Escrito por Redacción | Noviembre 26 del 2015 Secciones: Mujeres
Tegucigalpa, Honduras (Conexihon).-
Tres mujeres detenidas y varias golpeadas, entre ellas dos menores de
edad fue el costo de la protesta que se desarrolló este miércoles en la
capital hondureña, irónicamente las organizaciones defensoras de los
derechos de las hondureñas se disponían a conmemorar el Día
Internacional contra la violencia hacia las mujeres.
Se
trata de una acción que se repite por tercer año consecutivo, el 25 de
noviembre, las organizaciones feministas salen a las calles a demandar
por su seguridad, pero irónicamente, es justamente la Guardia de Honor
Presidencial, Policía Nacional y de las Fuerzas Armadas que las recibe
con actos de violencia,
Según
testimonios, los uniformados desalojaron a varias mujeres que se
disponían a participar en una manifestación pacífica frente a Casa
Presidencial, con uso excesivo de la fuerza, tomándolas por los pies, de
los cabellos y literalmente arrastrándolas por la calle. Tres de las
agredidas terminaron tirardas en la paila de una patrulla.
Al
observar tremenda arremetida las demás mujeres comenzaron a tratar de
dialogar con los agresores, logrando que les entregaran a las tres
detenidas, ya golpeadas. Las agredidas fueron Evelin Cuellar, Merary
Cuellar (15 años) y Alejandra Corea (5 meses de embarazo) del Centro de
Estudios de la Mujer Honduras (CEM-H).
Doble violencia, “sin permiso” para protestar
En
declaraciones a Conexihon, Evelin Cuellar narró la agresión que recibió
por parte de los uniformados que custodian la Casa de Gobierno, dijo
que “venimos a manifestarnos porque si nos respetaran nuestros derechos
sería un día de celebración de la no violencia contra las mujeres”.
"Al
llegar a la “Casa del Pueblo” nos encontramos con una gran cantidad de
militares y policías, los que ordenaron que nos fueramos del lugar, pues
que no tenían permiso de permanecer allí, por ende ellas les
manifestaron que era el día de la no violencia y querían decirle a Juan
Orlando Hernández que le ponga un alto a la violencia hacia las mujeres.
“Como
queremos ejercer nuestro derecho a manifestarnos pacíficamente, ellos
nos agarraron de brazos y pies, nos arrastraron de frente del lugar y
nos subieron a una patrulla con mi hija menor de edad y una compañera
embarazada, nos golpearon, uno de ellos me puso la bota militar en el
pecho, a mi pequeña le dieron en la cara y a la otra la golpearon ya en
la patrulla”, informó la feminista.
Las
mujeres condenaron este Día Internacional contra la Violencia, la
ausencia de acciones estatales al dejar en la impunidad más del 95% de
los 4,267 femicidios perpetrados entre el 2003 y 2014, sumado a los más
de 400 crímenes contra mujeres que se registraron en el 2015.
Las
organizaciones de mujeres hondureñas consideran que la “inoperancia
estatal ante 5,758 delitos sexuales perpetrados contra mujeres y niñas
entre 2013 y 2014 (Ministerio Público) en el país, donde solo el 5.8%
tienen sentencia condenatoria y la mayoría se encuentra en la
impunidad”.
Asesinado hermano de defensora
Paradójicamente
mientras Cuellar era reprimida por los elementos policiales y
militares, su hermano Selvin Lenin Cuellar (33) fue secuestrado y
asesinado por desconocidos que dejaron su cuerpo abandonado en una
hondonada junto a seis personas más, el lamentable hecho se conoció en
la prensa nacional como "La Masacre en El Infiernito".
Según
se conoció a eso de las 4:00 de la mañana, los desconocidos irrumpieron
en la casa de Cuellar, en la colonia 19 de septiembre de Comayagüela.
Entre
los fallecidos se encontraban cinco jóvenes entre los 19 y 35 años,
ayudantes de albañil, cobradores de buses y estudiantes. A Cuellar le
sobrevivieron tres niños de 3,4 y 10 años.
Al
recordar su pérdida, la voz de la mujer de pelo negro y tez trigueña se
quebró, y lágrimas que asomaban de sus ojos expresó que “unos hombres
sacaron a mi hermano de la casa, también sacaron seis más como él de sus
propias casas entre ellos una muchacha”.
