sábado, 24 de mayo de 2014

De la vieja y "civilizada" Europa

Teresa Forcades: "No podemos seguir con esta farsa de democracia"

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Teresa Forcades y Arcadi Oliveres, impulsores del Procés Constituent. / Enric Catalá

por Martín Cúneo
Martes, 20 de Mayo de 2014 - 13:04

En 2009, esta doctora en Salud Pú­blica por la Universidad de Barce­lona, teóloga feminista y monja benedictina, salió del anonimato con un vídeo en el que denunciaba los intereses de la industria farmacéutica en torno a la vacuna de la Gripe A.
Poco después, defendió en televisión la necesidad de una huelga general indefinida que llevase a la dimisión del Go­bierno. En 2013, junto al presidente de Justicia i Pau, Arcadi Oliveres, se convirtió en una de las impulsoras del Procés Constituent, un movimiento que cuenta hoy con más de cien asambleas y 40.000 adherentes. Un proceso que pretende aprovechar la “ilusión” generada por el movimiento independentista para “hacer la revolución y, luego, volver a hacerla”.
Se habla de la crisis del régimen del 78... ¿Esto está sucediendo o es más bien un anhelo?
 Está claro que está pasando. Existe una amenaza directa a la integridad del Estado territorial y, por tanto, se está cuestionando directamente esa Transición, donde se daba por sentado esa unidad. Nosotros, desde el Procés Cons­ti­tuent, abordamos la tarea de deconstruir esta ilusión para decir: “Un momento, con el nacionalismo no se resuelven todos los problemas”.
Lo más importante es que pensemos en esa sociedad del día después como una sociedad con problemas, con conflictos, siempre con esa necesidad de tutelar al poder constituido
¿Se están cuestionando otros aspectos además del territorial?
Eso es lo que intentamos desde el Procés Constituent. Lo que ha hecho esta ilusión es movilizar a mucha gente en Catalunya, que ahora está en la calle. Allí la gente se ha convencido de que el poder desde abajo existe. Y esto es fundamental, es precioso, es un tesoro que debemos aprovechar para, como decimos, cambiarlo todo, para cuestionar este modelo social. Ese entroncamiento entre el modelo social y el modelo territorial es la razón de ser del Procés Consti­tuent.
¿Se está consiguiendo?
Yo diría que el clima social en Catalunya tiende hacia esa dirección. La Asamblea Nacional de Catalunya (ANC) empezó con un discurso que dejaba el modelo social en un segundo plano. Ahora ya lo ha cambiado. La ANC ha empezado este año una campaña alrededor de cuál es el país que queremos, que incluye debates sobre el modelo económico, el modelo de funcionamiento democrático, el modelo también de integración de la inmigración. Se ha visto un escoramiento que se acerca a este planteamiento, y esto es por la presión social, una parte de ella impulsada desde el Procés Constituent.
Tienes una visión optimista...
La gente debe movilizarse, porque lo más probable es que el futuro no sea bueno. Con la independencia de un país solo, como Catalunya, tampoco va a haber una revolución. Pero vale la pena trabajar para que, en caso de que se consolide esta oportunidad histórica, estemos preparados para aprovecharla.
¿Hay una pérdida de legitimidad de las instituciones?
Los mecanismos de poder están actuando de forma contraria a los principios democráticos. No podemos seguir con la farsa de una democracia que no tiene mecanismos para serlo realmente. Votar es uno de esos mecanismos, pero además debería existir la posibilidad de revocar, por ejemplo, a un gobernante que no cumple con su programa. Y el modelo de Europa adolece de los mismos problemas de falsa democracia. El Tratado de Lisboa, el mismo texto al que el pueblo francés y el holandés dijeron que no, se terminó aprobando vía parlamentaria, simplemente cambiándole el nombre. Luego tenemos todo un Parlamento Europeo que resulta que no es soberano. Es el único órgano elegido, pero depende de una Comisión Euro­pea, que no es elegida por el pueblo. El déficit democrático es obvio. La voluntad popular se tiene que articular en instituciones que aún no existen. Si no las creamos, aunque cambiemos a los que gobiernan, todo va a seguir igual.
