MIEMBROS DE COMUNIDAD CAMPESINA GRUPO CANAAN EN NACO SANTA BARBARA ESTAN SIENDO INTIMIDADOS POR PARAMILITARES‏

MIEMBROS DE COMUNIDAD CAMPESINA GRUPO CANAAN

 EN NACO SANTA BARBARA ESTAN SIENDO INTIMIDADOS POR PARAMILITARES

SE  PRESENTA  DENUNCIA COMO UNA MANERA DE PREVENIR HECHOS DE EXTREMA VIOLENCIA EN SU CONTRA

 Consideramos de suma urgencia, visibilizar lo que acontece en la comunidad campesina CANAAN, compuesta por 84 familias que proceden de distintos lugares de la costa norte, familias reivindicando  su derecho a la tierra, su derecho a la vida. En junio del año pasado, RECUPERARON  341 manzanas de tierra, ubicadas  en Naco, Santa Bárbara, a 7 minutos del puente que separa el departamento de Santa Bárbara de Cortes.

Después de más de un año de estar en la tierra, esta se encuentra hoy sembrada con maíz y con los sueños y las esperanzas de ser un día los dueños y dueñas legítimas de la misma. Hoy están enfrentado el cuarto intento de desalojo y  están a punto de perder su cosecha porque grupos paramilitares no les dejan ir a trabajar, también les están robando parte del producto.  Debemos destacar que el grupo se encuentra  afiliado a la ANACH y la tierra está en proceso de negociación con el INA, hasta la fecha nadie ha presentado documentos que acrediten la propiedad de la misma.

 Los cuatro intentos de desalojo han dejando un saldo de 66 personas acusadas detenidas y además, se les han aplicado algunas medidas: se les prohíbe acercarse a la tierra, salir del país, y en algunos casos deben presentarse a los juzgados cada 15 días. Trece de sus compañeros han sido  heridos, como resultado del primer intento de desalojo, uno de ellos ha quedado lisiado para el resto su vida.

Para muchas personas el asunto parecería fácil de resolver,  con desalojarles y pedirles que se vayan a otro lado, sería suficiente, pero las cosas no son tan fáciles para quienes luchan por mejores condiciones para sus familias, para quienes se aferran al territorio como fuente de vida y sobre todo para quienes saben que la tierra es un bien que debe ser para quienes la necesitan y la trabajan.

Independientemente de cómo se resuelvan los asuntos legales relacionados con la tierra, hay algo que llama poderosamente la atención, y es un fenómeno que viene sucediendo en varios territorios del país. Los policías que detuviera a 25 personas de la comunidad, luego que se fueron dejaron hombres armados en las inmediaciones del terreno, sin que se sepa si realmente representan alguna autoridad. El operativo fue conducido por un oficial de apellido Valladares y otro que dijo ser de la DGIC con placa  No. 5126.

Lo grave de la situación es que los hombres, que han quedado en el territorio, han protagonizado hechos que ponen en duda si realmente representan alguna autoridad ya que atentan contra la integridad de las personas. Son 20 hombres armados,  intimidan constantemente a la gente, sobre todo a las mujeres que han quedado en la tierra. En algunos testimonios que se han levantado, las mujeres dicen que los hombres armados incluso han amenazado con violarlas y han dicho que vivos o muertos los van a sacar de la tierra.

El miércoles 3 noviembre protagonizaron una balacera y ayer 13 de noviembre, esto se repitió  en horas de la madrugada, todo con el objetivo de intimidar a las mujeres. Aparte de lo descrito, es necesario hacer del conocimiento de las autoridades y de la ciudadanía  que estos hombres portan armas pesadas y que en las inmediaciones del terreno circulan carros sin placas.

 Ante el clima de terror que está afectando a toda la comunidad, este día un grupo se  movilizó a poner una denuncia al Comisionado Nacional de Derechos Humanos seccional de Santa Bárbara,  por las amenazas, sin embargo la denuncia no les fue recibida. El encargado de esa dependencia les dijo que ese asunto no le corresponde al Comisionado.

En Honduras, la situación de indefensión es alarmante, la población entera se encuentra afectada por este flagelo, que día a día cobra más vidas o expulsa a las personas de sus territorios o lugares donde viven,  a fin de resguardar su integridad física y mental. No se tiene a quien recurrir ya que incluso  no existe ninguna confianza en la policía, puesto que la misma aparece vinculada a hechos de graves violaciones a los Derechos Humanos de la ciudadanía hondureña, y además sindicada en actos de corrupción.

Una de las denunciantes expreso tener miedo por su seguridad, motivo por el cual requieren la presencia de organizaciones de Derechos Humanos a fin de que se informen de la situación y se tomen todas las medidas preventivas del caso.

Dejamos constancia del grave riesgo en que se encuentran  todos las personas que pertenecen a ese grupo, sobre todo las mujeres y niños /as que permanecen más tiempo en el terreno. Asimismo pedimos explicaciones sobre esta presencia extraña que lejos de proporcionar seguridad, se ha dedicado a atemorizar a las personas que se encuentran en ese territorio. Exigimos respeto a la vida y la integridad de quienes solo han cometido el delito de ser pobres.

San Pedro Sula 14 de Noviembre 2011

FORO DE MUJERES POR LA VIDA. ZONA NORTE