El dolor y la impotencia en las madres de las víctimas, de la masacre en el punto de buses de la colonia Cerro Verde de Choloma, Cortés, es evidente, pues no pueden creer que sus hijos hayan perdido la vida violentamente, por lo que exigen a las autoridades que traten de dar con el paradero de los hechores.
Los rostros desencajados, miradas perdidas, lágrimas, son una pequeña
muestra de la tristeza que hay en los corazones de las progenitoras de
los infortunados, quienes los describieron como hijos atentos con ellas.
Mirna Padilla, madre de Gerardo Enrique Fúnez Padilla (35), expresó que “no hay palabras para describir el dolor que siento por la pérdida de mi hijo; por 15 años se dedicó a trabajar como motorista, junto a sus hermanos y jamás pensamos que algo así podría pasar”.
La acongojada madre, recordó a Gerardo Enrique como un excelente hijo, pues al igual que su hermano gemelo, fue muy cariñoso con ella y un buen padre con sus cinco vástagos, entre estos un bebé de un mes de nacido.
“Mi hijo siempre fue un hombre cariñoso conmigo, con su familia y dedicado a trabajar duro para salir adelante, pero lamentablemente hay personas que se dedicaban a andar haciendo daño a quienes se ganan la vida honradamente. Él deja cinco niños de pan en mano y eso no es justo”, refirió.
“Exijo a las autoridades que se haga justicia, porque no es posible que sigan pagando justos por pecadores. La Policía debe de proteger a las personas que se andan ganando el pan de cada día sin hacerle daño a nadie, como madre pido que se detenga a los responsables de haber enlutado nuestras familias”, expresó.
“Gracias a Dios mi otro hijo logró sobrevivir, sino mi dolor sería mayor, porque para una de madre nuestros hijos son un tesoro”.
La última voluntad de Dubón fue cumplida, pues ayer sus parientes desplazaron el féretro por la calle principal de la López Arellano hasta la colonia Cerro Verde, para posteriormente llevarlo nuevamente a su casa donde fue velado.
Durante el recorrido, sus allegados lanzaron cohetes, cantaron canciones en su honor y rezaron plegarias a Dios para pedir por su eterno descanso.
Asimismo, el ataúd conteniendo su cuerpo permaneció por unos minutos en la terminal de autobuses de las cuatro empresas de transporte que circulan de la Cerro Verde hacia San Pedro Sula.
“Solo Dios puede calmar este dolor tan grande que siento por la muerte de mi hijo. Dios dame fuerzas, porque no sé qué voy a hacer si no lo tengo”, lamentaba la progenitora de Dubón, mientras abrazaba a otra de sus parientes.
Refirió que en muchas ocasiones le pidió que dejara de trabajar como motorista de los autobuses, pero este le decía que tenía que laborar para poder ayudarle y que su labor, era algo que lo apasionaba, “pero nunca pensé que muriera así, porque le decía que ese trabajo se ha vuelto peligroso”.
“Es duro saber que un hijo ha muerto y duele más cuando se sabe que fue ultimado injustamente. José Omar hace unos días pidió permiso para ir a hacer unas pruebas a una maquila, porque quería salirse de trabajar en los rapiditos, pero no le salió el empleo, sino probablemente estuviera vivo”, dijo Ana Guadalupe con la voz quebrantada.
Añadió que, “mi esposo está enfermo y ya no puede trabajar; mi hijo era quien laboraba aunque fuese para que el pan diario no nos faltara, ya que el dinero que gano con la venta de tortillas no es mucho, pero era él quien se hacía cargo de los gastos de la casa”.
Recordó a su vástago como un joven dedicado a su hogar, educado y sobre todo “un hijo excelente que se esforzaba por vernos bien, pues sabía que su papá ya no puede trabajar”.
Esmeralda no pudo contener el llanto al recordar a su vástago, quien tenía seis meses de laborar en el plantel de buses.
“Dios se encargará de castigar a las personas que hicieron esto, porque ahí murieron personas inocentes”, refirió la acongojada madre.
