Que
conste, en nuestro país la corrupción oficial cumple toda norma de
transparencia y rinde cuentas. Los robos son públicos, con imágenes
adjuntas, detalles precisos, y las pruebas de estas macabras estafas van
del evidente sobreprecio al deterioro físico de las compras; el caso de
los “hospitales fantasmas”, dos que llegaron son cuasi basura, no
gratuita, en verdad cuestan al pueblo alrededor de 1,700 millones de
lempiras.
EDITORIAL
Los cochinitos de Honduras
Honduras
es hoy un manicomio administrado por los enfermos más sádicos, diestros
en el dolor ajeno y psicópatas incurables con mayor dossier homicida. Y
sin duda, nos quedamos cortos. Mandar a la muerte a todo un pueblo,
mirar que la gente angustiada, sin aire, queda rígida, rogando oxígeno
en calles y hospitales públicos, y aún con ese paisaje maligno, robarse
el dinero de esos equipos e insumos de vida o muerte, no hay explicación
racional.
A
manera equivalente, es como si a una bestia se diera de beber sangre de
un río, no cesaría hasta secarlo, eso se ha hecho con el dinero
aprobado para enfrentar al virus; cómo los hondureños podemos pensar
distinto, si en medio del estruendo de la estafa de 1,700 millones de
lempiras para adquisición de hospitales, con pruebas rebosantes de la
maldad criminal, el mismo autor material con licencia para matar, Marco
Bográn, a dos días de su forzosa renuncia, firmó otros 250 millones para
compras que tampoco están en el país.
¡Innegable!
En nuestro país la corrupción cumple toda norma de transparencia y
rinde cuentas a la sociedad. Los robos son públicos con detalles
precisos y las pruebas de las macabras estafas, van del evidente
sobreprecio al deterioro físico de las compras con imágenes adjuntas;
los documentos adulterados se consiguen originales y con sello, luego
trascienden a Honduras y al mundo a través de EL LIBERTADOR y otros
medios de comunicación masiva, incluyendo la curiosa auditoría ciudadana
que informa por las poderosas redes sociales.
La
población subsiste en permanente estado de zozobra, de alarma, porque
la frivolidad, la inacción y absoluta incapacidad de gerencia del
gobernante Hernández, no admite competencia ni parangón en la historia
del país, ningún caudillo fue tan servil, porque ninguno fue tan
hipócrita; alguien así tiene mil amos y es lacayo de todas sus
debilidades, con efectos aberrantes para la sociedad que vaga en viejos
círculos de humillación, miseria y represión.
Por
eso en esta época, la caja de tributos acosa al emprendedor auténtico
y, por otro lado, financia “empresarios” y funcionarios sedientos del
presupuesto anual y, detrás de ellos, tropas enteras van recogiendo las
monedas que van cayendo de los burros del tesoro. Los falsos alaban a
poderosos y traicionan a pueblos. Los espíritus de alas cortas no vuelan
hacia los cielos de la virtud como Apolonio: “De siervos es mentir y de
hombres libres, la verdad”.
La
muerte es a veces benigna, varios y varias que sembraron este presente
letal, en junio de 2009 marchaban de blanco y, como testigos la catedral
y el parque central de Tegucigalpa, entre el odio y la excitación
nerviosa, levantaban el brazo moteado del general golpista y hacían
ovación al tonto Micheletti. Hoy, esos mismos, están horrorizados del
monstruo, y más que miedo al estallido social que advierten, en verdad
temen más a una guerra viral que los reclama, que no busca poder, ni
tiene mesa de crisis y no entiende de alto al fuego; en esa vorágine sin
punto final, el régimen los dejó afuera de sus hospitales, los
desprecia, no los oye, y quisieran verlo caer, pero no cae aún y, peor
para ellos, el tiempo terminó para todos.
Puede
no tener ciertas creencias, pero no las descarte cuando se repiten bajo
condiciones en que los pueblos quedan atrapados entre la vida sin
sueños y la muerte como única opción.
Pasaron
125 años hasta este momento en que un hombre quería una Patria, un país
libre, y Martí fue asesinado en el intento; desde su muerte hasta el 1
de enero de 1959 cuando ganó la revolución cubana transcurrieron 64
años.- El dictador Batista celebró a las 12:00 la Nochevieja
con militares, empresarios y mafiosos. Sólo dos horas después huía en
un avión de la CIA, huyó de una isla que no quería soltar España y ya
estaba en los puños de EEUU.
http://www.web.ellibertador.hn/index.php/noticias/nacionales/2139-editorial-y-portada-el-libertador-impreso-cochinitos-de-honduras
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