El
asesor del Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, Abel
Prieto Jiménez, afirma que es evidente el impacto económico del bloqueo
de Estados Unidos contra Cuba.
En
declaraciones al periodista Salim Lamrani para la revista Opera Mundi,
el destacado intelectual cubano aseguró que el presidente Barack Obama
permite intercambios culturales, pero se trata de intercambios no
comerciales.
El
ex ministro de Cultura precisó que muchas entidades como Los Van Van,
la Escuela Nacional de Ballet, y artistas como Carlos Varela y Silvio
Rodríguez, realizaron giras en Estados Unidos, pero no han podido
recibir ni un centavo por sus actividades.
Al
comentar que el mayor mercado del mundo para las artes es el
estadounidense, el asesor del presidente cubano aseveró que nuestros
artistas, escritores, intelectuales no tiene acceso a ello.
Asimismo,
subrayó que a nuestras editoriales, galerías artísticas y empresas
culturales se les prohíbe la entrada a territorio norteamericano.
Prieto
Jiménez señaló que por esta razón el pueblo americano pierde una gran
posibilidad de enriquecerse con el contacto de nuestro pueblo, a causa
de una política irracional, absurda e indefendible.
Añadió
que sucede lo mismo para el pueblo cubano, tan curioso
intelectualmente, tan voraz desde un punto de vista cultural, quien se
ve privado de un intercambio fecundo con su vecino del Norte.
Ante
la interrogante de los riesgos de un verdadero intercambio cultural, el
intelectual Abel Prieto Jiménez apuntó que la identidad nacional cubana
y la cultura nacional tienen un núcleo de resistencia muy fuerte.
Más información: http://www.radiorebelde.cu/noticia/denuncia-asesor-presidente-cubano-impacto-bloqueo-estadounidense-c-20150216/[/url] Copyright Radio Rebelde © radiorebelde.cu |
Senadores estadounidenses de visita en Cuba optimistas sobre mejoría de relaciones
Posted: 17 Feb 2015 05:29 PM PST
Una
delegación de congresistas estadounidenses de visita en Cuba se mostró
optimista este martes respecto a la posibilidad restablecer relaciones
diplomáticas y continuar avanzando en la normalización de los nexos
bilaterales.
Los
senadores demócratas Claire McCaskill de Missouri, Mark Warner de
Virginia y Amy Klobuchar de Minnesota, arribaron a la isla el pasado
sábado y han tenido la oportunidad de intercambiar con diferentes
sectores de la sociedad cubana y sus autoridades sobre las perspectivas
que se abrieron el 17 de diciembre pasado, cuando los presidentes Barack
Obama y Raúl Castro expresaron su intención de abrir un nuevo capítulo
en la conflictiva historia que une a Cuba y EE.UU.
En
una conferencia de prensa efectuada en el Hotel Nacional de La Habana,
McCaskill aseguró que “no hay problemas que no se puedan solucionar” y
dijo ser optimista respecto a las conversaciones en curso.
La
senadora por Missouri reveló que el grupo tuvo la oportunidad de
visitar el Puerto de Mariel y su Zona Especial de Desarrollo y destacó
las posibilidades que abre esa instalación para la importación de
mercancías de su estado.
Warner,
representante de Virginia, también se refirió a las potencialidades del
comercio entre ambas naciones y recordó que su estado fue pionero en el
2002 en la venta de productos agrícolas a Cuba.
Al
respecto, resaltó que nuestro país tiene fuertes limitaciones para
efectuar las compras, como pagar al contado y por adelantado, pero se
mostró confiado de que en el nuevo contexto se puedan superar esas y
otras restricciones.
Klobuchar,
quien presentó recientemente un proyecto de Ley en el Senado que busca
permitir que compañías norteamericanas realicen negocios con Cuba,
afirmó que esta visita ayudará a ampliar la visión respecto a la Isla
que prevalece en Washington.
Los
congresistas tendrán la oportunidad de contar a sus colegas lo que
vieron con sus propios ojos, dijo la senadora por Minnesota, quien
adelanta un esfuerzo bipartidista para eliminar las restricciones del
bloqueo referidas al comercio y la transportación marítima, entre otros
aspectos.
Klobuchar
refirió que no piensa que el cambio sobrevenga “de inmediato”, pero
resaltó la necesidad de sostener un debate que involucre a ambos
partidos.
McCaskill
negó que el cambio de política hacia Cuba sea un tema exclusivo de los
demócratas y explicó como en Missouri hay muchos agricultores
republicanos interesados en hacer negocios con Cuba que podrían dar un
impulso a las iniciativas del Congreso.
Ante
una pregunta sobre si el proyecto de Ley presentado en el Senado
incluía también la eliminación de las aplicaciones extraterritoriales
del bloqueo, los senadores consideraron que el objetivo era eliminar “el
embargo”, pero no dieron más detalles.