Por su parte, Alfredo Vásquez, padre de Germán Ulises, manifestó que este anteriormente laboraba como soldador.
“Él trabajaba conmigo en soldadura, pero el trabajo era poco por eso decidió comenzar a laborar como despachador; una persona le consiguió ese trabajo, pero a mí me salió un proyecto y en diciembre comenzaríamos el mismo en Puerto Cortés. Él ya me había dicho que se iba a ir conmigo, porque le gustaba trabajar a mi lado”, dijo Alfredo.
Fúnez Padilla, Dubón y Ruiz Berríos, fueron sepultados ayer por la tarde en diferentes cementerios de esta localidad, mientras que Vásquez Menjívar será enterrado hoy después de una reunión en la iglesia mormona de la colonia Victoria donde residía.
Entre tanto, Wilson Javier Mendoza García (32), quien laboraba como despachador, fue llevado a la aldea Baracoa de Puerto Cortés, donde ayer fue sepultado.
Otras dos de las víctimas fueron trasladadas a diferentes partes de la zona sur del país, de donde eran originarias.
Algunos socios y dueños de autobuses, ayer sostuvieron una reunión con autoridades policiales para tratar de buscar una solución a la problemática, pero no dieron a conocer los detalles de la misma.
Miguel Ángel Rivera, socio de una de las empresas de transporte, detalló que “hoy (ayer) anda trabajando un 25 por ciento de las unidades de transporte, porque el miedo persiste en los motoristas, pues muchos han desertado por temor a correr la misma suerte de sus compañeros. Asimismo, varios de los dueños de buses han decidido sacar las mismas de circulación, pues se dedicarán a otras actividades; algunos han dicho que les quitarán los asientos a los microbuses y que posiblemente se dediquen a vender pan o huevos”.
Agregó que, “es una situación difícil, porque por casi cuarenta años nos hemos dedicado al rubro del transporte y es lo que sabemos hacer. En mi caso, el motorista de mi unidad salieron a trabajar, pero nuevamente retornaron, porque tienen miedo y es entendido, pues no es fácil todo esto, ya no es rentable ser propietario de unidades de transporte, porque las ganancias son compartidas”.
En cuenta a que si el baño de sangre podría haber ocurrido por la negativa de pagar extorsión, manifestó que “no descartamos, pero deben ser las autoridades que den los pormenores de lo que habría originado la masacre”.
Ayer la terminal de transporte permanecía cerrada, pues eran pocas las unidades que hacían su recorrido normal.
Según los archivos policiales, el automotor tiene reporte de robo, pues fue despojado a su propietario en la misma colonia donde fue dejado abandonado, el primero de este mes.
El vocero de la Policía Nacional para la zona noroccidental, comisario Jorge Rodríguez Montoya, manifestó que el vehículo se está vinculando al múltiple crimen, debido a información que brindaron testigos.
“Hay pruebas testificales que involucran este vehículo como uno de los usados por los criminales para cometer la masacre, pues de acuerdo a las investigaciones, la matrícula coincide con la proporcionada por testigos y esperamos tener mayores detalles en las próximas horas en torno a ese hecho. Asimismo, se anda en busca del otro vehículo que también fue usado, pero, además se realizan operaciones en diferentes sitios de la zona norte para tratar de dar con el paradero de los criminales”, recalcó Rodríguez Montoya.
Explicó que hasta el momento, la extorsión está descartada como móvil del baño de sangre, “pues hay otros detalles que se darán a conocer en su momento para no entorpecer las averiguaciones, que posiblemente sean las causas del porqué miembros de estructuras criminales cometieron la masacre”.
Otra fuente policial, manifestó que se investiga la posible venta y distribución de drogas, pero ese extremo será confirmado o descartado por las averiguaciones.
Minutos antes de las 12:00 meridiano de anteayer, sujetos que se transportaban en una camioneta azul y un pick up negro, protagonizaron una balacera en el punto de buses, dejando como resultado ocho personas muertas.
