Por: Ismael Moreno
Desde
que se destapó la corrupción en el Seguro Social, el gobierno de Juan
Orlando Hernández no ha tenido respiro. Poco después estalló la
indignación. ¿Qué ha irrumpido en este país? ¿Una primavera de cambios
políticos de fondo o una indignada juventud que busca relevo a las
mafias políticas corruptas? He aquí algunos apuntes con algunas claves
para entender el trasfondo de la Honduras indignada.
Tras
un duro invierno político, una depresión colectiva, una epidemia de
encierro social, ¿irrumpió la primavera en la devastada, violenta y
políticamente árida realidad hondureña? Asaltan las dudas, sobran las
preguntas, es tan corto el tiempo del cambio que es aventurado atreverse
a perfilar escenarios. Mejor ensayar con apuntes.
SALIR DEL LETARGO
A
partir del mes de mayo amplios y diversos sectores de la población,
especialmente sectores medios, se indignaron, dándole un giro dramático a
la coyuntura. La indignación, expresada en las caminatas de las
antorchas conducidas por contingentes juveniles, despertó de su letargo a
mucha gente. Asombró a los partidos políticos. Asustó a los grupos
fácticos de poder.
Rebasó
a las organizaciones de izquierda, confirmando que el Frente Nacional
de Resistencia Popular, nacido del golpe de Estado de 2009 y
matrimoniado con el partido LIBRE de Manuel Zelaya, había quedado
reducido a unos cuantos líderes de la izquierda y del movimiento popular
tradicional. También ellos despertaron y salieron tras la fuerza
emergente de las jóvenes generaciones antorcheras para no quedarse como
meros observadores que aplauden, sonríen y tiran consignas.
ASÍ EMPEZÓ ESTO
Gracias
a las investigaciones del periodista David Romero Ellner, divulgadas a
lo largo del mes de abril, supimos que 7 mil millones de lempiras, unos
300 millones de dólares, habían sido saqueados del Seguro Social y que
un porcentaje del saqueo se había destinado a financiar la campaña
electoral que llevó a la Presidencia de la República a Juan Orlando
Hernández. Proyecciones estadísticas lograron establecer que el dinero
robado en medicamentos, en equipos médicos y en falta de atención a
enfermos habría provocado unas tres mil muertes. Las noticias
encendieron la indignación. El 29 de mayo hubo una primera marcha con
antorchas en Tegucigalpa. El 30 fue en San Pedro Sula.
Todavía
un asomo de lo que sucedería. La del 5 de junio en la capital y la del 6
en San Pedro ya fueron extraordinarias: quince cuadras de gente
indignada en San Pedro. Esos días hubo también marchas en El Progreso,
La Ceiba, Tocoa, Choluteca y Juticalpa. Y así han seguido viernes tras
viernes. La movilización masiva mostró a miles de gentes decididas a
salir del encierro depresivo en que parecían estar postradas después de
la resistencia contra el golpe de Estado seis años atrás. La indignación
de entonces no se había apagado, estaba agazapada y la habían frustrado
algunos dirigentes. Esperaba el momento oportuno. Llegó con la rabia
colectiva que desató la constatación
del saqueo del Seguro Social.
UN ÍDOLO CON PIES DE BARRO
En
muy pocas semanas el país descubrió asombrado que el proyecto
autoritario de Juan Orlando Hernández (JOH) no era lo fuerte que él lo
hacía aparecer. Y él se descubrió tan impopular como para encabezar a
los presidentes más repudiados en la historia hondureña, incluyendo a
los de los regímenes militares y al del régimen de facto instaurado tras
el golpe de Estado, que ya es decir mucho. JOH y sus más cercanos
colaboradores están experimentando hoy las consecuencias de su
desmesurada ambición de poder. En la coyuntura de esta indignación, JOH
atrae el repudio contra la mafia política que ha hecho del Estado un
fabuloso negocio. Todo iba viento en popa para JOH en sus planes
reeleccionistas y en sus alianzas con el capital nacional y el capital
transnacional extractivista hasta que aparecieron las antorchas en manos
de miles de personas, mayoritariamente jóvenes. Mostraron que el ídolo
tenía los pies de barro.
