![]() |
Foto G. Trucchi | Rel-UITA |
El preso político José Isabel Morales “Chabelo” recibió su carta de libertad tras un largo calvario
Por Giorgio Trucchi | LINyM
Este 9 de mayo, el dirigente campesino y preso político José Isabel Morales “Chabelo” recibió
su carta de libertad. De esta manera, el sistema judicial hondureño
pone fin a una de las páginas más vergonzosas y tristes de su historia
El
21 de octubre del año pasado, luego de permanecer casi 7 años en
prisión por un delito que nunca cometió, José Isabel Morales, conocido
como “Chabelo”, fue declarado inocente de los cargos que se le
imputaban.
Miembro histórico del Movimiento Campesino del Aguán (MCA)
de la comunidad Guadalupe Carney, Chabelo había sido detenido el 17 de
octubre de 2008 y posteriormente condenado a 20 años de prisión en dos
juicios. La Corte Suprema de Justicia finalmente había anulado dichas
sentencias por repetidas violaciones al debido proceso.
El
tercer juicio inició el 28 de septiembre de 2015, pero al no
presentarse la parte acusadora, los jueces del Tribunal de Sentencias de
Trujillo determinaron absolverlo de los cargos por falta de pruebas.
Engranaje bien aceitado
Los
hechos ocurrieron en el marco de un conflicto de tierra que se originó
entre campesinos organizados de la comunidad Guadalupe Carney y la
familia del ex subcomisionado de la Policía Nacional Preventiva, Henry Osorto Canales,
quien gozaba de un elevado grado de influencia no solamente en la
institución policial, sino también ante los entes encargados de impartir
justicia en el país.
Eso
permitió que Morales fuera sometido a juicios viciados, con testigos
falsos y sin pruebas, y que permaneciera casi 7 años en prisión,
sufriendo graves daños psicológicos y hasta atentados contra su vida.
Durante su odisea en la cárcel, Chabelo perdió a su padre, a su hija
menor e incluso la visión en uno de sus ojos.
Inicialmente
Chabelo fue acusado de 12 muertes -incluyendo a la de Carlos Manrique
Osorto Castillo, sobrino del ex comisionado-, incendio de propiedad,
incendio de carro y robo. Sin embargo, a medida que iba derrumbándose el
frágil castillo de mentiras, las imputaciones fueron cayendo.
Solidaridad
Desde
el momento en que lo acusaron, el dirigente campesino fue acompañado
por defensores y defensoras de derechos humanos nacionales e
internacionales, así como por organizaciones sociales, campesinas, y
compañeros de comunidad, quienes permanecieron atentos a lo que sucedía
en los tribunales. En diferentes momentos fueron lanzadas campañas
internacionales de solidaridad, exigiendo su liberación y denunciando el
carácter político de su detención, así como el irrespeto a las
garantías procesales que establece la Constitución de la República y el
Código Procesal Penal.
Ahora,
tras recibir su carta de libertad, Chabelo dice sentir que es el
momento de volver a la vida, de volver a reanudar los hilos de su
historia interrumpida. Sin embargo no puede, ni quiere olvidar. “El
Estado me robó siete años de mi vida. Es el momento que asuma su
responsabilidad”, dijo durante una entrevista con la LINyM, en el marco de la Misión Internacional de Observación de Derechos Humanos.
-Le quitaron siete años de tu vida. ¿Cuáles son sus sentimientos?
-Por
un lado me siento muy feliz, me siento libre, porque finalmente estoy
con las personas que de verdad me quieren y me han dado su apoyo. Si no
hubiera sido por la solidaridad nacional e internacional y las personas
que han luchado por mi liberación, yo nunca hubiera logrado tener esta
carta de libertad.
Por
otro lado, siento algo en mi corazón que no es fácil de explicar. Es
lamentable la manera en que actuaron las instituciones del Estado,
principalmente el Ministerio Público. Lo que hicieron conmigo me duele
mucho y no sólo conmigo, sino con toda mi familia y con el pueblo entero
que me apoyó.
-¿Qué es lo que más le hace falta de estos siete años perdidos?
-Me
hacen falta mi padre y mi hija, que murieron y que ni siquiera me
permitieron despedirme de ellos. Me hace falta mi rostro, como era
antes, el ojo que perdí en la cárcel. En fin, me hace falta todo este
tiempo que el sistema judicial y el Estado injustamente me han
arrebatado. Ellos son los culpables.
-¿Se ha preguntado por qué lo hicieron?
-Muchas
veces. Yo nunca maté a nadie, ni en mi vida le hice algo al ex
subcomisionado Osorto o a su familia. Él llegó 5 veces a la prisión
preguntando por mí, preguntando en qué celda me tenían. Una vez hasta
nos topamos en la cárcel y él ni siquiera pudo reconocerme. No sabía
quién era yo….¿cómo podía acusarme?
-¿Por qué tanto odio entonces?
-En
el enfrentamiento fallecieron parientes suyos. Quizás quiso buscar un
culpable. Se ensañó en un solo campesino y yo sufrí siete años de
infierno.
-¿Hay algo que rescata de este infierno?
-Creo
que hay algo que sí vale la pena rescatar, y una vez más voy a
necesitar de la solidaridad mundial. Es el momento que el Estado asuma
sus responsabilidades por el tiempo perdido, por lo que pasó a mi
rostro, por las repetidas violaciones a mis derechos, por los intentos
de asesinato, por la muerte de mi padre y de mi hija. El Estado debe
pagar por todo este sufrimiento.
-¿Está pensando en demandar al Estado?
-Lo vamos a hacer porque esto no puede quedar así.
-¿Se siente un “preso político”?
-Fui
un preso político, porque el Estado me privó de libertad sin la más
mínima prueba, con testigos y testimonios falsos, arrebatándome parte de
mi vida. Las instituciones del Estado se confabularon para echarme
preso. Soy una víctima del Estado.
-¿Cómo se siente hoy?
-Muy
feliz y más por estar al lado de todas estas personas solidarias, que
han llegado hasta aquí a compartir su experiencia con nuestra comunidad,
con nuestra gente que sigue sufriendo. Estoy feliz por mi carta de
libertad, por mi madre, por mi familia, por todos las y los que lucharon
por mí. Aunque no estén más conmigo, ya pude despedirme de mi padre y
de mi hija. Fui al panteón, limpié sus tumbas, estuve con ellos, les
puse flores. Estoy volviendo a la vida.
No hay comentarios :
Publicar un comentario