Entre las víctimas figuran tres motoristas, igual número de ayudantes y dos despachadores que quedaron tendidos una cerca de la otra, presentando múltiples heridas de bala.
Según testigos, tres de los delincuentes portaban chalecos antibalas con las insignias de la Dirección Policial de Investigación (DPI) y que portaban armas de grueso calibre, mientras que los otros cinco únicamente andaban armados.
Una vez que ingresaron al plantel comenzaron a disparar a diestra y siniestra, por lo que gran parte de los motoristas y ayudantes que se encontraban en el mismo, salieron en veloz carrera para poner sus vidas a salvo.
Refirieron que se acercaron a la posta policial que se encuentra a pocos metros, pero los efectivos se negaron a brindarles apoyo por razones no establecidas.
Como consecuencia de la lluvia de plomos murieron Gerardo Enrique Fúnez Padilla, Gerardo Dubón, Franco Enrique Sarmiento Maldonado (alias “La Sirena”) de 22 años de edad, José Omar Ruiz Berríos, Rubén Darío Matamoros (23), Miguel Antonio Gonzales, Germán Ulises Vásquez Menjívar y Wilson Javier Mendoza García.
Mientras que otro joven identificado como Boldy Joel Rodríguez resultó herido y se encuentra en un centro asistencial de San Pedro Sula.
http://www.latribuna.hn/2015/11/26/feretro-de-chofer-recorre-ruta-donde-trabajo-por-varios-anos/
Mirna Padilla, madre de Gerardo Enrique Fúnez Padilla (35), expresó que “no hay palabras para describir el dolor que siento por la pérdida de mi hijo; por 15 años se dedicó a trabajar como motorista, junto a sus hermanos y jamás pensamos que algo así podría pasar”.
La acongojada madre, recordó a Gerardo Enrique como un excelente hijo, pues al igual que su hermano gemelo, fue muy cariñoso con ella y un buen padre con sus cinco vástagos, entre estos un bebé de un mes de nacido.
“Mi hijo siempre fue un hombre cariñoso conmigo, con su familia y dedicado a trabajar duro para salir adelante, pero lamentablemente hay personas que se dedicaban a andar haciendo daño a quienes se ganan la vida honradamente. Él deja cinco niños de pan en mano y eso no es justo”, refirió.
“Exijo a las autoridades que se haga justicia, porque no es posible que sigan pagando justos por pecadores. La Policía debe de proteger a las personas que se andan ganando el pan de cada día sin hacerle daño a nadie, como madre pido que se detenga a los responsables de haber enlutado nuestras familias”, expresó.
“Gracias a Dios mi otro hijo logró sobrevivir, sino mi dolor sería mayor, porque para una de madre nuestros hijos son un tesoro”.
RECORRIÓ RUTA POR ÚLTIMA VEZ
Gerardo Dubón (28), siempre comentó a su familia y amigos, que el día que muriera su último deseo era recorrer por última vez la ruta que por varios años siguió durante laboró como motorista de una unidad de transporte rapidito.La última voluntad de Dubón fue cumplida, pues ayer sus parientes desplazaron el féretro por la calle principal de la López Arellano hasta la colonia Cerro Verde, para posteriormente llevarlo nuevamente a su casa donde fue velado.
Durante el recorrido, sus allegados lanzaron cohetes, cantaron canciones en su honor y rezaron plegarias a Dios para pedir por su eterno descanso.
Asimismo, el ataúd conteniendo su cuerpo permaneció por unos minutos en la terminal de autobuses de las cuatro empresas de transporte que circulan de la Cerro Verde hacia San Pedro Sula.
“Solo Dios puede calmar este dolor tan grande que siento por la muerte de mi hijo. Dios dame fuerzas, porque no sé qué voy a hacer si no lo tengo”, lamentaba la progenitora de Dubón, mientras abrazaba a otra de sus parientes.
