Es de conocimiento general cómo la élite política actual tomó el
control del Estado hondureño hace diez años en 2009, a través de un
golpe de Estado ejecutado por el Comando Sur, apoyado por el cardenal
católico, los pastores evangélicos, los medios sanguijuelas, y ese
zanate de la Escuela Americana como le llamaba el doctor Andonnie
Fernández al “elector oculto”.
Aprovechando que la mayoría del pueblo hondureño estaba en las calles
exigiendo la restitución del hilo constitucional roto por la fuerza
chafarótica, esa pequeña élite mafiosa hizo un simulacro de elecciones
en solitario y en 2010 se creyeron electos presidente, diputados,
alcaldes y ministros.
Fue hasta después de la negociación forzada del Acuerdo de Cartagena
que empezaron en 2011 a sacar las uñas legislativas, aprovechando la
pacificación inducida de las masas en resistencia. Pero la mera
desgracia empezó en diciembre 2013 con la diarrea de Juan Orlando
Hernández candidato electo.
El zar del clan azul, la baraja oculta de la embajada de Estados
Unidos que impidió a Pepe Lobo dirigir el país desde el 27 de enero
2010, se auto aprobó aquél paquete horrible de 67 leyes en una semana,
antes de tomar posesión del primer fraude, para habilitarse legalmente
un plan macabro contra Honduras, que incluía el segundo fraude.
Hoy es insoportable el hedor de aquél estiércol legislativo que abrió
puertas a la corrupción, a la concentración de bienes en Honduras y el
exterior, a la impunidad penal y a las operaciones del crimen organizado
bajo protección policial y militar.
En todo el país lo que tenemos es una maquinaria de pobreza bien
activada y un sistema de destrucción de las riquezas naturales, un
aparato militar chupa sangre y una depredación de la empresa tradicional
que es remplazada a la fuerza por los nuevos buitres del capital.
La CEPAL debe explicar, en consecuencia, a cuál crecimiento económico
se refiere: Si es al crecimiento capitalista del grupo Pandora, la Red,
la Caja Chica, el Planeta Verde, el cartel de Lempira o se refiere al
país de la fantasía. Háganos el favor!
Esta dinámica de delincuentes creyéndose diputados y creyéndose
presidente reelecto en la cuarta potencia económica del mundo tiene a
Honduras convertido en un desastre humanitario. En una caravana
interminable de desesperanza.
Hasta nuestros días el país llora a miles de personas asesinadas por
la policía y el ejército – mujeres, jóvenes, opositores sociales,
indígenas, activistas ambientales, campesinos, estudiantes – y centenas
de torturadas y heridas entre nosotros.
El sistema interamericano ha solicitado más de 400 medidas de
protección cautelar para periodistas, comunicadoras sociales, defensores
de la diversidad sexual, activistas sociales de derechos políticos,
etcétera, etcétera… Pero el derecho penal vigente no sirve más que para
criminalizar su trabajo. Y mata, eso es lo peor.
viene el nuevo Código Penal, aprobado por los golpistas,
publicado por la maquila de la Imprenta Nacional en mayo pasado y listo
para entrar en vigencia en noviembre próximo, en tres meses. Y sus
noticias son peores.
Desde todos los sectores organizados del país, desde los propios
empresarios tradicionales que han dado soporte económico e ideológico a
la dictadura, se levantan voces contrarias a ese mamarracho que llaman
Nuevo Código Penal.
El Consejo Nacional Anti Corrupción, que leyó minuciosamente el
texto, ha recomendado eliminarlo porque es ni más ni menos la Ley de los
Impunes, de los violadores conscientes de la norma, de los delincuentes
alevosos y asociados. El Código de la Impunidad.
Los periodistas, comunicadoras y población general que ejerce la
libertad de expresión como derecho humano sin previa censura, han
expresado sobradamente que el mamarracho de Oliva, Hernández y demás es
un Código para revivir los delitos contra el honor, el típico discurso
de la edad media inquisidora que hacía culto a la personalidad de los
asesinos.
El uso de los nuevos medios sociales, que reemplazaron a los viejos
instrumentos de control mediático, serían afectados brutalmente con la
censura previa y la represión penal ulterior, para dejar intactos los
medios predicadores, los medios propagandistas, los medios del silencio
al servicio de los barones del Río Grande.
Las organizaciones de mujeres, igualmente, ven en el nuevo código una
amenaza porque introduce nuevos criterios para juzgar a los agresores,
violadores y asesinos de mujeres, y reduce las penas en muchos casos a
trabajos comunitarios generalmente burlados por los victimarios.
Las organizaciones de defensa y promoción de los derechos humanos
civiles y políticos ven llegar una serie de medidas restrictivas a su
trabajo, además de la criminalización de la defensa cotidiana de dichos
derechos en las postas policiales, batallones del ejército, casas de
seguridad y tribunales de justicia.
Los delincuentes del erario público se aseguraron que, una vez que
hayan sido denunciados o identificados en la comisión de un delito, les
permitan devolver el valor de los bienes robados y evitar así cualquier
proceso penal.
Los traficantes de drogas, los lavadores de dinero del crimen
organizado y los delincuentes con poder en suma, se aseguran en el
nuevo código que las penas sean reducidas al máximo. En algunos casos
los castigos de 25 o 20 años son descendidos a 4 años.
Es una vergüenza para los países cooperantes que han aportado
recursos a este tipo de legislación. Y es una amenaza seria para el
trabajo de defensa y promoción de los derechos humanos, para las
personas que ejercen este incomprendido trabajo en todo el país.
lo que es más preocupante, es la indefensión jurídica que se
acrecentó con el control de las cortes y tribunales por el mismo grupo
que está cuestionado por operaciones de crimen organizado nacional y
transnacional.
¿A quién vamos a acudir para revocar los actos contra la ley?
Como ha escrito el ex fiscal Omar Menjívar, el derecho penal es la
visión del grupo, casta o cartel que controla el Estado; el Código de
noviembre es el instrumento mediante el cual esta estructura impone su
visión de la delincuencia pública.
Ahora que estamos sin Constitución, nos toca entonces quemar el nuevo
Código Penal convertido en la nueva carta magna de los criminales. O
qué es lo que vamos a hacer? pensemos!
Buenas noches!
Editorial Voces contra El Olvido, sábado 27 de julio de 2019
https://defensoresenlinea.com/el-derecho-penal-de-los-delincuentes/
martes, 30 de julio de 2019
EL DERECHO PENAL DE LOS DELINCUENTES
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