Warner
agregó que hay otros aspectos importantes que se están revisando como
la inclusión de Cuba en la lista de países patrocinadores del terrorismo
internacional, que conlleva persecución de las transacciones
financieras entre otras restricciones.
Granma les preguntó a los senadores en ese sentido si sentían que habían visitado un país terrorista. Los tres respondieron que no.
El
pasado lunes los congresistas sostuvieron un encuentro con el Canciller
cubano Bruno Rodríguez Parrilla en el que participó Josefina Vidal,
directora general de Estados Unidos del Minrex.
Breve historia de una usurpación
Posted: 16 Feb 2015 01:52 PM PST
El
ultimátum del imperio fue tajante: como condición ineludible para
retirar la ocupación militar en 1902, no podía quitársele ni una coma a
la Enmienda Platt, la cual se imponía como apéndice a la Constitución de
1901. Aunque Salvador Cisneros Betancourt había alertado que su
aprobación “va en oposición de nuestra independencia absoluta (…),
esclavizando para siempre la suerte de los cubanos venideros”, en la
sesión secreta del 12 de junio de 1901, de los 27 delegados presentes,
16 votaron por su aceptación.
Mediante
la mencionada enmienda, Cuba consentía que los Estados Unidos pudieran
ejercitar el derecho de intervenir “para la conservación de la
independencia cubana”. En otro acápite, tan lesivo a la soberanía
nacional como el anterior, se determinaba que “para poner en condiciones
a los Estados Unidas de mantener la independencia de Cuba y proteger al
pueblo de la misma, así como para su propia defensa, el Gobierno de
Cuba venderá o arrendará a los Estados Unidos las tierras necesarias
para carboneras o estaciones navales en ciertos puntos determinados”.
Sobre
este último apartado, una vez más se alzó la voz de Cisneros Betancourt
para expresar: “¡Qué astutos son y cómo se interesan por sus bienes
propios! … Se olvidan que con esta condición cercenan el territorio
cubano, lo cual es contrario en todo al artículo primero”.
Se
refería el prócer a la propia Enmienda Platt, donde se planteaba: “el
Gobierno de Cuba nunca celebrará con ningún Poder o Poderes extranjeros
ningún Tratado u otro convenio que pueda menoscabar o tienda a
menoscabar la independencia de Cuba ni en manera alguna autorice o
permita a ningún Poder o Poderes extranjeros, obtener por colonización o
para propósitos militares o navales, o de otra manera, asiento en o
control sobre ninguna porción de dicha Isla”.
Una
vez establecida la independencia formal, el 20 de mayo de 1902,
Washington presionó al gobierno de Estrada Palma para la firma de los
tratados que la Enmienda estipulaba como obligatorios. El 16 de febrero
de 1903 en La Habana y el 23 del propio mes en la capital
estadounidense, se suscribía el acuerdo para el arriendo de tierras en
Guantánamo y Bahía Honda.
Nueve
años después el convenio sobre los terrenos de Bahía Honda fue
rescindido pues a Estados Unidos le interesaba más ampliar el área de la
base de Guantánamo, a la cual le llamaban entonces “estación naval”. En
1943 cambió su denominación a “base naval de operaciones; “desde1952 su
nombre oficial es “base naval”, la cual mantiene de entonces acá su
extensión de poco más de 117 kilómetros cuadrados, casi la mitad de
tierra firme y una cuarta parte, de pantanos. La línea costera se
extiende por unos 17 kilómetros.
¿PROTEGER AL PUEBLO CUBANO?
Nunca
la actual base naval ha servido para preservar la independencia cubana,
más bien ha constituido “un trampolín de agresiones”, como le califica
el historiador René González Barrios. Pocos días después del estallido
de la protesta armada de los Independientes de Color (mayo de 1912) 750
marines desembarcaron en la Base. Desde allí 250 marcharon a Daiquirí y
otros 50 a El Cobre para proteger propiedades yanquis. Luego arribaron
más efectivos y más de 2 500 se desplegaron, desde el enclave militar, a
lo largo de la línea férrea guantanamera, que obviamente pertenecía a
una compañía norteña.
Cinco
años más tarde, con la sublevación de los liberales, más conocida como
“la guerrita de La Chambelona”, miles de marines y soldados usaron la
Base como trampolín para dislocar tropas por Camagüey y Oriente, Todavía
en 1918 quedaban 30 000 de ellos custodiando propiedades yanquis.
¿BASE NAVAL O ANTRO?
Como
La casa del sol naciente del sur estadounidense, que denunciaban en una
canción Eric Burdon y The animals durante la década de 1960, la Base
Naval devino antro de corrupción y miseria para muchachos y muchachas.
Varias fueron las pandemias que proliferaron en los poblados vecinos con
motivo de la cercanía del enclave militar: juego, prostitución,
drogadicción, contrabando de todo tipo, pedofilia. Según los
historiadores locales, 27 prostíbulos funcionaban en la zona, que
albergaban más de medio millar de meretrices, sin contar las cuarterías
clandestinas, casi siempre destinadas a prostitutas negras, porque
ningún burdel podía incluirlas en su nómina, de acuerdo con una ley
nunca escrita.