MUCHO PUS EN UN CUERPO PODRIDO
JOH
creía tener el control de todo, incluso creía controlar la corrupción
de su propio grupo. Incluso creyó poder esconder el latrocinio de más de
300 millones de dólares al Seguro Social. Imposible. Después que David
Romero destapó el caso y mostró las pruebas, se comenzaron a filtrar
otros casos ejecutados por la mafia que lidera JOH. Habló así quien
fuera un fiscal del Ministerio Público: “Esa mafia es un cuerpo podrido.
Por donde quiera que lo toques sale pus. Lo del Seguro Social es sólo
un grano. Falta lo de la Empresa Nacional de Energía Eléctrica, lo del
Ministerio de Obras Públicas, lo del Instituto Nacional de Formación
Profesional… Todo lo que se toque hará salir incontrolables corrientes
de pus. Y todos los responsables son protegidos por Juan Orlando
Hernández. Y en varios de esos casos están implicados sus propios
familiares”.
JOH SE EMPEQUEÑECE
Asistimos
a movilizaciones que tienen su sustento en una lucha ética con enormes
consecuencias políticas. Después de varias masivas caminatas de
antorchas, tanto en Tegucigalpa y San Pedro Sula, como en unas cuarenta
ciudades medianas y pequeñas, exigiendo castigo para los saqueadores del
Instituto Hondureño del Seguro Social y demandando la renuncia de JOH,
él y su equipo se enfrentan a una crisis que se afanan en disimular. JOH
convoca a cadenas nacionales para hablar sobre sus éxitos resaltando el
respaldo internacional a su gestión y el bien que hace a través de
programas asistencialistas. Dice que la gente que marcha es la que ha
sido afectada económicamente por las capturas y extradiciones de
narcotraficantes. Se esfuerza en disimular. No pestañeó para asistir muy
devoto a la beatificación de Monseñor Romero. Lanza a las calles a
gente pagada para contrarrestar la luz de las antorchas. Nada le ha
resultado. Cada comparecencia en los medios, nacionales o
internacionales, enardece más los ánimos de los indignados.
SE DESMORONA EL PROYECTO DE JOH
También
ha hecho JOH un llamado a un “diálogo social sin condiciones”. Y como
en las marchas se demanda que se instale en Honduras la CICIH -una
comisión internacional contra la impunidad, como la CICIG de Guatemala,
la que con sus informaciones sobre un escandaloso caso de corrupción
levantó en el país vecino la indignación popular- propone JOH otra
comisión, que discutiría cómo enjuiciar a los corruptos, pero estaría
conformada por las cúpulas responsables de la corrupción. En la cadena
nacional del 23 de junio su llamado al diálogo permitió identificar el
actual mapa de la polarización. Un sector del empresariado y de sus
medios de comunicación, líderes de una llamada “sociedad civil”
estrechamente cercana a la embajada de Estados Unidos, algunos
liderazgos de iglesias y burócratas políticos fueron quienes
respondieron al llamado de JOH. En el otro extremo, la población
indignada preparó sus antorchas y el viernes 26 de junio triplicó la
presencia en la marcha. Varios jóvenes se sumaron ese día a la huelga de
hambre que dos muchachos habían comenzado el 22 de junio.
El
rostro de JOH luce desencajado, su permanente sonrisa es ahora un
rictus de amargura. Aunque en este año y medio se apertrechó con
municiones del poder político, económico y religioso para una larga vida
en la silla presidencial, ha comenzado a experimentar una derrota
anunciada. Llegó al gobierno en enero de 2014 afirmando, con sonrisa de
triunfador, que ahí seguiría por los próximos cincuenta años. Y en pocas
semanas ha comenzado a convencerse de lo que le gritan miles de
personas: que no lo quieren en el gobierno ni por los cuatro años para
los que fue juramentado. Ahora, su desafío es lograr quedarse por esos
cuatro años.
“LA BULLA NACIONALISTA”
La
corrupta mafia política ha tratado de sacudirse del susto inesperado y
ha puesto en marcha contraofensivas. Para equilibrar las calles, a las
marchas de las antorchas respondió con lo que llamaron la marcha de “la
bulla nacionalista”. ¡A mí no me pagaron, yo vine porque quise! gritaron
los antorcheros frente a los marchistas azules a quienes se les paga el
equivalente a un poco más de 2 dólares, el transporte y de comida, una
“burrita”.
