Fuente:
http://www.comisiondeverdadhonduras.org/es/node/39
Tegucigalpa. Cuando
Adolfo Pérez Esquivel recién había recibido el premio Nobel de la Paz en 1980,
pocos años después, visitó Honduras para encontrarse con la noticia de que la
entonces presidenta del recientemente creado Comité de Familiares de Detenidos
y Desaparecidos de Honduras (COFADEH), Zenaida Velásquez, había sido capturada
por los elementos represivos del Estado que pensaban desaparecerla para
evitarse la molestia de responder por su ya desaparecido hermano Manfredo
Velásquez.
En aquel entonces, la presencia de Pérez
Esquivel salvó la vida de la defensora de Derechos Humanos que fue liberada
horas después de su secuestro. Casi a treinta años de aquel hecho, ambos se
encontraron de nuevo en Honduras en una coyuntura distinta pero muy parecida.
En este caso, Zenaida, quien ahora reside en los Estados Unidos, estaba en
Honduras para enterrar a su hermana, la maestra Ilse Ivania (59 años), quien
murió en medio de las violentas represiones contra el magisterio registradas en
la capital hondureña en marzo pasado.
Pérez Esquivel es uno de los Comisionados de la
Comisión de Verdad (CDV) junto a otras destacadas figuras internacionales en la
defensa de los Derechos Humanos. En esta visita comentó que, en Honduras, nadie
puede negar que hay un Golpe de Estado que se mantiene gracias a la represión y
por eso su trabajo es avanzar en la recopilación de testimonios para dar voz a
las víctimas.
“El régimen está penalizando,
reprimiendo la protesta social y lamentablemente vemos en esto una escala de
violación. La CDV lo que hace es tratar de recoger los testimonios para tratar
de hacer un informe y después llevarlo a las instancia jurídicas necesarias
para evitar la impunidad sobre estos crímenes cometidos contra el pueblo
hondureño y lógicamente nosotros, quienes la integramos, que venimos de
distintos países, estamos tratando de encontrar una solución en bien del pueblo
de Honduras”, señaló el Comisionado.
Golpes de Estado, una vieja y
nueva amenaza
El Nobel destacó que “el Golpe de Estado en Honduras
nos afectó a todo el continente, pensamos que las dictaduras estaban superadas
pero no. Lo otro que tenemos que tener en cuenta es el empeño de los Estados
Unidos de instalar bases militares en todo el continente latinoamericano. No
están ahí para protegernos si no para seguir profundizando el proyecto de
dominación”.
“Las dictaduras en América
Latina no fueron casualidades, no se trató de que los militares enloquecieron y
comenzaron a matar gente, fue un proyecto perfectamente planificado y Honduras
ahora es la prueba de un nuevo proceso de violencia para el resto del
continente y esto es peligroso”, añadió.
Según Pérez Esquivel, “la CDV profundiza en la
búsqueda de los testimonios a partir de esa trágica realidad que vivió y que
vive el pueblo hondureño; lastimosamente, no estamos hablando de algo que ya
pasó, ya que se siguen profundizando las violaciones e incluso las amenazas a
la misma Comisión. Esto no es posible y la única forma de frenarlo es a través
de una acción internacional y en esto estamos comprometidos y vamos a seguir
avanzando en esto hacia la recuperación de la democracia en Honduras y la
vigencia de los Derechos Humanos como valores indivisibles”.
“Los derechos humanos son
integrales, no solo tienen que ver con la cuestión de la agresión física de
cárceles, torturas, asesinatos sino que tienen que ver con los derechos
económicos, sociales y culturales. Quien viola los derechos son los Estados
cuando no cumplen, después todo lo que se genera es una continuidad a esa
violación inicial”, comentó el Nobel de la Paz, quien visitó Honduras en
carácter de miembro de esta Comisión la que, a pesar de no contar con el
respaldo oficial, al dar voz a las víctimas, se ha ganado el reconocimiento
internacional.
Derechos de los Pueblos
Pérez Esquivel manifiesta que “tenemos que
comprender que los Derechos Humanos son la construcción democrática como
valores indivisibles y, si se violan, las democracias se debilitan y dejan de
ser democracias; entonces tenemos que profundizar los derechos humanos como
derechos de los pueblos. Pocas veces se habla de esto y se habla mucho de los
derechos individuales pero que no podemos olvidar qué pasa con los pueblos
cuando se sienten violentados.
En Honduras se está violentando a grandes
sectores del pueblo – comentó el Nobel - como a los maestros y a los
campesinos, por ejemplo, ya que no es a un campesino sino a muchos campesinos y
a muchos maestros a quienes se les ataca; entonces, cuando hablamos de Derechos
Humanos estamos hablando de los derechos de los pueblos. En base a eso podemos
comprender que las Naciones Unidas integran, en 1993, en la conferencia de
Viena, los Derechos a la Auto determinación de los Pueblos, al Desarrollo, al
Medio Ambiente y no están hablando de los derechos individuales sino de los derechos
de los pueblos. Ahí es donde completamos la dimensión de los Derechos Humanos
en su integridad.
“Cuando se muere una niña de
enfermedades evitables o se le quita la tierra a los campesinos y a los
indígenas para entregárselo a las grandes corporaciones, esas son violaciones a
los derechos humanos o cuando se destruye el medio ambiente, ya sea con los
monocultivos o los problemas de las minerías, la destrucción de los bosques y
de la biodiversidad ya que en toda acción en la que hay irresponsabilidad del
Estado hay una violación directa a los ciudadanos y ciudadanas”, puntualizó.
En búsqueda de la justicia
“Lo que se está buscando en
Honduras por parte del Gobierno es la impunidad jurídica, que no se toque nada.
Pero acá pasaron muchas cosas, hay muertos y heridos y personas afectadas y si
se deja esto en la impunidad siempre van a estar en peligro y esto no es
posible cuando se habla de un reconciliación en el vacío, hablan de
reconciliarse con los opresores”, expuso Pérez Esquivel al comentar sobre la situación
actual del país.
“Esa no es una reconciliación.
Para llegar a esto debe existir primero el derecho real de justicia, la
reparación de las víctimas y el arrepentimiento de los agresores, después habrá
que pensar en la reconciliación”, dijo el Comisionado.
Pérez Esquivel dejó claro que “reconciliación no
es una palabra abstracta y nada tiene que ver con el olvido, eso es falso, eso
es buscar la impunidad jurídica. Nosotros, en Argentina, tardamos, pero hoy
tenemos presos a los responsables de grandes violaciones a derechos humanos con
cadena perpetua. Yo he sido querellante contra el General Videla y contra otros
35 represores que fueron condenados a cadena perpetua. Tenemos que confiar que
el derecho de verdad y de justicia no se le puede arrebatar a un pueblo y
aquellos que cometieron delitos responderán ante la justicia.
“La solidaridad entre los
pueblos latinoamericanos debe permanecer y fortalecerse. , Nosotros somos
solidarios con el pueblo hondureño; hoy tenemos que pensar en los derechos de
todos los pueblos de América Latina y de todo el planeta; es la única forma de
construir una nueva sociedad”, concluyo Adolfo Pérez Esquivel.
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