“Yo
aquí manifestándome exigiendo un alto a la violencia, no queremos más
muertos ni muertas en el país, porque no estamos en guerra, está bien
solidarizarnos con otros países, pero me molesta, cuando no se hace nada
en el nuestro para que ya no se derrame más sangre de hondureñas u
hondureños”,
Cuellar
se mostró fastidiada porque al dar la noticia en algunos medios de
comunicación vierten juicios en contra de las victimas asegurando que
“andan en cosas ilícitas o por territorios” añadió que “conozco a mi
hermano, vivía para su esposa y sus hijos, era un luchador, peleaban
para que la colonia siguiera sana, la lucha que yo hago en las calles,
Selvin la hacía en su comunidad”, puntualizó.
“Quiero ser como mi mamá”
Por
su parte, Merary Cuellar describió la agresión que recibió en horas de
la mañana e indico que “uno de uniforme me pegó a mí en la cara, mi mamá
me defendió, entonces nos golpeó a las dos, como se la querían llevar,
ella se tiró en el suelo y yo también, nos arrastraron”.
Se
dejan ver los raspones en los delgados brazos de la joven, prosiguió
que “una policía me estaba doblando el brazo, me pagaron en la cara me
dejaron morete, me golpearon el pie, me decían que me callara, que
dejara de estar molestando, nos subieron a la patrulla, nos llevaban,
pero las compañeras lograron que nos soltaran.
“Yo
ando manifestándome, porque quiero ser igual a mi mami, defender los
derechos, para que cuando yo tenga hijos puedan tener una vida digna y
no les toque andar en la calle y que los golpeen por defenderse”, indicó
la joven feminista.
Mujeres policías, agreden a otras mujeres
En
tanto, Alejandra Corea exteriorizó que “veníamos entrando para esperar a
las otras compañeras, los de uniformes nos dijeron que no podíamos
hacerlo, que si pasábamos nos íbamos a tener a las consecuencias, les
dijimos que era pacifico, entonces mando a llamar a los demás militares,
nos empezaron a agarrar del pelo, nos golpearon, nos tiraron al piso,
nos insultaron”.
Corea
indicó que les dijeron a los miembros del ejército y policía que sabían
que existían los derechos de la mujer, enseguida les ordenaron a cuatro
mujeres policías que las golpearan porque al parecer consideraron que
debían ser mujeres las que golpearan mujeres; las de azul que
obedecieron la orden de agredir a las feministas, las de apellidos
“Padilla”, “Bonilla y “Díaz” tres de las cuatro de las que recibieron
amenazas, esto sucedió aun subiendo a las manifestantes a la patrulla.
La
joven explicó a la prensa que les informó a las agentes que está en
estado de embarazo, “me dijeron que porque andaba aquí, entonces dijeron
bajen a esa güirra (niña) vieja que dice que está preñada, me tiraron
de la patrulla y otra compañera me agarró para que no me golpeara.
Para
las organizaciones feministas que integran la Plataforma 25 de
noviembre, salir a las calles de las ciudades hondureñas es “para
recordar a todas las mujeres y niñas víctimas de la violencia patriarcal
y denunciar la ausencia de acciones por parte del Estado hondureño para
detener la violencia machista, pues se continúa viviendo la violencia
estructural consecuencia de las relaciones patriarcales que nos vienen
impuestas desde que nacemos”.
No
obstante, -reconocen- que “oponerse a la violencia machista implica
enfrentar el sistema capitalista patriarcal que se sostiene a costa de
los golpes que recibimos, sobre el trabajo no reconocido que realizamos
las mujeres y sobre la discriminación que día a día sufrimos”.
Fundamentalismos religiosos
La
Plataforma 25 de Noviembre también criticó las componendas de las
iglesias y el gobierno al dejar que sus creencias religiosas y doble
moral injieran en la política estatal, la cual, -señalan- “se ha puesto
en evidencia cuando la Confraternidad Evangélica envío una carta al
gobierno previo a la presentación del Examen Periódico Universal EPU
expresó “si el gobierno ratifica el Protocolo Facultativo de la CEDAW,
estará cometiendo el error de permitir una enorme injerencia extranjera
sobre asunto internos”. Para estos grupos es injerencia extranjera
adoptar convenciones y pactos internacionales que protegen los derechos
humanos de las mujeres. De igual forma estos grupos anti derechos se han
opuesto a la legalización de la anticoncepción de emergencia PAE. Esto
sucede a pesar de que muchos países han recomendado al Estado de
Honduras la ratificación del Protocolo Facultativo de la CEDAW, la
legalización de la PAE y la despenalización del aborto en caso de
violación e incesto".