Tres
médicos atendían la salud en esos establecimientos para que ellas “no
enfermaran” a los efectivos acantonados en la base, En cambio en
Caimanera, el pueblo más cercano, no había médico establecido, sino uno
que venía de otra localidad semanalmente a la Casa de Socorros.
Recientemente
el autor de estas líneas junto con los miembros del Comité Ejecutivo
Nacional de la Unión de Historiadores visitamos Caimanera y constatamos
que hoy día funciona allí un policlínico integral, un materno infantil y
13 consultorios del médico de la familia, atendidos por 30 trabajadores
de la Salud.
TIEMPOS DE REVOLUCIÓN
El
Gobierno de los 100 días fue el único en las cuatro primeras décadas
del siglo XX que repudió la Enmienda Platt. Aunque Washington contribuyó
decisivamente a la caída de ese gobierno, comprendió que la enmienda
era ya obsoleta y era necesaria sustituirla con nuevos mecanismos
neocoloniales. El 29 de mayo de 1934, al suscribirse el Tratado de
Relaciones entre Cuba y los Estados Unidos, se abolía el Tratado
Permanente de 1903, es decir, la Enmienda Platt oficializada por un
acuerdo de gobierno a gobierno y no como simple apéndice constitucional.
Pero se convalidaba la permanencia de la base naval de Guantánamo sin
fijarle fecha límite a esa ocupación.
Como
dicen varios historiadores, desde Emilio Roig de Leuchsenring hasta
René González Barrios, la enmienda se iba pero nos dejaba la Base Naval,
la economía subyugada por los tratados de Reciprocidad Comercial (1934)
y de cuotas azucareras, y procónsules a la manera de Jefferson Caffery.
Por
el arriendo de la base, Estados Unidos pagó desde un poco más de 3
millones de USD anuales (1934) hasta unos 4 millones, que es lo
estipulado hoy.
En
enero de 1959 un funcionario del Gobierno revolucionario, de manera
inconsulta, aceptó el pago mensual. A partir de febrero, cuando Fidel
asumió como primer ministro, se rechazó cobrar suma alguna, pues Cuba lo
que reclama desde entonces es la devolución de ese territorio.
En
los últimos años la Base Naval de Guantánamo solo ha servido para las
provocaciones contra nuestro país, las cuales han costado las vidas de
varios compatriotas guardiafronteras, y más recientemente, como campo de
concentración para emigrados cubanos y haitianos ilegales y de
prisioneros de las guerras emprendidas en los últimos años por Estados
Unidos.
Cuba
ha reclamado la devolución de ese territorio en diversos organismos
internacionales y no cesará de hacerlo hasta recuperar la soberanía
total de esa parte de nuestro país. Como dijera Fidel, “la base naval es
un puñal enclavado en el corazón de la tierra cubana… base que no le
vamos a quitar por la fuerza, pero pedazo de tierra al que no
renunciaremos jamás”.
|
Mayoría de hispanos en EE.UU. ratifica relaciones diplomáticas con Cuba
Posted: 16 Feb 2015 01:49 PM PST
WASHINGTON,
febrero 16.— Más del 70 por ciento de los hispanos en Estados Unidos
está a favor del restablecimiento de relaciones diplomáticas entre ese
país y Cuba, reveló una encuesta publicada este lunes, informa PL.
La
pesquisa, realizada por la Florida Atlantic University (FAU) a nivel
nacional, constató además que 68 por ciento aprueba el comercio
bilateral.
Este
sondeo ilustra que existe una amplia porción de la comunidad hispana a
favor de que mejoren las relaciones entre ambos países, proceso en el
cual los vínculos diplomáticos constituyen un primer paso, dijo Kevin
Wagner, experto de la Iniciativa de Encuestas Económicas y de Negocios
de la FAU.
En
los territorios sureños del país, incluyendo Florida, 60 por ciento de
los latinos está a favor de incrementar el comercio con Cuba, mientras a
nivel nacional, 49 por ciento de los consultados afirma estar dispuesto
a visitar a Cuba.
Los
presidentes de Cuba, Raúl Castro, y Estados Unidos, Barack Obama,
anunciaron el 17 de diciembre pasado su decisión de restablecer
relaciones diplomáticas e iniciar un proceso hacia la normalización de
los vínculos bilaterales, rotos por Washington desde hace más de medio
siglo.
|
miércoles, 18 de febrero de 2015
CUBA: Denuncia asesor del Presidente cubano impacto del bloqueo estadounidense en la cultura // Senadores estadounidenses de visita en Cuba optimistas sobre mejoría de relaciones // Breve historia de una usurpación // Mayoría de hispanos en EE.UU. ratifica relaciones diplomáticas con Cuba
Suscribirse a:
Enviar comentarios
(
Atom
)
No hay comentarios :
Publicar un comentario