El
“equilibrio” se busca también en el terreno judicial. A cada denuncia y
acusación judicial contra un corrupto del Seguro Social le sigue de
inmediato una denuncia y acusación contra uno de los que la mafia coloca
entre los indignados. JOH juega con ventaja por el control que tiene
sobre los fiscales y el Poder Judicial. Ante la huelga de hambre de la
juventud indignada frente a casa presidencial la mafia política cierra
las calles de alrededor.
ESTADOS UNIDOS Y EUROPA
En
este escenario, la mafia que lidera JOH ha logrado respaldo del
gobierno de Estados Unidos a cambio de que JOH renunciara a la idea con
la que llegó al gobierno: quedarse indefinidamente. Su renuncia a la
reelección habría sido el objetivo de la intempestiva visita que hizo
JOH a Washington a mediados de junio. Más de eso no quieren en el Norte.
Ven a JOH como una pieza importante para su estrategia de seguridad.
Así, a la presión política interna se contrapone el respaldo
internacional, aunque ni estadounidenses ni europeos tienen claro qué
hacer en esta Honduras convulsionada. De momento, aunque la legitimidad
de JOH esté socavada prefieren mantener la alianza con él.
EL “EQUILIBRIO CATASTRÓFICO”
El
“equilibrio catastrófico” es un concepto acuñado por el pensador
italiano Antonio Gramsci para explicar el incierto equilibrio que hay
entre fuerzas políticas adversarias que buscan imponer su agenda en
momentos de crisis. Alcanzar ese equilibrio en esta coyuntura es a lo
que apuesta ahora la mafia política. JOH se esfuerza en evitar que la
oposición indignada tenga capacidad de iniciativa y en evitar que sus
iniciativas tengan éxito. Eso explica la movilización de unos 500
efectivos militares y policiales frente a la huelga de hambre que
iniciaron varios jóvenes de la oposición indignada de Tegucigalpa el 22
de junio. Y eso explica la presencia desproporcionada de militares y
policías en las diversas caminatas que se realizan a lo largo de todo el
país.
La peligrosa actitud que un contingente militar exhibió en una ciudad de la costa norte no trae buenos presagios.
Cuando
un indignado les gritó que por qué no buscaban a los verdaderos
delincuentes, en lugar de amenazar a la gente en las marchas, el jefe
militar dio la orden y unos doce efectivos se bajaron del jeep con su
M-16 y bala en boca apuntaron al que les había gritado. Todo mundo rodeó
al joven, lo que logró neutralizar la decisión de dispararle que
parecían traer los militares. Un hecho que nos trajo de golpe a la
memoria los tiempos aciagos del golpe de Estado o los sangrientos
tiempos de la seguridad nacional en la década de los años 80.
UNA RENDIJA ENTRE LOS INCONDICIONALES
La
mafia política que lidera JOH se reduce. De contar con el firme
respaldo de los sectores del llamado “lado oscuro” del Partido Nacional y
de toda la élite empresarial, JOH se está quedando más solo. Su
ambición de poder le ha llevado a controlar el partido y a exigir
obediencias ciegas sin que él corresponda con idéntica lealtad. Viendo
las masivas marchas de antorchas poderosos empresarios de los medios de
comunicación se han distanciado de JOH. No están dispuestos a jugar en
esta coyuntura el papel de complicidad con que participaron en la del
golpe de Estado.
El
prestigioso periodista Renato Álvarez, de la poderosa cadena
Televicentro, con sede en la capital, propiedad del empresario Rafael
Ferrari, anunció su renuncia a los noticieros por las amenazas de JOH de
retirarle publicidad al canal por el papel crítico que asumió el
noticiero hacia la política oficial y por su apertura hacia los
indignados. Álvarez y Televicentro se decantaron a favor del sector
golpista en 2009, contribuyendo a exacerbar la polarización de la
sociedad hondureña. En esta ocasión no están dispuestos a repetir una
apuesta que tanto daño provocó a la imagen del periodista. Y el
propietario de la televisora parece pensar igual. Es apenas una de las
rendijas que se le han abierto a JOH. Hay más.
OTRAS RENDIJAS
Schucry
Kafie Larach es uno de los diez más poderosos empresarios de Honduras.
