Quiero dedicar una canción a mis maestros y a los y las maestras
hondureñ@s, y no porque sea día del maestro sino porque con motivo de
las hazañas represivas, arrogantes y dictatoriales de Pepe y su
camarílla, es uno de los temas que con el pueblo hondureño traemos
atragantado.
Quizá Porfirio Lobo y Juan Orlando no, pero yo sí,
debo mucho a mis maestros... Desde los que comenzaron por llevarme de la
mano para escribir mis primeras letras hasta los que me guiaron por los
distintos niveles de mi carrera educativa. Tal vez Pepe Lobo y Juan
Orlando Hernández no comprendan el papel que juegan los docentes en el
desarrollo de una nación, pero yo sí, como ciudadana hondureña, les debo
mucho a todas las maestras y a todos los maestros hondureños.
No tengo
idea de quiénes enseñaron a Pepe Lobo, a Juan Orlando Hernández y a
todos los diputados del actual Congreso, pero a mí sí me enseñaron los
maestros... y nunca mis palabras serán suficientes para agradecerles lo
aprendido desde mis primeros garabatos hasta el día en que, gracias a
sus enseñanzas pude ir por la vida con paso seguro y lista para avanzar y
aprender cada día más.
No sé qué haya inspirado tanto odio de Pepe
Lobo, Juán Orlando Hernández y otros de su régimen en contra de los
maestros porque yo en cambio, me indigno y siento mucho coraje e
impotencia ante tanta difamación, ofensa, maltrato y desprecio en contra
de los docentes.
No puedo aceptar que los hayan golpeado, encarcelado,
torturado, maltratado, y tampoco puedo aceptar que les nieguen el
derecho a su jubilación en el tiempo en el que corresponde.
Puedo
inmaginarme el golpe a la moral que ha significado para los miles
profesores y profesoras que estaban por jubilarse y para los que tienen
la esperanza de jubilarse algún día, el darse cuenta de que ahora
tendrán que esperar largos años más para ejercer su derecho. Es
indignante que les nieguen hasta su salario y que se los saquen en cara
como si saliera de la bolsa de Pepe Lobo y de Juan Orlando Hernández.
Estimados profesores y profesoras, yo, me quito el
sombrero, porque aunque no soy maestra, puedo imaginarme la
responsabilidad, dedicación, paciencia, sabiduría, creatividad, empatía y
tantos otros dones que están implícitos en la tarea de SER docente.
Espero que la vida les haga justicia y así será.
Por eso esta Canción para mi maestra (que realmente es para mis maestr@s)
Marina
Por
Honduras, por mi pueblo en resistencia, hasta construir una
patria/matria nueva, hermosa, con abundancia, paz y dignidad para todos.
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