miércoles, 8 de enero de 2014

HONDURAS: MANIFIESTO 'DEMOCRACIA REAL YA'

Somos hondureños y hondureñas comunes y corrientes.  
Somos como vos:  
Gente que se levanta por las mañanas para estudiar, para trabajar o para buscar trabajo, gente que tiene familia y amigos.  
Gente que trabaja duro todos los días para vivir y dar un futuro mejor a los que nos rodean.

No pensamos igual. Unos nos consideramos más progresistas, otros más conservadores. Unos creyentes, otros no. Unos tenemos tendencias políticas, otros nos consideramos completamente apolíticos…

Pero todos estamos preocupados e indignados por el panorama político, económico y social que vemos a nuestro alrededor, sobre todo con el comportamiento violento del nuevo régimen de gobierno en contra de la ciudadanía hondureña.

Estamos preocupados por la corrupción galopante de los políticos del bipartidismo. 
Estamos preocupados por la indefensión del ciudadano de la calle.
Estamos preocupados por que esta situación nos hace daño a todos diariamente.

La buena noticia es que si todos nos unimos, podemos cambiar todo el sistema. 
Es hora de ponerse en movimiento, hora de construir entre todos una sociedad mejor.

Por ello sostenemos firmemente lo siguiente:

Las prioridades de toda sociedad avanzada han de ser la igualdad, el progreso, la solidaridad, el libre acceso a la cultura, la sostenibilidad ecológica y el desarrollo, el bienestar y la felicidad de las personas.

Existen unos derechos inherentes al ser humano que deberían estar cubiertos en estas sociedades: el derecho a la vivienda, al trabajo, a la cultura, a la salud, a la educación, a la participación política, al libre desarrollo personal, y derecho al consumo de los bienes necesarios para una vida sana y feliz.

El actual funcionamiento de nuestro sistema económico y gubernamental no atiende a estas prioridades y es un obstáculo para el progreso de la humanidad.

La democracia parte del pueblo (demos=pueblo-cracia=gobierno)así que el gobierno debe ser del pueblo. 
Sin embargo, en este país la mayor parte de la clase política ni siquiera nos escucha. Sus funciones deberían ser la de llevar nuestra voz a las instituciones, facilitando la participación política ciudadana mediante cauces directos y procurando el mayor beneficio para toda la sociedad, no la de enriquecerse a nuestra costa, atendiendo tan sólo a los dictados de los grandes poderes económicos y aferrándose al poder a través de una dictadura bipartidista que ha degenerado en un estado constitucional secuestrado por grupos de poder.

El ansia y acumulación de poder en unos pocos genera desigualdad, desesperación e injusticia, lo cual conduce a la violencia, la que rechazamos rotundamente. El obsoleto y antinatural modelo económico vigente bloquea la maquinaria social en una espiral que se consume a sí misma enriqueciendo a unos pocos y sumiendo en la pobreza y la escasez al resto, hasta el colapso.

La voluntad y fin del sistema es la acumulación de dinero, poniéndolo por encima de la eficacia y el bienestar de la sociedad, despilfarrando recursos, destruyendo el planeta, generando desempleo y consumidores infelices.

Los ciudadanos hondureños formamos parte del engranaje de una máquina destinada a enriquecer a una minoría que no sabe ni se interesa por nuestras necesidades. Para ellos somos anónimos, pero sin nosotros nada de esto existiría, pues nosotros movemos el mundo.

Por tanto, se hace indispensable una Revolución Ética de la Hondureñidad.

Hemos puesto el dinero por encima del Ser Humano y esi es erróneo. Debemos corregir la ruta y poner el gobierno al servicio de nuestro bienestar común.

Por todo lo anterior, estoy indignado.Y por eso voy a hacer lo que tenga que hacer hasta lograr una nueva Honduras verdaderamente libre, soberana e independiente.

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