Al decir de muchos, con una sola orden podría dejar a oscuras todo el
país o suspender el suministro de medicamentos a toda la red
farmacéutica del país. Pues bien, en busca del equilibrio que necesita, y
más por revanchas causadas por controversias previas, JOH decidió
entregarlo a la justicia acusado de estafa al Estado por la venta
fraudulenta de fármacos a través de una de las empresas acusadas de
haberse fundado para saquear el Seguro Social. Según los conocedores del
caso, Kafie habría blindado legalmente la empresa y su encarcelamiento
sería por breve tiempo. Pero la enemistad con JOH se habría sembrado
para siempre, arrastrando a esa enemistad al más poderoso sector
empresarial del país.
En
el contexto de las antorchas encendidas, JOH se desmarcó también de su
Vicepresidente, Ricardo Álvarez, ex-alcalde de la capital, presidente
del Partido Nacional y su principal contrincante al aspirar a la
Presidencia en las pasadas elecciones. JOH decidió abandonarlo y podría
ser uno de los sacrificados en el proceso judicial contra los
atracadores del Seguro Social. De acuerdo a los entendidos, Álvarez es
quien cuenta con más bases nacionalistas en la capital y en otros puntos
del país. El desmarque de JOH significaría que todas esas bases
retirarán su apoyo al Presidente, lo que reduciría las movilizaciones de
apoyo a JOH cuando más las necesita.
MÁS ABANDONOS
Habría
también una ruptura entre JOH y Óscar Álvarez, jefe de bancada del
Partido Nacional en el Congreso, el diputado más votado del departamento
de Francisco Morazán y de su cabecera, Tegucigalpa, y uno de los
defensores más radicales de JOH ante los indignados por su fanatismo
militar y anticomunista. Álvarez habría tomado distancia de JOH tras la
reprimenda que le habría hecho después de la humillación que sufrió en
un debate televisado con el ex-candidato presidencial y presidente del
Partido AntiCorrupción (PAC), Salvador Nasralla, a propósito de la
acusación que sobre Álvarez recae de ser uno de los responsables del
robo al Seguro Social para depositar recursos en el Partido Nacional.
Álvarez fue jefe de campaña del partido y hasta el distanciamiento
actual con JOH era un importante aspirante a la Presidencia de la
República.
OTRO FRENTE ABIERTO
Otro
frente de enemistad abierto es el del predecesor de JOH en la
Presidencia, Porfirio (Pepe) Lobo. Voces acreditadas dicen que JOH
decidió abandonarlo a su suerte, aun habiendo sido su padrino en la
campaña que lo llevó a la silla presidencial. Pepe Lobo tiene un acervo
importante en el Partido Nacional y su distancia de JOH es evidente.
La
inmensa mayoría de investigados y enjuiciados por el caso del Seguro
Social son del grupo de Pepe Lobo. En mayo, JOH decidió entregar a la
DEA a Porfirio Lobo, hijo mayor de Pepe, acusado de ser narcotraficante y
miembro del cártel de Los Cachiros. Se rumora a voces que JOH no sólo
estaría dispuesto a entregar también a Ricardo Álvarez y a la hasta
ahora poderosa Lena Gutiérrez, Vicepresidenta del Congreso Nacional y
mujer de confianza de Pepe Lobo, una de las principales acusadas de
estafa al Seguro Social a través de las farmacéuticas. También podría
entregar a “mi Rosa”, como llama Pepe Lobo a su esposa.
“Su”
Rosa está señalada como una de las principales aliadas de Mario Zelaya,
director del Instituto Hondureño del Seguro Social y principal
responsable del saqueo, quien hoy guarda prisión en uno de los
batallones del Ejército. Hay voces que aventuran que JOH tendría en su
agenda entregar al propio ex-Presidente Lobo si cree que eso pondría a
salvo su proyecto.
DESLEALTAD QUE NO PERDONAN
Los
aliados de JOH están comprobando en esta crisis que él no les es leal.
El círculo de quienes no perdonan esa deslealtad se estaría ampliando en
proporción inversa al círculo de apoyo a JOH. Sus aliados de ayer
podrían terminar entregándolo hoy a sus adversarios. Parece haber
llegado el momento en que la prioridad de JOH no es buscar aliados para
su reelección en nuevos períodos sino recuperar aliados que le apoyen
para culminar sus cuatro años de gobierno.