A
esto se le suma, el hecho de que el proyecto de nuevo Código Penal
pretende hacer grandes retrocesos en materia de derechos de las mujeres
sobre todo en lo que tiene que ver con las violencias contra las mujeres
y los derechos reproductivos, en el primer caso, con la mayoría de las
penas conmutables para estos delitos, y en el segundo caso, con nuevos
delitos que criminalizan aún más el ejercicio de la sexualidad y de la
reproducción de las mujeres.
Presupuesto excluyente
Las
mujeres organizadas también lamentaron el incremento de un 33% del
presupuesto público para la Secretaría de Defensa, en los últimos tres
años, mientras se disminuye el presupuesto de salud y no se asigna a las
áreas de investigación de delitos contra las mujeres.
La
Fiscalía de la Mujer continua con un presupuesto del 2% del total de
los recursos asignados al Ministerio Publico; los juzgado especializados
en violencia domestica continúan únicamente con el 0.98% del
presupuesto de la Corte Suprema de Justicia; y el Instituto Nacional de
la Mujer INAM únicamente el 0.001% del total del Presupuesto General de
la República, indicaron.
Igualmente,
condenaron los desalojos violentos contra las mujeres campesinas,
indígenas y garífunas que atentan contra el derecho que tienen los
pueblos a la consulta previa y a proteger sus bienes comunes y su
territorio, que dan cuenta de más de 850 campesinas enfrentando procesos
de judicialización entre el 2014 y 2015.
La Plataforma 25 de noviembre está integrada por: Centro de Derechos de Mujeres CDM, Centro de Estudios de la Mujer Honduras CEM-H, Centro de Acción para el Desarrollo de Honduras CESADEH, Vía Campesina, COHVISOL, CODIMCA, CONAMUCOPHN, Red de Mujeres de la Colonia Cruz Roja, Ramón Amaya Amador, Cantarranas, Ojojona, Santa Ana, M.D.C., Intibucá, Colectivo Matria, Doll, Red de Trabajadoras Domésticas, Red Nacional de Defensoras, JASS, Fundación Simiente, Alternativas y Oportunidades AYO.
Acciones similares de protesta se realizaron en San Pedro Sula, aquí compartimos el comunicado del Foro de Mujeres por la Vida:
Declaratoria del Foro de Mujeres por la Vida
Por nuestros sueños y derechos
Hoy
25 de Noviembre, Día Internacional para la Eliminación de la Violencia
contra las Mujeres; feministas y organizaciones de la región norte y
occidente del país, articuladas en el Foro de Mujeres por la Vida,
salimos a las calles como un acto de nuestra histórica rebeldía,
desafiamos el miedo, el terror y las armas que el gobierno actual ha
impuesto a nuestro pueblo y reencontramos nuestras voces transgresoras,
para denunciar ante los pueblos del mundo que:
1.
La matria que soñamos las hondureñas cada día se aleja más de la
realidad en la que el Gobierno actual ha convertido nuestro país y sobre
todo la región nor-occidental de Honduras. Un país en guerra, donde
nuestros cuerpos son utilizados como botines. Un Estado feminicida donde
cada 13 horas una mujer es asesinada por ser mujer, donde 4 mil 460
mujeres han perdido la vida de forma violenta los últimos 11 años y en
los primeros 7 meses del 2015 ya son 364 mujeres que perdieron la vida
de forma violenta[1]. De estos crímenes más del 90% de estos continúan
en la impunidad. Una Honduras donde la inversión en armas y el
fortalecimiento de los militares se prioriza sobre una seguridad
verdadera y el respeto a los derechos humanos. ¡No más miedo disfrazado
de seguridad!. ¡No más mujeres asesinadas, desparecidas, violentadas!
¡No más ejércitos controlando nuestras vidas y comunidades. Nos
oponemos a las armas, a la violencia Estatal y a la dictadura de Juan
Orlando Hernández.
2.
Nuestros cuerpos son territorios sagrados, en los que solo nostras
tenemos el incuestionable derecho a decidir. Denunciamos que en
Honduras, iglesias fundamentalistas como la Confraternidad Evangélica y
los Grupos Opus Dei, pretender disminuir el marco de Derechos Humanos
de las hondureñas, interviniendo en decisiones como la aprobación de la
Píldora Anticonceptiva de Emergencia, PAE; la aprobación del Protocolo
Facultativo de la CEDAW y la interrupción libre del embarazo.
