Escrito por Redacción en Jueves, 17/07/2014 - 15:40
Tegucigalpa, Honduras (Conexihon).- El
9 de julio de 2013, el cuerpo mutilado y quemado del presentador de
noticias de Globo TV, Anibal Barrow, fue encontrado dos semanas después
de que hubiera sido secuestrado. Un año después, a pesar de que hubo
algunos bien recibidos avances por parte de las autoridades, un
alarmante clima de terror, persecución e impunidad prevale para los
periodistas en Honduras.
PEN International pidió a las
autoridades hondureñas que hagan todo lo que esté en su poder para
salvaguardar a todos los periodistas trabajando en el país. PEN hace una
llamada a las autoridades hondureñas para que lleven a cabo una
investigación inmediata y exhaustiva sobre todos los asesinatos de
periodistas, y para que garanticen que todos los responsables, incluidos
los autores intelectuales, sean llevados ante la justicia.
Los periodistas siguen siendo
asesinados a un ritmo alarmante – más recientemente, el presentador de
radio Luis Alonso Fúnez Duarte fue muerto a tiros por asaltantes
desconocidos el 23 de junio de 2014- mientras que otros se enfrentan a
acosos regulares y amenazas de muerte por su ejercicio pacífico del
derecho a la libertad de expresión. Alrededor del 90 por ciento de
asesinatos de periodistas permanece completamente sin resolver. Aunque
se hayan dictado algunas condenas por el caso de asesinato de
periodistas, sobre todo en casos de alto perfil – uno de los asesinos de
Barrow ha sido condenado y encarcelado hasta la fecha -, la mayoría
deben ser considerados sólo parcialmente resueltos debido al fracaso de
las autoridades para enjuiciar a los responsables que ordenaron el
crimen- los autores intelectuales.
Luis Alonso Fúnez Duarte (La Prensa,
Honduras)El presentador de radio Luis Alonso Fúnez Duarte se convirtió
en el tercer periodista asesinado en Honduras desde que el presidente
Juan Orlando Hernández llegó al poder en enero de 2014. Según un
testimonio presente, los asesinos dispararon a Fúnez como mínimo cinco
veces cuando llegaba a casa en su motocicleta con su hijo. Murió en el
lugar de los hechos. Fúnez era el conductor de un programa de música en
la estación de radio local Súper 10 y un programa de sátira política
llamada “Barriendo y Trapeando ” en Catacamas, departamento de Olancho.
Quién también fue asesinado en el
departamento de Olancho hace menos de un mes fue Óscar Anthony Torres
Martínez, muerto a tiros el 1 de junio. Cuatro días anteriores, el 28 de
mayo, el periodista de radio comunitaria Hernán Cruz Barnica era
asesinado en el departamento de Copán. Según la información de PEN, la
noche antes de que le dispararan, Cruz había hablado en su programa
sobre problemas de derechos humanos en la región y sobre las amenazas
que había recibido recientemente. Otros trabajadores de los medios que
no son periodistas han sido también asesinados – el 11 de abril, el
trabajador de los medios Carlos Hilario Mejía Orellana fue asesinado a
puñaladas en su casa, a pesar de que la Comisión Interamericana de
Derechos Humanos (CIDH) hubiese ordenado al gobierno hondureño que lo
protegiera.
Dos condenas han sido dictadas en los
meses recientes por el asesinato de periodistas reconocidos, incluyendo
Aníbal Barrow. Presentador del telenoticias ‘Aníbal Barrow y Nada Más,’
Barrow fue secuestrado el 24 de junio de 2013; su cuerpo fue descubierto
mutilado y quemado, 16 días después, el 9 de julio. Aún así, un año
después sólo uno de los seis sospechosos fue condenado. El 14 de marzo
de 2014, el tribunal de menores declaró Gabriel Armando Castellanos
Pérez, de 18 años, culpable del asesinato de Barrow; según los informes,
se enfrenta a un máximo de ocho años en la cárcel ya que era menor de
edad cuando cometió el crimen. Los otros sospechosos aún tienen que ser
procesados, mientras que aquellos sospechosos de contratar a los
asesinos de Barrow siguen aún en libertad.
