Fuente . Tiempo. hn
TEGUCIGALPA.-Siento
pena de ser ciudadana de este país por los funcionarios que son
incapaces de tomar decisiones, aseguró ayer la rectora de la
Universidad Nacional Autónoma de Honduras, Julieta Castellanos, al
enterarse que los cuatro policías sospechosos de matar a su hijo y un
amigo de él, salieron de día libre con autorización de sus jefes.
A los policías se les vincula
directamente con la muerte de Rafael Alejandro Vargas Castellanos (22); y
su amigo Carlos David Pineda Rodríguez (24), hecho ocurrido el sábado
22 de este mes. Por la muerte de los dos universitarios se sospecha de
los agentes Santos Arnulfo Padilla; Wilfredo Figueroa; Rubén Pozzo; y
del subinspector Carlos Geovany Galeas. La mañana de ayer la Policía
informó que a los cuatro policías sospechosos les dieron permiso el
viernes anterior, pero ayer no habían regresado a la institución lo que
los pone en condición de desaparecidos.
“Estamos indignadas por lo que ha
trascendido esta tarde (ayer) y no podemos tener un Estado para que den
espectáculos que está dando la Secretaría de Seguridad y el Ministerio
Público”, criticó Castellanos. Dijo que “yo he estado en comunicación
directa con el señor presidente de la República, con el señor fiscal
general (Luis Rubí); y con señor secretario de Seguridad (Pompeyo
Bonilla), igual con los señores de la Policía”. La rectora afirmó que
“tengo información directa de este caso y quiero decir que siento pena
de ser ciudadana de este país por los funcionarios que son incapaces de
tomar las decisiones que tienen que tomar”.
“No hay excusas, porque aun cuando no
había requerimiento fiscal, Asuntos Internos pudo haber actuado de
oficio, no tenía Asuntos Internos por qué esperar un requerimiento
fiscal”, cuestionó Julieta Castellanos.
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