JOH
parece estar dándose cuenta demasiado tarde que su ambición rompió el
saco y que la lealtad de la mafia política no es con personas sino con
el sistema que los protege. Tal vez JOH se sintió con tanto poder que
confundió el sistema mafioso con su persona. Hoy, la mafia entiende que
proteger el sistema podría pasar por prescindir de JOH. Y si él está
entregando a varios de sus más importantes aliados, ¿por qué sus aliados
en la mafia, que siguen teniendo un inmenso poder, no prescindirían de
él?
LA PIEDRA ANGULAR: UN SISTEMA DE IMPUNIDAD
La
mafia política perfiló a JOH con un liderazgo de largo plazo. Esa mafia
está unida, más que por una mentalidad de extrema derecha, por su
comprobada pericia para delinquir desde el Estado.
Rafael
Leonardo Callejas, el mayor de los tigres rayados de la política
hondureña, “gurú” de la corrupción de más alto vuelo, vio venir la
debacle porque conoce al dedillo a sus pupilos y, más temprano que
tarde, descubrió que el joven al que formó políticamente no había
superado la etapa de “muchacho malcriado”. Así se entiende que Callejas
lanzara su campaña para ser reelecto en paralelo a la campaña
presidencial de JOH.
Entre
todos los sectores del Partido Nacional, sólo él y otro ex-Presidente,
Ricardo Maduro, se han mantenido viendo los toros desde la barrera o al
menos así lo han querido hacer ver para no quedar chamuscados. Las
antorchas le advierten a Callejas, zorro de la política y por eso zorro
de la corrupción, que ha llegado el momento de capitalizar esta crisis
con su liderazgo. Los nacionalistas así lo ven y así lo esperan. La
auténtica mafia política, la encarnada en Callejas y Maduro, ya no
necesitaría de novatos, tendrían el sartén por el mango con todo el
juego de cintura que han sabido jugar a lo largo de varias décadas de
democracia “estilo Honduras”.
LA PRIORIDAD DE ESTADOS UNIDOS
El
gobierno de Estados Unidos, varios de los gobiernos europeos y los
organismos multilaterales no le retirarán su apoyo a un gobierno
formalmente elegido en las urnas mientras no vean agotarse todos los
recursos. Podrían poner condiciones y aumentar presiones y advertencias,
pero sobre la base de un respaldo irrestricto. Así se vio el 29 de
junio, al anunciar la ONU y la OEA su disposición a servir de mediadores
en el “diálogo social” convocado por JOH. Para Washington, que un
gobierno como el de JOH tenga una dosis grande o mediana de corrupción y
proteja con impunidad a los corruptos es secundario mientras el hombre
les sea efectivo para su estrategia de seguridad.
Para
Estados Unidos la prioridad es proteger sus fronteras en México y
Centroamérica de las mafias de narcotraficantes con las que no tiene
interés en negociar. Y JOH ha dado muestras de colaborar a esa prioridad
a cambio de gozar él y los suyos de la protección de Washington. Los
gobiernos europeos no se van a desmarcar de la política de Estados
Unidos.
LA SOCIEDAD CIVIL QUE APOYA A JOH
Otro
aliado importante de JOH, aunque secundario, es un grupo de organismos
hondureños denominados “de la sociedad civil”, que promueven derechos
humanos y hacen incidencia social y política con fondos y asesoría de
instancias del gobierno estadounidense, que son contrapartes de
organismos civiles de Estados Unidos y que realizan “lobby” en diversas
dependencias del gobierno de Estados Unidos cuestionando las políticas
de JOH, aunque sin desmarcarse de esas políticas cuando están en
Honduras. Estos organismos “civiles” juegan un papel decisivo
adecentando la política y los programas asistencialistas de Estados
Unidos en Centroamérica, hoy particularmente el Programa para la
Prosperidad de los Países del Triángulo Norte con el que Washington
pretende influir en los factores que en estos tres países provocan
violencia y migraciones masivas hacia el Norte. Pero, ¿podría servir ese
Plan cuando ha sido concebido para que lo lideren los gobiernos y las
élites empresariales que hoy están siendo cuestionadas y denunciadas por
avalanchas populares y juveniles en Guatemala y Honduras?
