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| Christine Assange, madre del fundador de Wikileaks Julian Assange, muestra hoy una carta dirigida al ministro de Exteriores australiano, Kevin Rudd, a las puertas de las oficinas de Rudd en Brisbane (Australia). Christine Assange pidió a Rudd que apoye a su hijo. EFE |
Christine Assange volvió a su tierra australiana hace dos semanas, pero continúa en contacto telefónico con su hijo, aún hospedado en la embajada de Ecuador en Londres. Están a la espera de que Rafael Correa decida si acepta su petición de asilo. Christine defiende en esta entrevista con lainformacion.com sus argumentos a favor del fundador de Wikileaks, requerido por Suecia por un doble caso de presunto acoso sexual.
¿Cómo se encuentra su hijo?
Está bien. Yo estoy muy impresionada con la gente de la embajada ecuatoriana. Son muy afectuosos. Él se siente seguro allí, por primera vez en mucho tiempo. [Al teléfono] sonaba relajado y contento.
Me pidió que le dijera a quienes le apoyan, que se siente sobrecogido y honrado por su apoyo, que está animado.
¿Qué me dice de usted?
Hablé con unas cuantas personas de la embajada: eran unas personas muy afectuosas, nada burocráticas. Y me parecieron muy genuinos. No sabemos cómo acabará todo esto, pero por el momento estoy muy aliviada pensando en que está bien cuidado. Estoy muy agradecida a la embajada y al presidente por considerar su petición de asilo.
¿Cree que se lo concederán?
No lo sé. Espero que lo hagan y puedan resistir frente a cualquier amenaza o intimidación de los Estados Unidos. Esa, probablemente, sería mi primera preocupación.
¿Qué teme que suceda si Julian finalmente es extraditado a Suecia, a lo que él se niega?
Aunque no pesa ningún cargo sobre él ni ha sido interrogado, le meterían inmediatamente en un centro de detención. Estaría incomunicado, excepto por sus abogados, con lo que en cualquier momento a partir de entonces podría ser extraditado a los Estados Unidos y no podría evitarlo ni pedir asilo.
Le han puesto entre la espada y la pared. No parece que estén interesados en resolver estas acusaciones, sino en tenerlo retenido en un lugar.
[El país nórdico pidió su extradición para poder interrogar a Julian Assange, pero el fundador de Wikileaks, responsable de la filtración de cientos de miles de documentos reservados de EEUU, se niega a ser interrogado en Suecia. Argumenta que sería el paso previo a su extradición al país norteamericano y se ha ofrecido en varias ocasiones a que la Fiscalía sueca le interrogara pero fuera de los plazos establecidos por ésta].
¿Por qué iba a extraditarle Suecia a EEUU si no lo ha hecho el Reino Unido, gran aliado norteamericano?
Es más fácil para Estados Unidos pedir a Suecia la extradición. Tienen un tratado bilateral por el que hay una cláusula poco conocida por la que le podrían extraditar [sin el consentimiento de Julian Assange, por decisión unilateral; según el artículo 6 del anexo del tratado de extradiciones de la Unión Europea, según el abogado estadounidense Douglas McNabb].
Así que, según usted, podría ser extraditado a EEUU incluso sin ser interrogado por el caso de presunto acoso sexual y violación.
Claro que sí. Uno tiene que plantearse por qué la fiscal jefe de Estocolmo desestimó la violación por falta de consistencia o nada que se le pareciera, que el abogado que interpuso la demanda es muy próximo al Gobierno sueco y que el condón aportado como prueba no tenía ADN de Julian.
Julian no fue invitado al tribunal de apelación. No asistió a una comparecencia en Suecia el 10 de septiembre [de 2010], porque tenía asuntos que atender relacionados con Cablegate [, los cables diplomáticos del departamento de Estado de EEUU que molestaron a la diplomacia mundial durante unos meses].
Pero ofreció volar allí el 9 o 10 octubre para ser interrogado y la fiscal Marianne Ny rehusó. Se ofreció a ser interrogado vía videoconferencia y justo antes de que se publicaran los cables diplomáticos [en diciembre de aquel año], la fiscal pidió la orden de arresto europea. Decía que podría fugarse del país y que lo reclamaban para interrogarle.