¿Por qué “una república catalana del 99%”? ¿Por qué es tan importante la identificación nacional?
Hay que distinguir entre un nacionalismo que se basa en una identidad de exclusión y un nacionalismo basado en el respeto de la diversidad... Así como la biodiversidad da riqueza y asegura una vida mucho más plural, con la diversidad cultural pasa lo mismo. Ésta es una de las bases de mi participación en este movimiento por la independencia de Catalunya. Y la otra, un proyecto de ruptura: cuanto más cerca estén los gobernantes del pueblo, cuanto más pequeña sea esa unidad, más se puede ejercer esa voluntad popular.
¿Por qué, de repente, CiU y Artur Mas se convierten en adalides de la causa independentista?
En momentos en que la precariedad y la injusticia social aumentan, aparece muchas veces el tema nacionalista como una invitación para concentrar ahí esa insatisfacción. Ha sido una constante histórica. En ese sentido, Artur Mas representaría para mí el refuerzo de este modelo [del régimen del 78]. De hecho, yo veo más las similitudes entre Mas y Rajoy que las divergencias. Si miramos en lo esencial, están completamente de acuerdo. El resto es para el periódico de cada día, para que la gente se entretenga. La estrategia es clara: desviar el debate social hacia el debate territorial, convencer de que la cuestión social se puede dejar para después.
¿Crees que se le puede ir de las manos esta jugada a CiU?
Claro, eso intentamos. Aunque nunca han llegado a controlar este proceso. Han movido fichas para intentarlo, pero el movimiento social no se ha dejado controlar.
¿Es posible el proceso constituyente sin independencia?
Si no te dejan ni hacer un estatuto... Puedes utilizar el nombre, pero no es correcto: una Constitución sólo la hace una entidad soberana.
¿Y qué pasaría con una reforma federalista de la Constitución?
Lo primero es reclamar soberanía plena y, luego, pactar: la idea es integrarse no sólo con los pueblos ibéricos, sino con toda esa Europa de los pueblos. Esa integración debería hacerse desde la soberanía y la libertad, es decir, tú te integras porque quieres, no porque hay una historia relacionada con violencia y militarismo que no te deja opción. Ahora mismo tenemos una unidad en España que no entiende esto y no lo ha entendido nunca. Y cuanto más hagan en ese sentido más se va a extender la rebelión.
¿Cómo debería ser ese día después de que caiga el Gobierno?
Siempre digo la misma frase: “Haremos la revolución y, después, la volveremos a hacer”. Lo peor es que caigamos en la trampa de pensar en una sociedad ideal, no se trata de decir “no va a haber capitalismo, los bancos van a ser nacionalizados”. Todo esto me gusta y está bien, pero ese abuso de poder, hoy en día constituido en unas instituciones determinadas, va a seguir existiendo. Lo más importante es que pensemos en esa sociedad del día después como una sociedad con problemas, con conflictos, siempre con esa necesidad de tutelar al poder constituido. Eso quiere decir aquello de que “haremos la revolución y la tendremos que volver a hacer”. No se trata de hacer un esfuerzo y conseguir algo para que luego podamos descansar. Se trata de hacer un cambio de mentalidad para entender que si queremos una democracia que merezca ese nombre debemos ser políticamente activos no solamente ahora sino siempre. Esto no quiere decir que estés todo el día de reuniones y que no tengas vida privada, pero tienes que pensar en esa sociedad no como algo ideal, sino como una sociedad donde habrá corruptos, donde habrá intentos de abusos de poder, una sociedad real para personas reales, pero donde –y esto es lo más importante de esta nueva sociedad– esa activación de la subjetividad política del sujeto de la calle se mantenga.
https://www.diagonalperiodico.net/global/22828-no-podemos-seguir-con-esta-farse-democracia.html

