domingo, 3 de abril de 2016

Justicia e impunidad en Honduras

Honduras sufre cada vez más de un deterioro institucional que deja más indefensa a la población y mucho más a quiénes alzan la voz en contra de los abusos y de los abusadores. Está claro que el tema de acceso a la justicia y los graves casos de impunidad están haciendo que la población crea menos en lo que queda de la institucionalidad del país producto del manoseo político que los sectores violentos y abusivos hacen para favorecerse con la impunidad y que sus actos no sean castigados.
La impunidad en Honduras está ligada a la desigualdad social, una desigualdad provocada por los sectores con poder económico y político que han sometido a esta sociedad.
Entre más poder político y económico se tenga, más posibilidades de torcer la justicia a su favor se tiene. Por eso la justicia sólo se aplica a los que menos tienen, por esa razón en las cárceles quienes están son los hondureños y hondureñas más humildes, algunos incluso convertidos en falsos positivos para proteger a los verdaderos culpables de violar la ley.
El actual gobierno del ciudadano presidente Juan Orlando Hernández ha venido preparando el camino para ganar más impunidad tanto para él como para sus allegados. Y el camino lo preparó desde que era presidente del Congreso Nacional. Hasta acabó con una sala constitucional que le representaba algún grado de peligro para sus planes continuistas.
En el caso de la elección de la nueva Corte Suprema de justicia se nos vendió la idea que dicha elección se desarrollaba bajo un proceso que garantizaba una elección “democrática”, sin embargo los hondureños y hondureñas ya sabíamos, con varias semanas de antelación, que Rolando Argueta sería el presidente de dicho poder del Estado.
Una de las primeras acciones de la nueva corte fue desarticular el Consejo de la Judicatura. Sus miembros están saliendo en medio de cuestionamientos por supuestos actos de corrupción, pero todavía no son puestos a la orden de los tribunales. No tienen acusación en los operadores de justicia.
No cabe la menor duda que se pueden tener instrumentos que resultan interesantes como la Misión de Apoyo Contra la Corrupción y la Impunidad, Maccih que el propio Congreso Nacional quiso adaptar a la medida de los políticos y funcionarios hondureños cuestionados por la corrupción y la impunidad, pero la experiencia nos indica que está demostrado que los mecanismos, por muy claros que estén no son los que deciden si hay o no impunidad, sino la voluntad política y aquí no hay voluntad política porque los funcionarios y políticos más los empresarios son los grandes generadores de injusticias y se arropan con el manto de la impunidad. 
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http://radioprogresohn.net/index.php/comunicaciones/nuestra-palabra/item/2805-justicia-e-impunidad-en-honduras-02-abril-2016

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