29 abril, 2016 |Criterio.hn/
Por: Salvador Zúniga Cáceres
Es
inconcebible que como familiares no podamos saber absolutamente nada
del curso de las investigaciones sobre el asesinato de nuestra madre, y
que el Estado que la encarceló, que con sus militares amenaza y asesina a
los y las que defienden la vida lleve esta investigación, que ese mismo
Estado es el que sigue entregando nuestros territorios sagrados, que
forma parte de un sistema racista, capitalista y patriarcal.
Con
razón a veces nos preguntamos ¿Dónde está la esperanza? y es que si
pretendemos buscarla en este sistema somos ingenuos, pero tenemos algo
que basta para tener claro que esa esperanza es real ,esa está en la
fuerza que nos mueve que involucra la espiritualidad que entiende
verdaderamente que como seres vivientes dependemos de las demás formas
de vida, ríos, montañas, animales, niños, niñas, mujeres, hombres,
conectados y conectadas, desde la cotidianidad y hasta llegar a las
situaciones en las que nuestra vida es dada para luchar por que la vida
no sea destruida, por ese entendimiento, por esa cosmovisión, es difícil
no tener miedo por las personas que luchan por los derechos elementales
que este sistema no entiende porque eso es peligroso, no puedo pensar
en recibir otra noticia como la que recibí el 3 de marzo, luchamos
porque defender la vida no sea un riesgo, luchamos porque no queremos
más injusticias, porque queremos un lugar en el mundo, un lugar digno,
donde todos y todas seamos parte de la construcción de nuestro destino,
luchamos porque en esta lucha está el espíritu de nuestra Bertita, de
Lempira, y de nuestros ancestros y ancestras, de los que fueron
asesinados y las que fueron asesinadas que se quedan, para cuando nos
preguntemos ¿Dónde está la esperanza?, así que ahora son luz, vienen de
diferentes formas, de corriente de agua que no está dispuesta a ser
ahogada, para que en medio de la angustia no desvanezcamos vienen en
forma de alegría, la esperanza de justicia está en la solidaridad, en
los compañeros y compañeras, en nosotros y nosotras que no nos
detendremos en esta resistencia de la que nuestra Bertita es ejemplo, y
en medio de la dureza de ese resistir se refuerzan nuestros procesos de
construcción de sueños de vida.
Dar la vida de múltiples formas por la defensa de los ríos es dar la vida por el bien de la humanidad y de este planeta.
http://criterio.hn/pese-la-adversidad-hijo-berta-caceres-escribe-carta-esperanza-inspirado-la-lucha-madre-2/
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