Nos piden el voto para una Europa criminal y corrupta  por Francisco González Tejera
Martes, 20 de Mayo de 2014 - 20:55

Esta Europa para la que nos piden votar arruina a sus súbditos/as, les quita derechos, privatiza lo público para entregarlo a la mafia a cambio de sobres, prebendas y maletines, que benefician de forma exclusiva a políticos delincuentes.
Gente rebusca en la basura la comida del día entre los carteles electorales de una Europa lejana, corrupta y militarizada por los ejércitos de la Alianza Terrorista OTAN. Nos quieren convencer de que votarles es la solución a todos nuestros problemas, la panacea democrática, cuando la realidad es otra más oscura, siniestra, encabezada por una casta política mafiosa, siempre dispuesta a llenar sus cuentas corrientes en Suiza, en cualquier paraíso fiscal, donde la delincuencia financiera guarda sus millones robados al pueblo.
La Europa que nos ofrecen está manchada de sangre, de genocidios, de saqueos, de guerras provocadas para robar los recursos de naciones que no se arrodillan, para bombardear, reprimir, asesinar a sus pueblos como hacen cada día en Afganistán, en Irak, en Palestina, en el Sahara Occidental, como hicieron en Libia donde impusieron también un gobierno títere de criminales de lesa humanidad, como quieren hacer ahora mismo en Siria llenando las calles de sangre inocente, simplemente para que multinacionales corruptas se apropien del patrimonio soberano de este pueblo.
Esta Europa para la que nos piden votar arruina a sus súbditos/as, les quita derechos, privatiza lo público para entregarlo a la mafia a cambio de sobres, prebendas y maletines, que benefician de forma exclusiva a políticos delincuentes, dispuestos a todo para enriquecerse a costa de la miseria y el hambre de millones de personas.
La Europa de la bandera azul fascista con estrellas desahucia a miles de familias cada día en todo el continente, induce suicidios por razones económicas, genera hambre infantil, desempleo masivo, desarraigo, sufrimiento ilimitado, corrupción, empobrecimiento extremo, indigencia, represión policial, asesinatos de estado, terrorismo internacional.
La única salida para las personas honradas y de buena voluntad, las que sufren este genocidio social, es votar por quienes pidan salir de este engendro, de un Cuarto Reich impuesto a sangre, recortes, balas de goma y fuego, que solo beneficia a nazis como Merkel y sus acólitos gobernantes del resto de estados criminales que sustentan este nuevo holocausto, al criminal Fondo Monetario Internacional, a la troika, a las bandas internacionales de mafiosos que dirigen y gestionan el capitalismo.
Javier García (SAT): “Volveremos a Madrid y será una movilización aún más grande”

