Por defensores -
Santa Bárbara, Honduras.-
En un pueblo dedicado a la agricultura y minería, una pareja de
esposos con más de 50 años juntos no se imaginaron vivir la zozobra de
que, a dos de sus hijos los llevarán presos en la cárcel de máxima
tortura llamada “El Pozo”, municipio de Ilama, departamento de Santa
Bárbara, acusados de incendiar la alcaldía de Las Vegas, en junio de
2018.
Albercia Guillén de 78 años y Natividad
Enamorado de 82, son los progenitores de Faustino y Ovidio, luchadores
sociales y presos políticos que ahora se defienden en libertad, tras
sufrir una serie de violaciones a sus derechos humanos desde la
persecución política hasta el encarcelamiento el 30 de agosto de ese
año.
En esos días de encierro, únicamente
doña Albercia pudo ir a visitarlos, pese a que el trayecto es un poco
complicado por la situación de la calle de tierra, el coste económico
que implica la movilización y el papeleo que autoriza la visita en los
centros penales. Hizo cuatro viajes desde Las Vegas hasta Ilama, pero
solo una vez los pudo abrazar.
-Porque no tenía carnet de visita-
Frente a un altar tradicional católico,
la señora no contuvo las lágrimas. Ante ese mismo lugar rezaba a Dios
para que le protegiera a sus hijos presos injustamente por el capricho
de personas inescrupulosas que los acusaron de hechos que no cometieron.
Faustino y Ovidio son reconocidos
defensores de derechos humanos en el departamento de Santa Bárbara, al
noroccidente del país, donde se han organizado con otras personas para
acompañar procesos de defensoría.
La noche del 18 de junio los hermanos
Enamorado y Nelson Álvarez, ejerciendo la observación y procuración de
derechos humanos en el marco de una protesta social, advirtieron sobre
el eminente riesgo entre una muchedumbre enardecida y elementos
militares, incluso le dijeron a la alcaldesa Petrona Audonifia Pineda
“Mila de Lara”, que no se acercara, recibiendo de ella una respuesta
indiferente, ya que quería entrar al edificio.
Mila de Lara, del Partido Nacional, es
esposa de Ramón Lara Bueso, ex director del Instituto Nacional Agrario
(INA). Cabe señalar que es alcaldesa de Las Vegas desde el año 2010,
siendo este su tercer periodo a cargo del pueblo minero.
En total, se culpó a 31 personas, de
cuales una fue sobreseída, otra concilió y una tercera víctima fue
remitida a otra jurisdicción. Por lo que 20 hombres y 8 mujeres siguen
el proceso encaminado a un juicio oral público, supuestamente acusados
del incendio en la municipalidad. Nueve de ellos estuvieron tres meses
en El Pozo.
Faustino, Ovidio y Nelson son
representados ante los Tribunales por el Comité de Familiares de
Detenidos Desaparecidos en Honduras (COFADEH), mientras que, la atención
sicológica se extiende a un número mayor de víctimas.
“Esto fue horrible, horrible, cuando me
di cuenta que los habían golpeado y tratado como delincuentes. He
llorado mucho por ellos, pero al verlos en la cárcel se me secaron los
ojos, los vi blancos-blancos (sin recibir sol), creo que los iban a
matar”, relató la madre de casi ocho décadas.
La alcaldesa los acusó, pero se va hacer justicia, aseguró la señora.
“Una de las consecuencias en esta
persecución es la desintegración familiar y desempleo en la minera. A
ellos los han alejado de sus hijos y no tienen trabajo”, interfirió don
Natividad.
A nuestros hijos e hijas las educamos
con buenos valores familiares, responsables y trabajadores, agregó el
papá, mientras compartía una taza de café, del mismo que produce en su
finca.
“Estar en la cárcel es lo más horrible
que nuestros hijos han podido vivir, porque no se compara ni a las
enfermedades que ha padecido Ovidio. Nunca habían estado en la cárcel, a
ellos los acusan por defender derechos humanos, es una injusticia que
no le vemos sentido”, Natividad Enamorado.
Ante la pregunta si ¿es delito
protestar? Sí, es delito protestar aquí, dijo don Natividad. “Y nos da
miedo platicar mucho de esto, hay violencia en el municipio” complementó
doña Albercia.
En este altar se juntan las súplicas por las madres de perseguidos políticos.
La situación que enfrentan sus hijos es
ajena a su voluntad. La madre afirmó que “nunca imaginé vivir ésto, por
que ellos solo hacen el bien”.
La pareja de adultos mayores caminaron
hacia su habitación donde contemplan las imágenes de sus seres queridos y
santos. Ella concluyó diciendo: “Yo se los encomiendo a Dios y a la
Virgen…” juntó sus manos y lloró.
https://defensoresenlinea.com/nunca-imagine-vivir-esto-madre-de-perseguidos-politicos/
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