jueves, 7 de mayo de 2015

Migrante hondureño pide un plato de comida en México y despierta cuatros días después sin sus brazos

Autor del artículo: Proceso Digital/D19 Jueves 07 de Mayo de 2015 -13:25
Tegucigalpa - La prensa hispana en Estados Unidos ha resaltado en esta semana la historia de José Juan Guzmán Díaz, un migrante hondureño que a su paso por México pidió un plato de comida y despertó cuatro días después sin sus dos extremidades superiores.
Guzmán Díaz, hoy de 38 años de edad, tenía 23 años cuando emprendió la peligrosa ruta migratoria junto a un amigo y un primo hermano.
El amigo abandonó su objetivo unos días después de haber iniciado el camino hacia Estados Unidos a causa de los sacrificios, frío y hambre que pasaron desde que comenzó la ruta migratoria.

 El 28 de junio del 2000, José Juan y su primo, agotados, hambrientos y sin dinero en sus bolsillos, llegaron a una vivienda de Coatzacoalcos, Veracruz, donde pidieron ayuda a una mujer que no solo los alimentó, sino que además aceptó que pasaran la noche en su vivienda.

Según el relato del migrante, el menú de esa noche fue arroz, espaguetis y vaso de jugo de Jamaica, un plato muy común que se sirve en varias regiones de Honduras.

Después de disfrutar de la cena y la hospitalidad de la mexicana quiso levantarse para lavar el plato y el vaso en el que le había servido pero el mareo no se lo permitió. Y eso es lo poco que recuerda de esa noche.

Fue hasta cuatro días después que despertó en un hospital con su cabeza vendada y sus pómulos infamados que casi no podía observar a su alrededor.

Fue entonces que la enfermera le comunicó sobre la pérdida de sus brazos. Recuerda que lloró por horas preguntándose qué había pasado.
                                            

 "Después de 15 años yo todavía no sé qué pasó" dijo a periodistas el desafortunado hondureño.

Para José Juan lo más importante en ese momento era el impacto que iba a causar su tragedia a su familia ya que había salido en busca de un mejor futuro y regresaba con una discapacidad.

"Yo sentí un golpe en mi corazón cuando me dieron la noticia" comentó su madre Virginia Díaz Guzmán.

Su recuperación fue lenta, tras su regreso a su natal Puerto Cortés, decidió aprender el oficio de la carpintería el cual hoy realiza desde hace cinco años con la misma calidad de cualquier profesional de ese rubro.

"Las limitantes están en la mente", comentó, al tiempo que dijo que cualquier discapacidad se puede vencer si se tiene la fuerza de voluntad.

 Ágilmente manipula herramientas eléctricas y utiliza su boca para trazar las líneas de marca sobre el material que trabaja.

 Ahora sale los viernes y sábado a vender sus muebles en la Feria del Agricultor de su localidad.

La autoridades mexicanas aún no han podido explicar que pasó aquel día que le cambio la vida al hondureño.

Una de las teorías que se manejan es que fue drogado y posteriormente atacado con arma blanca hasta cercenarles los brazos.

Esta teoría se refuerza al conocerse que su primo, quien lo acompañaba se quedó a vivir en México y aún más se casó con la mujer que les sirvió aquella mortal cena.

Fuente: Departamento 19   
http://www.departamento19.hn/index.php/portada/69-actualidad/29031-migrante-hondureno-pide-un-plato-de-comida-en-mexico-y-despierta-cuatros-dias-despues-sin-sus-brazos.html

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