EL APOYO DE LAS TRANSNACIONALES
Otro
apoyo fundamental de JOH son las corporaciones transnacionales que han
encontrado en él el mejor aliado de sus inversiones en Honduras. Se
trata de corporaciones de la telecomunicación, farmacéuticas,
distribuidoras de combustible, generadoras de energía térmica, comidas
rápidas, industria maquiladora, empresas turísticas, hoteleras y
comerciales. Son de especial relevancia las corporaciones de la
industria minera y las interesadas en las ZEDEs o Ciudades Modelo. Para
todas estas corporaciones la inestabilidad política del gobierno de JOH
representa un problema y un atraso. Y todas temen que sus socios
hondureños, las élites empresariales, entren en conflicto con JOH y le
retiren su respaldo. Hacia las élites empresariales, y no hacia el
gobierno, se decantará siempre su apoyo.
LA “POBRETERÍA” CON LA MANO EXTENDIDA
Otro
sector que apoya a JOH son las bases del Partido Nacional y, sobre
todo, las comunidades beneficiadas con los programas asistencialistas
del gobierno más “regalón” de la historia nacional. En un país con un
desempleo tan generalizado, con poblaciones juveniles abandonadas a su
suerte, con la grave situación de inseguridad y violencia,
que
afecta más a la gente más empobrecida, esos programas consolidan apoyo y
con esa gente se podrían organizar fuerzas de choque contra la
población indignada. Los programas de empleo temporal, el llamado “Con
chamba vivís mejor”, las hornillas para pequeñas productoras de
tortillas, el programa Para una Vida Mejor, el bono diez mil, los
créditos populares, podrían también incrementarse en la medida en que
crezca el repudio y la movilización con la demanda de ¡Fuera JOH! Contar
con bases entre la gente más miserable y con niveles escolares muy
bajos, que a cambio de recibir ayudas para la sobrevivencia están
dispuestas a movilizarse, es estratégico para un gobierno como éste.
¿Y LOS PARTIDOS POLÍTICOS?
JOH
cuenta no sólo con la cúpula mafiosa de su Partido Nacional. También
con el sector tradicional y de extrema derecha del Partido Liberal.
También cuenta con los “partidos bisagra”, la Democracia Cristiana y
Unificación Democrática. JOH ha demostrado también ser un experto en
comprar diputados del partido LIBRE y del PAC. Sin embargo, por la
gelatinosa situación en la que se mueven hoy todos los partidos
políticos, especialmente los dos nuevos, LIBRE y PAC, JOH no las tiene
todas consigo.
LAS FUERZAS ARMADAS
La
mayor confianza la tiene puesta JOH en las Fuerzas Armadas, la
instancia nacional que más gana en la convulsa coyuntura que vive el
país. Los militares eran ya el factor decisivo para el proyecto
autoritario con el cual soñó Juan Orlando Hernández. Pero nunca como en
esta coyuntura resbaladiza y peligrosa para la estabilidad de su
gobierno, los militares resultan cruciales. JOH ha colocado a altos
oficiales en puestos clave de su gobierno, ha reforzado el respaldo
personal y pecuniario a cada uno de ellos, les ha trasladado
responsabilidades para el manejo de la seguridad en todas las
dependencias severamente cuestionadas como el Seguro Social, los
hospitales, las telecomunicaciones, escuelas y colegios, y los barrios
con más altos niveles de presencia de pandillas. Especialmente, ha
llenado de militares las calles por donde transitan las marchas de la
población indignada. Cuanto más cuestionada es su administración más se
refuerza militarmente, de manera que esta coyuntura abre las puertas a
un Estado y una sociedad militarizados.
JOH
llega a esta coyuntura con una alianza entre los altos oficiales del
Ejército y los altos oficiales de la Policía después de las sospechas,
distancias y desconfianzas que a comienzos de 2015 despertó en militares
y policías la creación de la Policía Militar del Orden Público.
Una
vez que JOH perdió la batalla para elevar a rango constitucional a esa
Policía Militar buscó recuperar la relación deteriorada con oficiales
militares y policiales. Con prebendas, cargos y garantía de impunidad
para los que han cometido actos reñidos con la ley recuperó una alianza
que hoy tiene bastante asegurada. La represión principal contra la
población indignada vendrá de la Policía Militar del Orden Público,
aunque siempre combinada con la del Ejército y la de la Policía.