Refirió que en muchas ocasiones le pidió que dejara de trabajar como motorista de los autobuses, pero este le decía que tenía que laborar para poder ayudarle y que su labor, era algo que lo apasionaba, “pero nunca pensé que muriera así, porque le decía que ese trabajo se ha vuelto peligroso”.
BUSCÓ TRABAJO EN MAQUILA
Por su parte, Ana Guadalupe Berríos, madre de José Omar Ruiz Berríos (21), quien por varios años laboró como ayudante, manifestó que este deseaba dejar de trabajar en el rubro del transporte, debido a que constantemente se reportan asaltos en las unidades y porque empleados de las empresas de autobuses están muriendo violentamente.“Es duro saber que un hijo ha muerto y duele más cuando se sabe que fue ultimado injustamente. José Omar hace unos días pidió permiso para ir a hacer unas pruebas a una maquila, porque quería salirse de trabajar en los rapiditos, pero no le salió el empleo, sino probablemente estuviera vivo”, dijo Ana Guadalupe con la voz quebrantada.
Añadió que, “mi esposo está enfermo y ya no puede trabajar; mi hijo era quien laboraba aunque fuese para que el pan diario no nos faltara, ya que el dinero que gano con la venta de tortillas no es mucho, pero era él quien se hacía cargo de los gastos de la casa”.
Recordó a su vástago como un joven dedicado a su hogar, educado y sobre todo “un hijo excelente que se esforzaba por vernos bien, pues sabía que su papá ya no puede trabajar”.
GUSTABA LABORAR CON SU PADRE
“Mi hijo siempre se caracterizó por ser muy educado, solo le hablaba una vez y me obedecía. Conmigo fue muy cariñoso, voy a extrañarlo mucho”, comentó Esmeralda Menjívar, progenitora de Germán Ulises Vásquez Menjívar (34), quien laboraba en el punto de buses como despachador.Esmeralda no pudo contener el llanto al recordar a su vástago, quien tenía seis meses de laborar en el plantel de buses.
“Dios se encargará de castigar a las personas que hicieron esto, porque ahí murieron personas inocentes”, refirió la acongojada madre.
Por su parte, Alfredo Vásquez, padre de Germán Ulises, manifestó que este anteriormente laboraba como soldador.
“Él trabajaba conmigo en soldadura, pero el trabajo era poco por eso decidió comenzar a laborar como despachador; una persona le consiguió ese trabajo, pero a mí me salió un proyecto y en diciembre comenzaríamos el mismo en Puerto Cortés. Él ya me había dicho que se iba a ir conmigo, porque le gustaba trabajar a mi lado”, dijo Alfredo.
Fúnez Padilla, Dubón y Ruiz Berríos, fueron sepultados ayer por la tarde en diferentes cementerios de esta localidad, mientras que Vásquez Menjívar será enterrado hoy después de una reunión en la iglesia mormona de la colonia Victoria donde residía.
Entre tanto, Wilson Javier Mendoza García (32), quien laboraba como despachador, fue llevado a la aldea Baracoa de Puerto Cortés, donde ayer fue sepultado.
Otras dos de las víctimas fueron trasladadas a diferentes partes de la zona sur del país, de donde eran originarias.
DEJARÁN DE CIRCULAR
Tras la masacre, en el punto de buses de cuatro empresas de transporte algunos propietarios de unidades han tomado la determinación de sacarlas de circulación, por temor a que nuevamente ocurra una tragedia similar a la acaecida el pasado martes.Algunos socios y dueños de autobuses, ayer sostuvieron una reunión con autoridades policiales para tratar de buscar una solución a la problemática, pero no dieron a conocer los detalles de la misma.
Miguel Ángel Rivera, socio de una de las empresas de transporte, detalló que “hoy (ayer) anda trabajando un 25 por ciento de las unidades de transporte, porque el miedo persiste en los motoristas, pues muchos han desertado por temor a correr la misma suerte de sus compañeros. Asimismo, varios de los dueños de buses han decidido sacar las mismas de circulación, pues se dedicarán a otras actividades; algunos han dicho que les quitarán los asientos a los microbuses y que posiblemente se dediquen a vender pan o huevos”.
