niña de cinco años que soy perseguida
por la operación Xatruch”, denunció la entrevistada.
 
“El día viernes 24 de junio del 2011 el movimiento campesino de rigores
fue desalojado violentamente de las tierras que poseíamos desde hace
muchos años por un comando de militares y de la policía preventiva,
ellos llegaron a quitarnos nuestras tierras y nos dieron un plazo de dos
horas y cumplidas las dos horas, nos atacaron y reprimieron con
violencia; quemaron nuestras viviendas y nuestra escuela”, relató la
niña.
 
“La comunidad de Rigores nos albergó en el centro comunal y una gran
cantidad de niños estaba llorando por no tener la cama donde dormían y
desde ese momento nos quitaron la tranquilidad que nosotros teníamos,
porque nos destruyeron nuestros cultivos de frijoles, yuca, naranjo y
por su culpa perdimos nuestra comida y compañeros campesinos fueron
trasladados al hospital sumamente graves producto de la represión
policial”.
 
“Ese mismo día nos llevaron a 13 compañeros, entre ellos una compañera,
para la jefatura de Tocoa, pero gracias a la ayuda de otros compañeros
amigos fueron liberados ese mismo día”.
 
“Me siento muy orgullosa porque soy hija de una campesina y de un
campesino.. Tierra para la tierra, campesino estar al pie de guerra,
campesinos si, Facusse no, fuera terratenientes,  aquí no los queremos,
concluyó la niña.
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Fuente: Comité por la Libre Expresión (C-Libre).
C-Libre es una coalición de periodistas y miembros de la sociedad civil
constituida para promover y defender la libertad de expresión  y el
derecho a la información en Honduras.

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Solidaridad y esperanza: otro cultivo que experimentan campesinos de Rigores‏


“Estamos convencidos que cuando hay voluntad y espíritu de solidaridad, se pueden  construir muchas cosas y hoy estamos construyendo una escuela”, dijo Rafael Alegría, coordinador de la Vía Campesina, al inaugurar el inicio de la reconstrucción de una escuela en la comunidad de Rigores, jurisdicción de Trujillo Colón.
El sábado cuatro de febrero,  la  esperanza y solidaridad del pueblo hondureño se hizo sentir en Rigores.  Bajo la coordinación de la Vía Campesina, más de una veintena jóvenes provenientes de diferentes regiones del país, se incorporaron a los trabajos de reconstrucción de la  escuela del asentamiento campesino Vida Nueva, edificio que junto a 120 viviendas, fuera destruido a mediados de 2011 por militares y policías, que ejecutaron un desalojo de tierras.
Vida Nueva es un grupo campesino conformado por 150 familias pertenecientes la Central Nacional de Trabajadores del Campo (CNTC), que durante doce años ha mantenido posesión de la tierra.  Producto de su esfuerzo y del apoyo de organizaciones no gubernamentales, los labriegos habían logrado edificar 120 viviendas, una escuela, un jardín de niños y un centro comunal. Su trabajo se vino abajo el 24 de junio del año pasado, cuando militares y policías cumpliendo órdenes de desalojo, utilizaron tractores para destruir la comunidad.
Además de dejar a la intemperie a las familias, el hecho violento obligó a cerca de un centenar de niños  a recibir clases bajo los árboles y sentados en las piedras. Esta situación puso en alerta a organización campesina, que con el apoyo de periodistas independientes  denunció la barbarie.
Con el propósito de favorecer a los niños de la comunidad, a través del programa En la Plaza, la Vía  Campesina realizó una campaña para la recolección de  útiles escolares y recursos económicos para la edificación de las aulas escolares.  
Un informe dado a conocer por el coordinador de la Vía Campesina, señala que durante la referida campaña se recolectaron 135 mil 56 lempiras con 74 centavos, que servirán para la compra de materiales y otros gastos. De igual manera hizo entrega de un lote de cuadernos, lápices y material didáctico que fue recolectado para uso de los niños y maestros del centro educativo.
“Hoy es un gran día porque se está colocando la primera piedra que da inicio a la construcción de la escuela, la Vía Campesina no construye escuelas, la construcción de la escuela debería ser un trabajo del gobierno, pero este gobierno no ha hecho caso a esta comunidad”, expresó la  coordinadora del Consejo de Desarrollo Integral de la Mujer (CODIMCA), Leoncia Solórzano, tras agradecer a la ciudadanía y a los periodistas independientes   que fueron solidarios con la comunidad.
Doce años insuficientes para legitimar la tierra
El desalojo violento de que fuera víctima el grupo campesino Vida Nueva, evidencia una vez más que al gobierno de la republica no le interesa favorecer a los más vulnerables, sino a quienes pueden comprar la conciencia de los operadores de justicia.
A inicios de 2011 por presiones  de la Federación Nacional de Agricultores y Ganaderos de Honduras (FENAGH), la  sala constitucional de la Corte Suprema de Justicia declaró inconstitucional el decreto 18-2008, que daba facultaba al Instituto Nacional Agrario (INA), para expropiar las tierras que habían sido recuperadas por los campesinos.
La figura legal tenía como propósito hacer efectivo el derecho a la tierra de miles de familias campesinas en todo el país.
Este decreto en su artículo 4 ordenaba  al INA revisar los expedientes y las actividades de campo para verificar los requisitos de expropiación. Aunque el grupo Vida Nueva, era beneficiario de la legislación, por desidia de las autoridades no logró legitimar la propiedad, situación que provocó el desalojo que destruyó el patrimonio que habían alcanzado.
Además de la edificación de viviendas y el resto de la infraestructura, los campesinos también establecieron proyectos avícolas, de ganadería y de producción de granos básicos. Sin embargo, la derogación del referido decreto, los afectó enormemente, según Rodolfo Cruz, presidente de la comunidad campesina.
“Nosotros estábamos siendo beneficiados con ese decreto pero al derogarlo nos afectaron porque allí agarró fuerza el terrateniente para destruir las viviendas.  Tenemos 12 años de estar en la tierra, hay seis granjas de gallinas, una tienda de consumo y estamos luchando para un proyecto de cerdos, en una empresa también tenemos un proyecto de ganadería”, expresó Cruz. 
 German H. Reyes

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