LA POBLACIÓN INDIGNADA
La
población antorchera necesita saber situarse con firmeza y advertir por
dónde vendrá el contraataque. La mafia política seguirá invirtiendo
infinitos recursos en las “marchas de los obligados” para equilibrar las
calles. Y evitará a toda costa que la población indignada mantenga la
iniciativa. En los primeros momentos el sector indignado ha tenido más
capacidad de iniciativa obligando a la mafia a reaccionar. El llamado al
“diálogo social” hecho por JOH revirtió en su contra. La población
indignada redobló su número en las calles y el grito de ¡Fuera JOH!
superó en ardor al anterior, que era ¡Cárcel para los corruptos! Pero,
después de estos primeros avances, la población indignada deberá debatir
y buscar propuestas para que todo no quede en euforia.
REFRESCANDO LA MEMORIA
Unos
jóvenes, entusiastas y sin experiencia política, decidieron el 22 de
junio iniciar una huelga de hambre indefinida demandando la presencia en
Honduras de una nueva institución, la CICIH, similar a la CICIG
guatemalteca. Reforzaron con su opción las caminatas de las antorchas.
Entre
abril y mayo del año 2008 la huelga de los fiscales hizo historia en
Honduras. Iniciada con cuatro fiscales, convocó a muchas personas más,
duró 38 días y logró movilizar a decenas de miles de personas en pie de
lucha contra la corrupción. En aquel momento el régimen estaba
fraccionado. Eran dos poderes del Estado en íntima alianza con la élite
oligárquica y los otros órganos del Estado, incluidas las Fuerzas
Armadas, en contra del Poder Ejecutivo.
Los
huelguistas se situaron en aquel torbellino político en contra de los
corruptos del Estado y de la empresa privada. Contaron con el respaldo
del Ejecutivo, quien contribuyó a que se lograran decretos que incluían
demandas de los huelguistas. Al término de la huelga la conciencia
anticorrupción había calado en el país, pero los logros objetivos fueron
tan magros que en días se redujeron a la nada.
LA RENUNCIA DEL PRESIDENTE
Los
jóvenes huelguistas exigen la renuncia de JOH, que hoy, a diferencia de
entonces, es respaldado por la oligarquía, las Fuerzas Armadas y el
gobierno de Estados Unidos. Si en aquella ocasión los logros se hicieron
añicos tan pronto, a pesar de contar con la simpatía del entonces
Presidente Manuel Zelaya y de su equipo, ¿podrá hoy una huelga de hambre
lograr la renuncia de JOH, blindado por todos los poderes fácticos?
La
huelga sí puede contribuir a desestabilizar el proyecto autoritario de
JOH. La indignación masiva ante el latrocinio llevado a cabo en el
Seguro Social es un factor que no existía en 2008. La indignación
popular por la corrupción no tenía aquel año el nivel que ha alcanzado
hoy. Y las movilizaciones de las antorchas superan con mucho, no sólo
las acciones que vimos en 2008, sino también la resistencia que enfrentó
el golpe de Estado de 2009. Otro factor que no había en 2008 es el
descarado personalismo de JOH, cada vez más repudiado por la población.
EL PAC DE NASRALLA
Sin
dejarse arrebatar la creatividad demostrada, la población indignada y
la juventud antorchera, deberán reflexionar bien sus demandas y ampliar
sus alianzas. La relación con los partidos políticos es importante,
porque
su
presencia en las acciones que se decidan puede ser definidora. Aunque
existe una tendencia significativa entre la gente joven indignada a
rechazar la presencia de dirigentes de los partidos políticos en las
caminatas y en los nuevos espacios de lucha, no se puede negar el papel
que ha desempeñado un dirigente tan atractivo para la juventud
despolitizada como el comentarista deportivo Salvador Nasralla,
ex-candidato presidencial del nuevo Partido AntiCorrupción (PAC). Su
discurso ha sido abiertamente contra JOH, ha denunciado con firmeza el
saqueo del Seguro Social y también ha demandado con firmeza la llegada a
Honduras de la CICIH. Ha estado presente en las caminatas antorcheras,
lo que induce a pensar en una nueva candidatura presidencial con enormes
posibilidades de triunfo.
EL PARTIDO DE ZELAYA
El
partido Libertad y Refundación (LIBRE) ha estado presente en este
proceso e incide en él, pero con menos atractivo que el PAC. La
presencia de Manuel Zelaya ha sido cuestionada en ocasiones y es
evidente el reducido arrastre que tiene entre las juventudes indignadas.
Lo mismo ocurre con otros liderazgos menores de LIBRE y con los del
Frente Nacional de Resistencia Popular, instancias que no guardan entre
ambas ninguna diferencia más que el nombre.