Agregó que, “es una situación difícil, porque por casi cuarenta años nos hemos dedicado al rubro del transporte y es lo que sabemos hacer. En mi caso, el motorista de mi unidad salieron a trabajar, pero nuevamente retornaron, porque tienen miedo y es entendido, pues no es fácil todo esto, ya no es rentable ser propietario de unidades de transporte, porque las ganancias son compartidas”.
En cuenta a que si el baño de sangre podría haber ocurrido por la negativa de pagar extorsión, manifestó que “no descartamos, pero deben ser las autoridades que den los pormenores de lo que habría originado la masacre”.
Ayer la terminal de transporte permanecía cerrada, pues eran pocas las unidades que hacían su recorrido normal.
HALLAN CARRO ABANDONADO
Desconocidos ayer dejaron abandonado una camioneta azul, matrícula P DN 5224, entre las 4 y 5 calles, 16 avenida de la colonia Aurora de San Pedro Sula, la cual habría sido usada para cometer la masacre en el punto de buses de la Cerro Verde.Según los archivos policiales, el automotor tiene reporte de robo, pues fue despojado a su propietario en la misma colonia donde fue dejado abandonado, el primero de este mes.
El vocero de la Policía Nacional para la zona noroccidental, comisario Jorge Rodríguez Montoya, manifestó que el vehículo se está vinculando al múltiple crimen, debido a información que brindaron testigos.
“Hay pruebas testificales que involucran este vehículo como uno de los usados por los criminales para cometer la masacre, pues de acuerdo a las investigaciones, la matrícula coincide con la proporcionada por testigos y esperamos tener mayores detalles en las próximas horas en torno a ese hecho. Asimismo, se anda en busca del otro vehículo que también fue usado, pero, además se realizan operaciones en diferentes sitios de la zona norte para tratar de dar con el paradero de los criminales”, recalcó Rodríguez Montoya.
Explicó que hasta el momento, la extorsión está descartada como móvil del baño de sangre, “pues hay otros detalles que se darán a conocer en su momento para no entorpecer las averiguaciones, que posiblemente sean las causas del porqué miembros de estructuras criminales cometieron la masacre”.
Otra fuente policial, manifestó que se investiga la posible venta y distribución de drogas, pero ese extremo será confirmado o descartado por las averiguaciones.
Minutos antes de las 12:00 meridiano de anteayer, sujetos que se transportaban en una camioneta azul y un pick up negro, protagonizaron una balacera en el punto de buses, dejando como resultado ocho personas muertas.
Entre las víctimas figuran tres motoristas, igual número de ayudantes y dos despachadores que quedaron tendidos una cerca de la otra, presentando múltiples heridas de bala.
Según testigos, tres de los delincuentes portaban chalecos antibalas con las insignias de la Dirección Policial de Investigación (DPI) y que portaban armas de grueso calibre, mientras que los otros cinco únicamente andaban armados.
Una vez que ingresaron al plantel comenzaron a disparar a diestra y siniestra, por lo que gran parte de los motoristas y ayudantes que se encontraban en el mismo, salieron en veloz carrera para poner sus vidas a salvo.
Refirieron que se acercaron a la posta policial que se encuentra a pocos metros, pero los efectivos se negaron a brindarles apoyo por razones no establecidas.
Como consecuencia de la lluvia de plomos murieron Gerardo Enrique Fúnez Padilla, Gerardo Dubón, Franco Enrique Sarmiento Maldonado (alias “La Sirena”) de 22 años de edad, José Omar Ruiz Berríos, Rubén Darío Matamoros (23), Miguel Antonio Gonzales, Germán Ulises Vásquez Menjívar y Wilson Javier Mendoza García.
Mientras que otro joven identificado como Boldy Joel Rodríguez resultó herido y se encuentra en un centro asistencial de San Pedro Sula.
http://www.latribuna.hn/2015/11/26/feretro-de-chofer-recorre-ruta-donde-trabajo-por-varios-anos/
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