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por Nikos Loudos
Martes, 20 de Mayo de 2014 - 14:17
Entrevista a Javier García del Sindicato Andaluz de Trabajadores y Trabajadoras. El SAT es uno de los sindicatos que ha jugado un papel fundamental en la Marcha de la Dignidad. [TAMBÉ EN CATALÀ]
¿Cuál piensas que es el mensaje de las marchas de la dignidad del 22M?
Para mí, el mensaje del 22M es la dignidad, la unidad, la rebeldía del pueblo, de los de abajo, frente a las políticas de la Troika.
Hay ya iniciativas para la continuidad. ¿Cuáles van a ser las próximas movilizaciones?
Lo que se ha decidido son dos jornadas de lucha. Una el 30 de abril con el lema “empleo digno o renta básica” que consistirá en concentraciones frente a las oficinas de empleo y otra el 21 de junio contra los recortes en la que se rodearán los diecisiete parlamentos autonómicos. En el otoño hay diferentes propuestas, una de ellas es volver a Madrid. Lo decidiremos en la próxima asamblea estatal en junio.
El SAT ha jugado un papel central en el 22M, junto con otros sindicatos combativos en el Estado español. ¿Qué significa esto y qué efecto puede tener sobre los sindicatos mayoritarios?
Es la primera vez en la historia que una movilización masiva, de cerca de dos millones de personas, está convocada y organizada por el sindicalismo alternativo de las naciones sin estado: la CUT gallega, la IAC de Catalunya, la Intersindical Valenciana, el ESK de Euskal Herria, junto al SAT y decenas de movimientos sociales. Ha sido una movilización histórica. Es lógico que las bases de UGT y CCOO cuestionen el papel de unas direcciones que se han mantenido al margen por completo de esta gran movilización.
¿Cómo ves la perspectiva de una huelga general? ¿Es posible y cómo?
La huelga general forma parte del debate de la continuidad del 22M. En las últimas huelgas generales hemos visto como mucha gente no hacía el paro por el miedo a ser despedido, pero sí acudía a las manifestaciones por la tarde. Una huelga general con seis millones de personas en paro en un contexto de depresión económica debe ser complementada con otras acciones. No es lo mismo una huelga general en una etapa de boom económico donde haces daño al parar la producción que cuando la producción ya está parada por la propia crisis. ¿Qué daño le haces al patrón? La huelga general hay que convertirla en este contexto de crisis en un paro total, no sólo laboral, sino también estudiantil y ciudadano, mediante huelgas de consumo, al mismo tiempo debe ir acompañado de grandes movilizaciones en la calle y como mínimo debe ser de 48 horas. El sistema ha demostrado en las últimas huelgas generales laborales que tiene capacidad para asimilarlas. Por tanto, es necesario implicar al conjunto de la población en el paro total, lo que es muy difícil y, como te digo, forma parte del debate de la continuidad junto a la propuesta de volver a Madrid y hacer de nuevo un 22M aún más grande.
Entrevista realizada por Nikos Loudos para el Periódico En lucha Diari En lluita
http://enlucha.org/diari/volveremos-a-madrid-y-sera-una-movilizacion-aun-mas-grande/#.U3tEni94wgM