Lo mismo sucede con los autores
intelectuales del asesinato del director de Radio HRN Alfredo Villatoro
Rivera. Villatoro, uno de los periodistas más conocidos del país y un
amigo del ex presidente Porfirio Lobo, fue encontrado muerto el 15 de
mayo de 2012, seis días después de que hubiese sido secuestrado en su
coche en plena luz del día. Su cuerpo fue encontrado en una acera
vestido con el uniforme de una unidad de operaciones especiales de la
policía y con un pañuelo rojo que cubría su rostro, según informes de
prensa. Lo habían matado a tiros. PEN acoge con satisfacción la noticia
de que los tres hombres condenados por secuestro agravado y asesinato de
Villatoro recibieron cadena perpetua el 11 de junio de 2014, tras una
serie de retrasos en la sentencia; pero reitera la petición del hijo de
Villatoro de que no se cierre el caso para permitir que los autores
intelectuales también sean llevados ante la justicia.
Antecedentes
Según la información de PEN, como
mínimo 41 periodistas han sido asesinados desde 2003 – 35 desde el golpe
de Estado de junio de 2009 – mientras que otros trabajadores de los
medios como Carlos Hilario Mejía Orellana han sido también asesinados.
De estos 41, sólo 10 casos han sido procesados y sólo cuatro han dado
lugar a una condena, según las cifras proporcionadas por el gobierno
durante una audiencia en la CIDH del 25 de marzo de 2014 en la que PEN
International, PEN Canadá y el Programa Internacional de Derechos
Humanos de la Universidad de Toronto presentaron su informe conjunto –
Honduras: Periodismo en la sombra de la impunidad. Por tanto, la
impunidad sigue siendo la norma en más del 90 por ciento de los casos de
periodistas asesinados, una tasa sorprendentemente elevada también
confirmada por un informe elaborado por el nuevo Comisionado Nacional de
los Derechos Humanos (CONADEH) para conmemorar el Día del Periodista
Hondureño (25 de mayo).
PEN acoge con satisfacción noticias
sobre el proyecto de ley largamente esperado para legislar la protección
de los periodistas y de los defensores de derechos humanos en Honduras.
Según la información de PEN, el 3 de junio el parlamento de Honduras
aprobó una propuesta para promulgar una Ley para la Protección de los
Defensores de Derechos Humanos, periodistas, comunicadores sociales [una
categoría que incluye a periodistas y blogueros de radios comunitarias]
y especialistas legales (Ley de protección para las y los defensores
de derechos humanos, periodistas, comunicadores sociales y operadores de
justicia). El texto del proyecto de ley no será, aparentemente, hecho
público hasta que se convierta en ley; sin embargo, se cree que incluye
medidas tanto de prevención como de protección para aquellos en peligro.
PEN instó al Estado de Honduras que
establezca mecanismos de protección efectiva para periodistas y
defensores de derechos humanos en plena consulta con la sociedad civil,
además de que mejore la implementación de las medidas cautelares
dictadas por la CIDH. PEN también insta al Gobierno a garantizar que
estos y los nuevos mecanismos jurídicos destinados a mejorar la
seguridad de los periodistas, entren en vigor con los recursos
financieros, humanos y técnicos adecuados, así como con la voluntad
política, a fin de garantizar una implementación efectiva.
/ Fuente: Para
más información, por favor contacte Tamsin Mitchell en PEN
Internacional WiPC, Brownlow House, 50-51 High Holborn, Londres WC1V
6ER. Tel: +44 (0) 2074050338, Fax:. +44 (0) 2074050339 Email:
tamsin.mitchell @ pen-international.org
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