Escrito por Redacción | Mayo 12 del 2015 Secciones: Investigaciones
Tegucigalpa, Honduras (Conexihon).- Nada
justifica el asesinato de una niña. No sólo la asesinaron, la
investigación de su muerte es una trama de mentiras, manipulación,
estigmatización y destrucción de evidencia. Éste se investiga como si
fuera un caso típico cometido por el crimen organizado.
Merelyn
Abigaíl Espinoza Bustillo era muy activa, estudiante del segundo curso
del colegio Zurisadai, mostraba su belleza en los perfiles de las redes
sociales. Era una adolescente, de 14 años, que debía ser protegida.
Merelyn Abigaíl Espinoza Bustillo era muy activa y mostraba su belleza en los perfiles de las redes sociales. |
Desde la noche del 31 de octubre, quienes intentaron comunicarse con ella creen que ya no le caían los mensajes a su WhatsApp.
Sumado
a eso, quien cometió el crimen está tan bien protegido, porque ni el
vaciado telefónico ha arrojó evidencia suficiente en su contra.
Más
bien, la hipótesis preliminar policial va encaminada a revictimizar a
la joven porque la describen como una menor que escapaba del control de
sus padres en vez de admitir que era una niña enfrentando una situación
de vulnerabilidad que cayó en “influyentes manos criminales” según la
investigación oficial de los operadores de justicia.
Agentes estatales
Merelyn participaba en el Programa de Educación y Entrenamiento en Resistencia a Pandillas (Great), patrocinado por la Policía Nacional y la Embajada de Estados Unidos. |
El
de Merelyn sería uno de varios casos, que investigan si la muerte de
esta menor sería nada más el inicio del descubrimiento de una poderosa
banda que hasta financiamiento oficial internacional recibe para
proteger a la juventud hondureña, pero que se aprovechan de las
circunstancias.
Este
caso, dada su naturaleza, se vuelve complejo, porque en el camino se ha
detectado que borraron o trataron de dejar la menor cantidad de
evidencias posibles.
El
10 de noviembre de 2014, el periódico El Heraldo informó que la niña
participaba en el Programa de Educación y Entrenamiento en Resistencia a
Pandillas (Great), patrocinado por la Policía Nacional y la Embajada de
Estados Unidos.
Múltiples hipótesis descartadas
Con
el transcurso de la investigación criminal, varias hipótesis fueron
descartándose aunque otras surgieron adelante. Aparentaba ser un crimen
común de una niña que se marcha de casa y que cae víctima de sus
compañías, lo que tiene mucha validez en la mente policial.
Pero
lo que la misma policía ha ido descubriendo es que habría sido obligada
y esclavizada para supuestos ilícitos similares a la venta de drogas,
cobro de extorsión y hasta tráfico de ilegales.
También
autoridades desestimaron que estuviera siendo víctima de un grupo de
traficantes de mujeres o de una red de prepagos o que miembros de la
barra Ultrafiel la mataron.
Personas
y amigos de Merelyn consultados no negaron su condición de
vulnerabilidad al tener poco control, entablar amistades y relaciones
que al menos el personal docente conocía, pero que no se lo hizo saber a
sus padres. En conclusión, era una niña desprotegida ante la vista y
paciencia de quienes ahora pretenden condenarla para justificar su
crimen.
Las
fuentes consultadas también descartan que el crimen tenga relación con
el ejercicio periodístico de su padre, pero al ser agentes del Estado
los involucrados en el caso, sí sabrían quién era su padre.
Modifican evidencia
Agregado
a que en la escena del crimen no se encontró evidencias y a que
Medicina Forense tampoco ha sido capaz de establecer la causa de muerte,
de manera contundente, se detectó que los criminales han intentado
borrar pruebas o cerciorarse de que no hay rastros. Un ejemplo de eso es
de que días después del crimen, desconocidos interceptaron al hermano
de mayor de Merelyn, para revisarle el teléfono, luego lo liberaron.
Medicina Forense no ha sido capaz de establecer la causa de muerte, de manera contundente. |
Otro
agente policial –que dijo trabajar en prevención de pandillas- contó
que un testigo vio a la menor a unos 300 metros al sur de donde la
encontraron muerta, justo a las 8:00 de la noche del viernes 31 de
octubre anterior, presuntamente esperaba alguien.
Al
parecer, con la persona o personas que se encontró, tuvieron alguna
discusión, la golpearon con un objeto contundente, luego lanzaron su
cuerpo al precipicio. Esa es una versión descartada por detectives
porque temen que se trate de una coartada para desviar la información.