También se ha ofrecido para que le interroguen en Scotland Yard o en la embajada de Suecia [en Londres] y ella se ha negado a todo.
¿A qué cree que se enfrentaría Julian en EEUU? ¿A la pena de muerte, como ha llegado a argumentar su defensa?
Totalmente. Mire lo que le han hecho a Bradley Manning [, el soldado estadounidense acusado de ser quien filtró los documentos militares secretos a Wikileaks, ahora en proceso judicial después de pasar sus meses iniciales de detención bajo duras condiciones de aislamiento denunciadas por organizaciones humanitarias].
La historia de derechos humanos en Estados Unidos es vergonzosa. Cuando creen que alguien es un terrorista, no se molestan en descubrir si lo es o no. Utilizan la tortura. Obama dijo que cerraría Guantánamo y aún está abierto.
Así que usted piensa que el escenario más probable para su hijo en caso de ser extraditado a Suecia sería acabar en Guantánamo.
Bueno, pongámoslo de esta manera: Julian no es estadounidense, es extranjero, y ya están torturando a Bradley Manning, uno de sus soldados, según el propio relator de Naciones Unidas contra la Tortura [que ha solicitado acabar con el confinamiento en solitario].
¿Se siente abandonada por las autoridades australianas?
Australia se ha convertido en una franquicia de Estados Unidos. Julian ha sido completamente abandonado. Ha sido condecorado con el Walkley Award, el mayor premio que se le puede conceder a un periodista [en Australia] y con la Medalla de Oro por la Paz de la Fundación Sidney por la Paz.
Incluso le premió un panel de antiguos militares EEUU y miembros de la CIA por revelar la verdad sobre las guerras de Irak y Afganistán con el premio Sam Adams 2010. [Christine Assange escribió recientemente una carta abierta pidiendo su apoyo a sus compatriotras australianos].
¿Cree que su hijo está preparado para ir a prisión?
Claro que no lo está. ¿Quién lo estaría? ¿Quién podría honestamente asegurar que está preparado para eso? Pero es que no habría que llegar a ese punto. Han intentado encontrar cualquier prueba buscando debajo de las piedras durante los dos últimos años contra mi hijo y no pueden encontrar nada.
¿Cómo imagina Julian que sería su vida en Ecuador si finalmente le conceden el asilo?
No hemos hablado sobre ello. Las líneas [de teléfono] están controladas, con lo que hay muy poco que nos podamos decir el uno al otro.
¿Cree usted plenamente en la inocencia de su hijo sobre las acusaciones de acoso sexual?
Es que la propia mujer [que le denunció] ha dicho que no era cierto. Las dos [hubo dos mujeres suecas que le denunciaron] han dicho que fue consentido y sin violencia. De hecho, una de las mujeres estuvo tan decepcionada con que la policía alegara violación, que no firmó la declaración.
Pero al menos una de ellas mantiene que fue acoso sexual.
La otra dice que lo fue. Pero el preservativo no contiene ADN. Quiero decir, que aunque yo no creo que mi hijo sea capaz de violar, nadie le había denunciado previamente y de repente hubo dos acusaciones solo un par de semanas después de publicar los documentos sobre Irak y dos semanas antes de los de Afganistán, algo que los estadounidenses sabían perfectamente que iba a pasar. Así que creo que esas circunstancias son un poco extrañas.
De todas formas, creo que lo que tendría que haber sucedido desde un primer momento era que Julian fuera interrogado y que la cosa hubiera procedido de forma justa. Yo no estoy aquí diciendo mi hijo no violó a nadie. Nadie puede decirlo. Pero lo que sí puedo decir es que todos los hechos indican que no lo hizo.
¿Considera que su hijo debería haber hecho algo de otra forma en todo este proceso?
Creo que habría dado igual que hiciera una cosa o la otra. Creo que le habrían encasquetado algo de cualquier manera: si no hubiera sido esto, habría sido drogas en el aeropuerto. Le querían atrapar. Todo lo que sé es que en algún momento esto se convirtió en algo político.
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