miércoles, 10 de octubre de 2018

Honduras: Educar en contextos de violencia, un desafío para la docencia

Martes, 09 Octubre 2018 19:52 / Autor del artículo: Especial Proceso Digital
Tegucigalpa - Un reciente informe sobre inseguridades y violencia en la educación hondureña revela datos que representan serios desafíos para la educación y los maestros, donde cuatro de cada 10 estudiantes se sienten inseguros en las escuelas, la presencia de maras y pandillas se ha extendido a zonas rurales, el acoso escolar ha tomado rasgos preocupantes y el ingreso de armas de fuego o armas blancas es muy marcado en determinados departamentos del país.
                    El espacio social donde los menores y las nuevas generaciones de hondureños deben formarse para ser ciudadanos responsables, se está volviendo un sitio inseguro que concita entre los estudiantes temores, amenazas, robo, abuso y diversas formas de violencia que llaman la atención del sistema educativo y de los maestros, plantea un informe sobre violencia en los centros educativo del Observatorio Universitario de la Educación Nacional e Internacional de la estatal Universidad Pedagógica “Francisco Morazán”.
   
El maestro fue asesinado cuando impartía clases en la escuela Ángel J. Hernández.
El informe es producto de una muestra aleatoria de 94,810 estudiantes de cuarto, sexto y octavo grado de nivel básico, y de 2,390 directores de centros educativos de los 298 municipios del país, en el marco de una investigación de USAID sobre “Factores Asociados al Rendimiento Académico” a cargo de los especialistas Ned Van Steenwyk y German Moncada Godoy.

La inseguridad y violencia que persiste en el país se ha trasladado también a los espacios de los centros escolares, donde los directores de las escuelas consultadas describieron un panorama preocupante respecto a situaciones tales como ingreso de armas de fuego, ingreso de armas blancas, docentes amenazados por sus estudiantes o familiares, agresiones de estudiantes a docentes, entre otros.

Armas de fuego y armas blancas
                  
Los departamentos de Atlántida, Cortés, Islas de la Bahía, Comayagua y El Paraíso destacan entre las zonas en donde los directores de los centros educativos han presenciado una o más veces el ingreso de armas de fuego en sus escuelas.

En tanto, los directores de centros escolares que han presenciado una o más veces el ingreso de armas blancas como cuchillos o navajas, se centran en los departamentos de Islas de la Bahía, Gracias a Dios, Cortés, Comayagua, Copán, Colón, Atlántida, El Paraíso y Francisco Morazán.

Pero el ingreso de armas de fuego y armas blancas en los centros escolares se registra en todos los departamentos del país, no hay centro escolar consultado en donde este tipo de hechos no se hayan registrado.

A estos hechos se suma la presencia de maras o pandillas junto al ingreso de drogas en las escuelas, generando un entorno de inseguridad en los menores que complican la enseñanza-aprendizaje en las escuelas del país.
                               El maestro Mario Alberto Morazán, fue ultimado cuando cumplía con su labor como docente en el ITH.
Esta situación de temor e inseguridad la recoge el informe del Observatorio de la Educación de la Universidad Pedagógica en una muestra aleatoria de 23,180 estudiantes de octavo grado y 2,390 directores de centros educativos en los 298 municipios del país.

En este sentido, los hallazgos indican que los estudiantes de nivel básico se sienten inseguros en sus propios centros educativos (4 de cada 10); en el camino de su casa a la escuela (6 de cada 10) e incluso en el barrio o colonia donde se ubica la escuela (6 de 10).

El mapa de esa inseguridad en “la Escuela” la encabezan los departamentos de Islas de la Bahía, El Paraíso, Yoro, Cortés, Colón, Comayagua, Copán, Francisco Morazán, Atlántida, Choluteca, Intibucá, La Paz, Gracias a Dios y Olancho. Pero en el resto de departamentos, la inseguridad también asoma en los centros escolares, según el trabajo presentado por el observatorio de la universidad pedagógica.
                               
Seguridad en centros educativos debe ser implementada de manera integral, según autoridades

El fenómeno de las maras o pandillas
Otro aspecto sobre el cual llama la atención los resultados de la investigación es la problemática de las maras o pandillas en los centros educativos y la presencia de las drogas.

Aun cuando se presentan diferencias entre las zonas urbanas y las rurales, “la presencia de delincuentes y pandilleros en las cercanías de los centros educativos es muy frecuente”, destaca el informe, al citar un 21 por ciento en el área rural y 40 por ciento en la zona urbana, en lo referente a las maras y pandillas.

Mientras, en lo que concierne a la venta de drogas en las cercanías de los centros escolares, un 12 por ciento se produce en zonas rurales y un 19 por ciento en zonas urbanas, configurando todo ello un riesgo de inseguridad para los estudiantes de básica en todo el país, advierte el informe.

En cuanto a la presencia de delincuentes o pandilleros en las cercanías de los centros escolares en el área rural, identificado por los directores de centros escolares, el departamento de Cortés es donde más se registra este tipo de hechos, seguido de Atlántida y Yoro. Continúan los departamentos de Comayagua, Colón, Choluteca, Francisco Morazán, Islas de la Bahía, Lempira, Intibucá y Valle.

En cuanto al área urbana, el porcentaje de directores de centros escolares que han visto la presencia de delincuentes o pandilleros en las cercanías de las escuelas, la zona con mayor registro es el departamento de Comayagua, Atlántida, Yoro, Francisco Morazán, Cortés, La Paz, Copán, Colón, Choluteca, Olancho, Santa Bárbara y Valle. 

Narcomenudeo detona la violencia en Honduras.
La venta de drogas
En cuanto a la venta de drogas en el área rural los departamentos de Atlántida, Cortés, Colón y Yoro, son los que encabezan esta lista, mientras en la zona urbana son siempre Atlántida, seguido de Comayagua, Choluteca, Francisco Morazán y Lempira. El resto de departamentos también registra este hecho tanto en el área rural como la urbana.

A ese contexto de inseguridad, se suma el tema del acoso escolar, donde cuatro de cada diez alumnos afirman que “otros estudiantes rompen, esconden o roban mis cosas”, uno de cada ocho señala que otros estudiantes “me obligan a hacer cosas que no quiero” y uno de cada 20 señalan que “otros estudiantes han tocado mis partes íntimas o han hecho cosas sexuales que no quería”.
                            
Y este tipo de violencia se registra en todos los departamentos del país siendo Islas de la Bahía, Santa Bárbara e Intibucá los que tienen los niveles más preocupantes en un rango de 30 a 34 por ciento, pero el resto el rango oscila entre el 22 y 29 por ciento de los consultados que dicen ser objeto de acoso o agresiones por parte de sus compañeros.

Bajo estos contextos de inseguridad y violencia, la educación hondureña tiene el desafío de replantearse la enseñanza a fin de que los centros de educación básica no se desnaturalicen y el ambiente de trabajo para los docentes no siga en franco deterioro, pues tampoco se salvan de las agresiones, según el reporte.
http://www.proceso.hn/portadas/10-portada/educar-en-contextos-de-violencia-un-desafio-para-la-docencia.html

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