Posted by: Redaccion
Por: Carlos Augusto Hernández Alvarado
El
escritor argentino Ernesto Sábato, al recibir el Premio José Ortega y
Gasset, señalaba en su discurso esta sentencia sobre el periodista y su
quehacer social y decía: “El periodista habrá de deponer su propia
visión de las cosas para abrirse a lo que sucede, comprendiendo que son
sus ojos y sus palabras las que llevarán a los demás hombres la realidad
de la que son parte.
El
periodista es así testigo, mediador e intérprete. La suya es una tarea
de suprema responsabilidad.”.- Encontrar un comunicador en estos
términos puros a lo expuesto por el escritor, es como de buscar un
hombre en términos éticos morales a nivel superior.
El
Periodismo en Honduras con algunas raras excepciones, decepciona no
solamente en su forma sino en su fondo, por estar apegado históricamente
a la estructura económica, social y política que ha escrito la
“Historia Negra” en Honduras, es fácil encontrar en nuestro país
periodistas ocultado y disfrazando Golpes de Estado, crímenes y actos de
corrupción.
Periodistas
independientes, con conciencia social, orientadores de la verdad,
educados en la transmisión noticiosa son escasos y el periodismo
nacional sucumbe a la acción personalista, manipuladora, denigrante,
ofensiva y a veces extorsiva de la noticia, esto hace que el comunicador
se vuelva en un país gobernado por mafias en un elemento vulnerable no
solamente en su vida sino en el condicionamiento de su ejercicio.
El
electoralismo nacional que es una forma de mafia, atrae al periodismo y
una gran cantidad de periodistas se apuntan a diversos Partidos
Políticos, participan y desfiguran automáticamente su tan noble misión,
mantener una separación de la actividad informativa a la pretensión
electoral es casi imposible y toma en muchas de sus casos formas
amorales y antiéticas de enorme vergüenza nacional. El ejemplo más
reciente de nuestra historia es el Golpe de Estado del 28 de junio del
año 2009.
Libertad
y Refundación “LIBRE” no ha sido la excepción como Partido Político con
periodistas participando en él y los que han participado asestaron
enormes puñaladas a la misión con la que nació este Partido de Pueblo.
Lo dicho no solo refleja lo precedentemente señalado, sino que comprueba
que el periodista en Honduras no está preparado para tener separación y
coherencia entre participar políticamente y su compromiso informativo.
No
soy contrario a que los medios de comunicación y los periodistas tengan
una “Línea Editorial” sobre las formas políticas que conciben el
desarrollo social, siempre y cuando la Línea Editorial y el Periodista
no pierdan la transmisión de verdad objetiva con integridad ética.
Pero
en el caso de LIBRE, el periodismo que se ha decantado simpatizante,
deja mucho que desear, con honrosas excepciones, comenzando desde la
mala educación en la transmisión de la noticia y el sucumbir a la
pretensión electoral personalista ha dañado al partido por haberlo
utilizado como vehículo electorero, convirtiendo esto en un deterioro al
objetivo que se busca de cara al pueblo hondureño.
¿Dónde está el fallo?
El
fallo se encuentra en la Política Direccional de LIBRE de frente a los
medios de comunicación, ya que su secretariado de información, debe
mantener una separación periodística electoral y que la secretaria de
información, desarrolle una política activa del partido no solo hacia
los medios con los cuales tiene simpatía, sino en igualdad de
condiciones con todos los medios, para abrir los espacios de
comunicación que de por sí se cierran por adversar a LIBRE. Con esto se
lograría generar la noticia desde el partido y no desde el periodista
electorero que utiliza su medio dañando a Libertad y Refundación
“LIBRE”.
Así
están las cosas, por eso LIBRE sucumbe fácilmente ante el periodismo
que simpatiza con él y esto solo abona al periodismo histórico que
adversa a LIBRE y que esta aliado con el sistema que genera la historia
de subdesarrollo hondureño.
http://criterio.hn/periodismo-libertad-refundacion-libre/
No hay comentarios :
Publicar un comentario