Denunciamos que Honduras no es un Estado Laico, ya que los tres poderes
responden a los intereses de grupos fundamentalistas y utilizan nuestros
cuerpos para negociar poder, violando nuestra Constitución. Sin embargo
nadie responde cuando Honduras es señalado como el país con más altos
índices de embarazo adolescente en la región. No se hace justicia por
las 13 mujeres que murieron por la utilización de los óvulos de harina
y todas las que perdieron su vida, producto de la escandalosa
corrupción en el Seguro Social. Ni se toman medidas ante los crímenes
por violencia sexual que a diario sufren las mujeres y niñas. ¡Es tiempo
de descolonizar nuestro cuerpo! Y dejar claro que ¡Nosotras decidimos!
3.
Al igual que nuestros cuerpos, los territorios son negociados, vendidos
y asesinados. Las industrias extractivas, las ciudades modelos, la
expropiación de nuestros territorios ancestrales a los pueblos
originarios, la criminalización y persecución de las defensoras de los
bienes naturales y comunes, no son otra cosa que la colonización de
Honduras. Exigimos la tierra que como hondureñas nos corresponde. “Si
nos tocan la tierra nos tocan la sangre, si nos tocan la sangre nos
tocan la tierra”
4.
Las mujeres, somos la fuerza que mantiene las naciones. Trabajamos en
los espacios privados y públicos, sin que se reconozca nuestro trabajo,
en condiciones discriminatorias y violentas, con salarios inequitativos e
indignas, en condiciones que ponen en riesgo nuestra salud y vida.
Denunciamos un gobierno que ha precarizado nuestros derechos como
trabajadores con políticas que nos están matando mientras enriquecen a
un pequeño grupo y pretende jugar con nuestra pobreza con acciones con
el bono solidario, los fogones, etc. Dejamos claro que nuestros derechos
no son negociables.
Las
16 organizaciones que desde hace 12 años luchamos juntas en el Foro de
Mujeres por la Vida, unimos nuestras fuerzas a las de mujeres de todo el
mundo, en especial nuestras hermanas sirias. Nos manifestamos en
rebeldía y desobediencia frente a las armas, los ejércitos y las
guerras. Nuestros cuerpos en las calles son la manifestación política
más fuerte de un movimiento que es más grande que la lógica de saqueo y
muerte del actual gobierno. Nos declaramos a favor de la vida, de la
alegría y la esperanza. Afirmamos que seguiremos caminando, luchando,
soñando.
Día Internacional de Eliminación de la Violencia contra la mujer
El
17 de diciembre de 1999, a través de la resolución 54/134, la Asamblea
General declaró el 25 de noviembre como el Día Internacional de la
Eliminación de la Violencia contra la Mujer, invitando a los gobiernos,
las organizaciones internacionales y las organizaciones no
gubernamentales a que organicen en ese día actividades dirigidas a
sensibilizar a la opinión pública respecto al problema de la violencia
contra la mujer que vemos que no obstante estas recomendaciones van en
aumento bajo la mirada indiferente de los gobiernos que tienen la
obligación de apoyar estas iniciativas de respeto a las mujeres y
castigo ejemplar a quienes maltratan física y sicológica.
Este
día fue instaurado en conmemoración del brutal asesinato en 1960 de las
tres hermanas Mirabal, activistas políticas de la República Dominicana,
por orden del gobernante dominicano Rafael Trujillo (1930-1961), esa
fue la razón de que el 20 de diciembre de 1993, la Asamblea General
aprobó la Declaración sobre la eliminación de la violencia contra la
mujer recordando también la Declaración Universal de Derechos Humanos,
el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, el Pacto
Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, la
Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación
contra la mujer y la Convención contra la Tortura y Otros Tratos o Penas
Crueles, Inhumanos o Degradante, sobre todo en algunos grupos de
mujeres que pertenecen a minorías como las mujeres indígenas, las
refugiadas, las migrantes, las que viven en comunidades rurales o
remotas, las indigentes, las mujeres recluidas en instituciones o
detenidas, las niñas, las mujeres con discapacidad, las mujeres de edad y
las mujeres en situaciones de conflicto armado, son particularmente
vulnerables a la violencia.
http://conexihon.hn/site/noticia/derechos-humanos/mujeres/violencia-contra-hondure%C3%B1as-brota-en-casa-presidencial
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