En los tribunales hondureños se presentaron cinco recursos de hábeas corpus en favor de Roger González. En respuesta a estos recursos, varios miembros de la DNI, de la FUSEP y del Primer Batallón de Infantería negaron tener a Roger González bajo su custodia. En un caso, al juez ejecutor ni siquiera se le permitió el acceso a las celdas de la unidad de policía citada en el hábeas corpus. Una declaración de un portavoz de las Fuerzas Armadas, según la cual Roger González había sido capturado por la FUSEP, fue más tarde negada con vehemencia por agentes de la propia FUSEP, uno de los cuales añadió que, de hecho, la FUSEP buscaba a Roger González en relación con una manifestación violenta celebrada ante la embajada de los Estados Unidos de América en Tegucigalpa, el 7 de abril de 1988.
En mayo de 1988, los familiares, amigos y compañeros de Roger Samuel González Zelaya iniciaron una huelga de hambre en el Parque Central de Tegucigalpa para protestar por su detención y pedir su liberación. La huelga de hambre duró 23 días, y fue suspendida cuando la madre de Roger, se puso enferma.
En una entrevista concedida a la prensa el 8 de octubre de 1988, el entonces jefe de las fuerzas armadas declaró que Roger Samuel González Zelaya probablemente se ocultaba en algún lugar del extranjero.
No obstante, Fausto Reyes Caballero, ex miembro del Batallón 3-16 que huyó a los Estados Unidos de América tras desertar, declaró en un testimonio ante varios grupos de derechos humanos, en 1988, que había visto a Roger González a mediados de julio en el cuartel del Batallón 3-16 en San Pedro Sula.
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