CNT homenajea a los militantes muertos en la fuga de Ezkaba

El sindicato CNT ha participado este domingo en el homenaje anual a los asesinados en el Fuerte de San Cristóbal, en Ezkaba (Navarra). El 22 de mayo de 1938, unos 800 presos protagonizaron una de las fugas más numerosas y sangrientas de la historia. 585 fueron detenidos y 14 de ellos, considerados como “cabecillas”, fusilados. Otros 211 fueron asesinados durante su captura, mientras que sólo tres lograron cruzar la frontera. Uno de ellos, el minero Jovino Fernández González, pertenecía a CNT.
El Fuerte de San Cristóbal fue construido en el monte Ezkaba con fines militares durante las guerras carlistas. Tras la fallida revolución de octubre de 1934 fue usado como cárcel política. De hecho, en septiembre de 1935 se produjo la muerte de un preso cenetista natural de Santander, lo que provocó una serie de paros en Iruñea. “Tras la sublevación militar de 1936 -en Nafarroa no hubo guerra, solo aniquilación- fue usado nuevamente como cárcel política de exterminio”, ha recordado CNT.
El fuerte se convirtió entonces en un sitio aún más esperpéntico, donde los presos morían por las palizas, el hambre, las enfermedades y el frío. No en vano, entre 1937 y 1945 hubo 305 presos muertos que fueron debidamente identificados, mientras que otros 200 todavía figuran como “desaparecidos”. También hubo un número indeterminado de fusilados en las terroríficas “sacas” del franquismo. “A estos números del horror –ha remarcado el sindicato- habría que sumar los 225 presos asesinados tras la fuga”.
El sindicato también ha querido recordar a su militante Jovino Fernández, el minero leonés que logró salir con vida de aquel infierno: “tras vivir situaciones límite, el 4 de junio de 1938 alcanzó la muga y cruzó a Iparralde. Desde allí fue trasladado a Barcelona, donde habló en radio CNT y mantuvo una entrevista con el periódico Solidaridad Obrera”. “Entre los presos predominaba el elemento republicano y socialista. Confederales llegaban pocos al penal. A los anarquistas los liquidan sin más trámites”, relató Jovino en la entrevista publicada por Solidaridad Obrera.
Cabe destacar que otro de los cenetistas que estuvo preso en Ezkaba fue Rogelio Diz Fuentes, un melómano que no paraba de componer canciones. Entre sus obras figura el himno de la fuga que se canta todos los años en el homenaje a sus víctimas. “Sé rebelde y jamás te acobardes ante el enemigo opresor / Triunfarás en la vida cuando aplastes al fascismo cruel, siempre traidor”, dice una de sus estrofas.
“Prueba contra el genocidio”
En la concentración de este domingo, CNT también ha recordado que “entre 2008 y 2009 el ejército español realizó irregularmente una serie de derribos y destrozos en el Fuerte de San Cristóbal, aún tratándose de un Bien de Interés Cultural”.
“Mediante el derribo de algunos muros, los militares han pretendido borrar la imagen de prisión de este lugar”, ha lamentado el sindicato. “De hecho –ha puntualizado-, el gobierno de Navarra, el Ministerio de Defensa y el grupo cultural Iñigo Arista han organizado visitas guiadas de arquitectura militar, obviando su uso como cárcel política de exterminio”.
Por tales motivos, CNT se ha sumado a la petición realizada por parte del movimiento memorialista navarro en aras de preservar el penal de San Cristóbal “como lugar de memoria y prueba de cargo contra el genocidio”.

"Esperamos que los franquistas sean juzgados como los nazis"

Los hijos de un hombre fusilado en la Guerra Civil declaran ante la jueza argentina María Servini que "aquellos años fueron durísimos" en su municipio, Busturia, donde seis hombres corrieron la misma suerte que su padre

EFE Gernika (Vizcaya) 20/05/2014 - 17:39 Actualizado: 20/05/2014 18:08 Público
La jueza argentina María Servini a su llegada a la sede del Parlamento Vasco en Vitoria.

La jueza argentina María Servini a su llegada a la sede del Parlamento Vasco en Vitoria.- EFE / David Aguilar