EL PARTIDO LIBERAL
El
Partido Liberal ha tenido una presencia, aún menor, aunque su
presidente, el ex-candidato Mauricio Villeda, ha tenido una de las
presencias de contenido crítico más claras e iluminadoras entre las de
todos los liderazgos políticos. Ha sido constante su llamado a los
dirigentes de los partidos políticos a no interferir en el fenómeno
antorchero. Hay opiniones que indican que está en un profundo conflicto
con la extrema derecha de su partido, liderada por el ex-Presidente
Carlos Flores Facussé y por Roberto Micheletti.
El
desplazamiento de Villeda de la presidencia del Partido Liberal podría
ser inminente. En momentos como el que hoy enfrenta la clase política
hondureña se evidencian los estrechos vínculos que existen entre los
liberales y el “lado oscuro” del Partido Nacional.
LAS TRES DEMANDAS FUNDAMENTALES
Analizando
el mapa partidario, es claro que los liderazgos juveniles indignados
han de fortalecer alianzas con el PAC y con LIBRE y en menor medida con
el sector “indignado” del Partido Liberal, evitando que la lucha de hoy
se contamine con intereses electorales.
Las
demandas de los antorcheros son fundamentalmente tres: cárcel para los
corruptos que saquearon el Seguro Social, instalación de una Comisión
Internacional Contra la Impunidad en Honduras (CICIH) y el inicio de un
proceso que conduzca a una nueva institucionalidad.
LA ALIANZA QUE FALTA
Hay alianzas que faltan y son decisivas. Sin duda, las calles de la capital, de San Pedro Sula y de otras ciudades
y
localidades del país, se nutren y se llenan con una población indignada
muy diversa, aunque predominan las juventudes y los sectores medios,
universitarios, profesionales, comerciantes. Tienen menor peso las
organizaciones sociales, obreras, campesinas, étnicas y gremiales.
La
indignación debe ampliar sus demandas y asumir las de las comunidades y
organizaciones insertas en territorios amenazados por la industria
extractivista, por las compañías mineras, por las Ciudades Modelo.
Levantar las antorchas en esos sectores y contar con esas poblaciones
tocaría el nervio, la columna vertebral, de la mafia política que
representa JOH y el gran capital.
Si
las antorchas se encendieran y caminaran en el Valle del Aguán, en la
zona Atlántida y en la zona de Locomapa en las profundidades montañosas
de Yoro, en el noreste hondureño, en la zona occidental y en la costa
atlántica, en donde centenares de comunidades originarias de lencas,
tolupanes, garífunas y campesinas están siendo amenazadas por los
proyectos mineros, hidroeléctricos, turísticos y por ese gran proyecto
que son las Ciudades Modelo, el avance estratégico de la indignación
sería mayor.
LA AMENAZA
Esta
creativa e indignada lucha pacífica y ciudadana tiene potencialidad
para quebrar el proyecto autoritario y corrupto que domina Honduras. La
amenaza más seria es el recurso a la represión al que JOH recurrirá
indefectiblemente. El régimen provocará a los indignados para que actúen
con violencia, para que traspasen los límites de la no violencia
activa. La no violencia es el mayor capital que tiene esta protesta de
indignación esperanzada. Es su carta de presentación. Es lo que da mayor
credibilidad a sus demandas y desmorona la capacidad de reacción de la
mafia política.
EL CAMINO
Superar
el espontaneísmo y la improvisación del primer momento para evitar la
anarquía, saber combinar el protagonismo de la juventud indignada con la
experiencia de liderazgos de otras generaciones, saber articular los
aportes y las demandas de liderazgos sociales y políticos honestos y
mirar más allá del “fuera JOH”... Por ahí va el camino. La población
antorchada ha identificado la lucha contra la corrupción y la impunidad
como los quehaceres centrales de las movilizaciones. Pero la corrupción y
la impunidad no se reducen ni al Seguro Social ni a la administración
de JOH. Identificado el caso de corrupción que despertó esta indignación
salieron otros y otros… La corrupción y la impunidad parecen infinitas.
En miradas de mediano y largo plazo está el camino.
Corresponsal de la revista Envío en Honduras.
http://www.web.ellibertador.hn/index.php/noticias/nacionales/365-analisis-fuera-joh-antorchas-indignadas-contra-la-mafia-politica
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