Por defensores -
La Plaza La Merced fue escenario una vez más ayer del plantón
histórico de las familias y amistades de personas desaparecidas en
Honduras. El Cofadeh lleva casi 39 años sin faltar a esa cita.
Es muy interesante examinar el relato de esa comparecencia de seres
extraordinarios que no se rinden en el tiempo en su justo reclamo a los
responsables de aquellos y de estos hechos atroces.
La nota escrita difundida en los predios cercanos al inútil Congreso
Nacional, aclara de entrada que el Cofadeh no llega al viejo cetro
histórico de Tegucigalpa como lo hacen las aves de techo, que llegan a
buscar semillas por hábito condicionado todos los días.
“No estamos paradas hoy en esta proximidad de la vieja casa
presidencial para gritar al viento nuestro dolor eterno, estamos aquí
desde hace 39 años golpeando la puerta del Estado que nos debe la verdad
y la justicia”.
El grupo que nunca falta cada primer viernes de mes, llegó armado de
memoria histórica para enviar un telegrama a la Asociación para el
Progreso de Honduras, APROH, integrada por liberales y nacionalistas,
considerada entre los responsables de la desaparición forzada de más de
500 opositores sociales y políticos en los años 80´s.
Los integrantes de esa Asociación que se valía del orejismo, la
delación, el aislamiento, la tortura y el asesinato, “no están olvidados
ni mucho menos perdonados, porque no han sido confesados ni han sido
sancionados”, dijo el Cofadeh en su comunicado de la plaza.
Esa declaración, anunciaron las víctimas, será repetida a los
representantes del Estado de Honduras que asistan en mayo próximo al
tercer Examen Universal sobre la situación de los derechos humanos
delante del Consejo de Derechos Humanos de la ONU en Ginebra, que
evaluará las recomendaciones de hace cinco años.
Según el texto divulgado es posible que los funcionarios estatales y
los responsables vivos de aquellos hechos criminales, considerados los
casos históricos, piensen que el examen no tiene consecuencias en el
tiempo y que es una formalidad burocrática que no les afecta.
“Pero las familias de las víctimas – dice el documento — le
recordamos a esos criminales que con el dolor humano no se juega.
Estamos en duelo centenares de familias que hemos perdido de ese modo
violento seres queridos en manos de militares y sus escuadrones de la
muerte, que fueron bendecidos por curas y pastores, financiados por
empresarios sucios, y avalados por la CIA”.
El escrito hace referencia indirecta al batallón de la muerte 3-16
organizado por Papi Raymond, un agente de la Agencia Central de
Inteligencia, junto a militares y policías matones que aún viven en
Tatumbla y Tegucigalpa, sin haber sido sentenciados por la justicia
nacional.
“Igual que ha dicho la familia de Berta Cáceres en el cuarto
aniversario de siembra histórica de esa extraordinaria mujer indígena,
feminista, anti patriarcal y anti capitalista, nosotras repetimos que el
castigo a los eslabones materiales de los hechos cuenta como condena
pero falta la justicia, los inspiradores y financiadores de la cadena de
mando no están enjuiciados. Faltan los Atala, faltan los APROHs y
faltan los escuadroneros”, dijo la organización humanitaria.
La captura de Callejas y Hawit en Estados Unidos por delincuentes
comunes organizados no compensa su responsabilidad como líderes
financieros de la APROH, dijeron ayer las víctimas de los ochentas, por
eso en vida les recordamos su deuda, así como se la recordamos a Rafael
Ferrari antes de morir, a Mario Rivera López, y a Oswaldo Ramos Soto, y a
Paul Vineli, y a Gustavo Álvarez, y a Suazo Córdova y a su ministro de
la Presidencia, entre otros. No los olvidamos. No queremos, pero no
tenemos odio ni sed de venganza, sólo tenemos amor con esperanza.
Algunos de esos nombres señalados, efectivamente, han muerto en los
últimos años sin haber respondido por sus contribuciones al modelo
criminal implantado en Honduras entre 1979 y 1992, y pretendieron pasar
desapercibidos con ceremonias religiosas en busca de falsas
indulgencias.
Por otra parte, la organización de víctimas retomó los grandes temas
de la actualidad internacional que afectan a Honduras, y no se refiere
al corona virus que tiene excesivos locutores alarmistas ni se refiere a
loss narcos katrachos enjuiciados en Nueva York. Los familiares
hablaron de los temas que hieren a la Honduras de abajo.
“Como las aves de techo venimos hoy a volar nuestra solidaridad con
los 60 mil hondureños y hondureñas que deambulan en la frontera de
México, que viven a la espera de un asilo en condiciones deplorables,
que huyen de Honduras por culpa de este cartel de delincuentes de
políticos impostores que destruyen el presente de la Patria”, dijo con
firmeza la organización de víctimas de la desaparición forzada.
También el Comité de víctimas expresó solidaridad con las luchas de
las comunidades indígenas y campesinas que defienden las cordilleras del
norte, centro y occidente de Honduras, donde nacen las aguas dulces
amenazadas por delincuentes mineros y represadores de ríos asociados con
el crimen organizado del Estado.
En la víspera del Día Internacional de las Mujeres, el Cofadeh habló a
las madres que lloran, a las familias que buscan consuelo, a los
dolientes que aprisionan en sus pechos el luto, y les dijo que no están
solas en esta batalla por la dignidad y la vida. “Nosotras no tenemos
bolsas solidarias para llenar estómagos y sobornar las voluntades, pero
tenemos orejas para escuchar y palabras para caminar juntos en esta
batalla contra la violencia”, expresa el comunicado.
El texto hace referencia a la política de limosnas que utiliza el
Partido Nacional y Liberal para sostenerse en la usurpación del poder
desde el golpe de Estado de 2009, una estrategia que elimina como el
SIDA las defensas internas de las comunidades empobrecidas y las vuelve
dóciles a los deseos de los caciques urbanos asentados en Tegucigalpa.
Al final de su comparecencia en la Plaza de los Pañuelos Blancos, el
Comité de Familiares de Detenidos-Desaparecidos repitió una invitación a
las personas responsables de haber herido eternamente sus vidas. “Les
repetimos, una vez más, no tengan miedo; no crean que sus amigos del
poder judicial, del ministerio público y los partidos políticos los van a
proteger para siempre; sólo ustedes pueden salvarse de las historias de
sangre que arrastran desde 1980. Vengan y confiesen. Y después,
hablamos”.
El mensaje fue interpretado como un nuevo llamado a los
escuacdroneros, políticos, religiosos y militares que son responsables
de las desapariciones históricas de personas, hechos cometidos al amparo
del Estado que era instrumento de los gringos anticomunistas de Reagan y
Bush padre, un tema que será abordado por la ONU el 8 de mayo próximo.
Hasta aquí el resumen editorial del texto difundido ayer en el
plantón de la Plaza La Merced en el viejo y ruidoso centro antiguo de
Tegucigalpa, la capital.
Buenas noches!
Editorial Voces contra El Olvido, sábado 7 de marzo de 2020
https://defensoresenlinea.com/los-relatos-de-la-plaza/
lunes, 9 de marzo de 2020
Honduras: LOS RELATOS DE LA PLAZA
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