Los vizcaínos Elisa y Julen Calzada han expresado hoy su esperanza, tras prestar declaración este martes en Gernika como víctimas del franquismo, en que la magistrada argentina María Servini juzgue a los franquistas por sus crímenes igual que se ha hecho con los nazis.
Durante cerca de dos horas y media, Elisa y Julen Calzada, de 85 y 80 años de edad, han prestado declaración ante la jueza argentina en el Juzgado de este municipio.
Estos vizcaínos han sido los primeros querellantes en prestar su testimonio como víctimas del franquismo ante esta magistrada durante su estancia en España.
La jueza, que instruye la causa 4591/10 por crímenes del franquismo, llegó al País Vasco el domingo desde Buenos Aires para tomar declaración a querellantes que, por su avanzada edad o problemas de movilidad, no podían desplazarse hasta Argentina o hasta el Consulado de este país en Madrid.
Antes de entrar esta mañana al Juzgado de Gernika, los hermanos Calzada, cuyo padre fue fusilado en 1937, se han mostrado esperanzados por que la magistrada pueda hacer justicia con las víctimas.
Elisa ha asegurado que "aquellos años fueron durísimos" en su municipio, Busturia, donde fueron fusilados seis hombres, que dejaron a seis viudas y 17 huérfanos.
Su hermano, sacerdote que en la época fue hecho preso en la cárcel de Zamora, ha señalado que siente "una alegría tremenda" tras dar su testimonio a esta jueza porque es preciso "hacer todo lo posible para que el franquismo sea juzgado, como lo fue el nazismo".
A la salida del Juzgado, ha incidido en este hecho y ha dicho que, "por lo menos, hay una posibilidad de que lo que se hizo con los nazis se haga aquí con los franquistas".
En declaraciones a los medios tras este encuentro, la jueza ha eludido revelar detalles sobre el proceso abierto al encontrarse bajo secreto de sumario y para "no tener problemas estando en un sitio extranjero", aunque ha recalcado que la toma de declaración "ha ido bien".
Según ha explicado el portavoz de la Plataforma vasca para los Crímenes del Franquismo, Josu Ibargutxi, Servini tenía previsto tomar declaración ayer en la localidad de Miranda de Ebro (Burgos) a otra víctima del franquismo, Félix Padín, de 97 años. Sin embargo, finalmente no pudo porque el querellante hubo de ser ingresado en el hospital y tampoco llegó la solicitud judicial de exhorto.
Pese a ello, la jueza visitó en el Hospital de Miranda a Padín, quien durante el régimen franquista permaneció recluido en varios campos de concentración.
La magistrada se desplazará esta tarde a San Sebastián, donde su alcalde, Juan Carlos Izagirre, de EH Bildu, le ofrecerá la colaboración del Consistorio para esclarecer los crímenes franquistas, según esta plataforma.
Servini acudirá mañana a Sevilla y, días más tarde, viajará a Málaga y Madrid, donde continuará tomando declaración a otros querellantes, hasta su regreso a Argentina a finales de mes.
Hasta la fecha, había tomado declaración a otras víctimas, tanto en Argentina como a través de vídeo conferencia desde el Consulado de este país en Madrid.
Josu Ibargutxi ha valorado de forma "muy positiva" la actuación de la jueza, aunque ha lamentado que "es una pena" que no pueda permanecer durante más tiempo en España, porque en otras comunidades hay numerosas víctimas.
El portavoz de esta plataforma ha confiado en que la jueza argentina "haga justicia" y ha denunciado que "ni la judicatura española, ni el Gobierno español" tienen interés en esclarecer los crímenes cometidos por el régimen franquista.





Fascistas con chaqueta nueva que contaminan Europa

Con la inmigración como principal arma electoral, la extrema derecha agolpa el voto de la desafección política de cara a las europeas. Sus posibles victorias a nivel nacional amenazan con elevar su capacidad de influencia en la agenda comunitaria

SERGIO LEÓN  Madrid 23/05/2014 00:00  Actualizado: 23/05/2014 08:33 - Público
Marine Le Pen, junto a su padre Jean-Marie Le Pen. La vieja y la nueva cara de un mismo partido, el Frente Nacional.

Marine Le Pen, junto a su padre Jean-Marie Le Pen. La vieja y la nueva cara de un mismo partido, el Frente Nacional.- PIERRE ANDRIEU (AFP)

Mucho han prometido y jaleado durante los últimos meses. Han crecido al calor de una crisis que ha deslegitimado a los grandes partidos. Ahora se encuentran ante una oportunidad única para poner sobre la mesa lo que vaticinan las encuestas. La extrema derecha, refugiada en su mayoría bajo la etiqueta de euroescepticismo populista, se prepara para asaltar y elevar a niveles récord su presencia en el Parlamento Europeo hasta rozar un cuarto de los escaños.
Las fronteras y la inmigración, el desempleo, la defensa de las identidades nacionales y, sobre todo, el descontento por la gestión de la crisis han sido las principales bazas de este grupúsculo heterogéneo de partidos. Son los grandes protagonistas de estas elecciones europeas. Su ascenso se explica, además de por su retórica eurófoba, por la elevada y esperada tasa de abstención, el sistema proporcional de los comicios, que beneficia la llegada de partidos pequeños, y por haberse convertido en el gran aglutinador de la desafección política provocada por los recortes.
Los mensajes xenófobos se entremezclan con las puñaladas a las instituciones europeas