Analistas
explicaron que la escena del crimen o al menos donde lanzaron el
cadáver era muy estudiada, sabían que no hay cámaras de vigilancia
instaladas, pudo ser botada como se tira basura al lugar y que además
hay pocas evidencias en el cadáver.
Además,
la información preliminar no coincidió mucho con la real, pues fue
reportada como una mujer de entre 20 a 25 años de edad, con unos dos a
tres días de muerta y de forma pública se manejó la hipótesis que
presuntamente estaba embarazada, lo que también se descartó.
La
policía investiga si hubo contaminación de la escena del crimen por
personas de la prensa que llegaron antes que los operadores judiciales
al lugar. La escena es una corriente de aguas residuales que llevan
hasta el río Guacerique.
La
autopsia tampoco revela hora exacta de muerte, ni la forma y pese a que
transcurrieron cinco meses aún no se tiene el peritaje definitivo.
También se detectó una falta de interés en los equipos policiales que
investigan el caso aunque autoridades aseguran que hay más de cuatro
unidades especializadas tras las huellas de los asesinos.
Un
vaciado telefónico, que sería clave para conocer a los responsables del
crimen, no aportó mayores descubrimientos y con la autopsia en la
Dirección de Medicina Forense no fueron capaces de establecer la forma
de muerte, aunque sí dejaron claro que la niña no había sido víctima de
violencia sexual y tampoco había tenido experiencias sexuales previas.
En
investigaciones de campo se ha establecido que la adolescente, a sus 14
años, recibió amenazas para no ingresar a algunas colonias de
Comayagüela, tuvo un novio universitario y obtenía dinero fácilmente,
que recuperaba luego de hacer préstamos, según un testigo protegido por
la Fiscalía y que habló con Conexihon.hn.
Otros
expertos que analizaron los perfiles de redes sociales y fotos de la
menor, no denotan nada revelador en sus cuentas, aunque sí tenía muchos
contactos, pero aparecen ocultos. De este caso las autoridades solo
estiman que es muy complejo, difícil de esclarecer, pero mostraron su
compromiso para evitar que quede en la impunidad.
Expertos
analizaron los perfiles de redes sociales y fotos de la menor, no
denotan nada revelador en sus cuentas, aunque sí tenía muchos contactos,
pero aparecen ocultos.
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En
vista de las hipótesis investigadas, este medio localizó a un sicario y
traficante de mujeres para que analizara el caso. Él relató como ellos
manejan redes de menores de 13, 14 y 15 años, para que estén al servicio
del crimen organizado, el comercio sexual o tráfico de drogas.
Los
carteles solicitan mujeres bonitas para bandas que operan en Colombia,
México y Honduras, es tarea de ellos reclutar menores para que consigan
mujeres, a quienes les ofrecen buena paga y si se resisten, las amenazan
con matarlas a ellas o sus padres y si no obedecen cumplen las
amenazas.
Agregó
que en estas redes estarían involucrados policías que desvían la
atención en las investigaciones, haciendo que casos típicos, -como pudo
haber sido el de Merelyn-, parezcan comunes ante la sociedad, ocultando
evidencias o sembrando otras.
Si
es posible, hasta buscan inocentes como sospechosos, y al final, les
aplican la misma dosis a los investigadores, se les ofrece dinero o la
amenaza de acabar con la familia, por lo que finalmente terminan siendo
cómplices.
Los últimos con Merelyn
El
martes 4 de noviembre, Lorena Cálix, vocera del Ministerio Público,
fuente que cubre Rony, tuvo la idea de subir la foto con los datos a una
página institucional en una sección de desaparecidos.
Mientras
procesaba el material, Lorena pensó lo peor y le solicitó a su
compañera Issa Alvarado, que es la portavoz de la morgue, que le
confirmara si los peritos habían ingresado cuerpos con las
características de la niña y le envía la foto. En 20 minutos Issa le
confirmó que había un cuerpo con esos detalles.
Entonces
Lorena llamó a Rony…Luego le pidieron al periodista ir a la morgue para
reconocer el cuerpo… la escena de dolor del periodista fue
desgarradora.
http://conexihon.hn/site/noticia/libertad-de-expresi%C3%B3n/agentes-del-estado-%E2%80%9Cligados%E2%80%9D-ejecuci%C3%B3n-de-hija-de-periodista-hondure%C3%B1o
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