Del jueves al domingo de esta semana hasta 390 millones de europeos están llamados a las urnas para elegir a los miembros del Europarlamento, la institución supranacional con menos credibilidad entre los ciudadanos; según el Eurobarómetro, sólo tres de cada diez europeos creen en la UE. "Se ha producido una explotación demagógica del malestar social ante la crisis. Los grupos de extrema derecha intentan presentarse como contrarios a los ajustes para, de ese modo, capitalizar la crítica a la falta de democracia de la Unión Europea", explica Josep María Antentas, profesor de Sociología de la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB).
Con sus diferencias y peculiaridades, incluso ideológicas, que explican el éxito en sus respectivos países, comparten un lema estrella: el odio al inmigrante. En medio de esta "pléyade de proyectos partidistas e ideológicos", como la define Joan Pere Plaza i Font, responsable de la asignatura de Integración Europea en la Escola Superior de Comerç Internacional de la Universitat Pompeu Fabra, los mensajes xenófobos se entremezclan con las puñaladas a las instituciones europeas, a la política comunitaria económica o al euro para que se devuelvan competencias a los Estados miembro. 

Presión de los grupos xenófobos

 La inmigración es una de las grandes tareas pendientes de Bruselas. Con la economía absorbiendo todos los focos de atención, la tragedia de Lampedusa en la que murieron más de 300 personas volvió a ponerla encima de la mesa. Sin embargo, la presión de los ultras obligó a retrasar cualquier debate hasta después de las elecciones.  Además, los eurófobos también han sacudido uno de los principios fundamentales de la UE, la libre circulación de personas. La CE y el Parlamento Europeo han corrido a rechazar las proclamas "populistas" de los que buscan cerrar las fronteras a los ciudadanos rumanos y búlgaros con el argumento de que abusan de los sistemas de seguridad social de los países de acogida. Y a pesar de que la UE eliminara en enero las trabas que aún existían contra los trabajadores de estos países, algunos Estados miembro se mantienen en sus trece.
Reino Unido ha endurecido su política migratoria y los Gobiernos de Francia no han tenido ningún reparo en atacar a la población gitana. Curiosamente se trata de dos países donde los postulados eurófobos han calado más entre la opinión pública. "Esa involución autoritaria que hay en el terreno de la inmigración y el racismo institucional tenderá a aumentar por la presión de los grupos xenófobos", advierte Antentas. "El resto de espectros o de grupos políticos tienden a adaptarse a su agenda y a intentar competir con el mismo discurso", continúa.
"El problema es que los ultras están trabajando en tierra abonada por los partidos principales"

El profesor coincide con David Karvala, portavoz de la plataforma catalana Unitat contra el Feixisme y el Racisme (UCFR), en resaltar el mismo peligro: la capacidad de la extrema derecha de contaminar el debate político a nivel europeo. "El problema es que los ultras están trabajando en tierra abonada por los partidos principales, que a nivel nacional y también europeo, con las leyes represivas, ya van en la misma línea. Para la extrema derecha no es una cuestión de cambiar de rumbo, sino de apretar más el acelerador", comenta el activista.   
Antentas, a la espera de la composición definitiva del Parlamento Europeo, lo tiene muy claro: "La xenofobia puede ser uno de los valores centrales que abracen una parte importante de los eurodiputados electos". Karvala añade: "No van a formar mayoría, pero al igual que a nivel nacional, hacen girar la política hacia la derecha".
Ante ello, Xavier Casals, profesor de Historia Contemporánea de Europa en la Universitat Pompeu Fabra, indica que, más allá de la influencia en el Europarlamento, "su mensaje está ganando centralidad, con lo que si logran articular un grupo de trabajo de comunicación sistemático, su discurso puede cobrar todavía más fuerza". Esto se explica, resalta el profesor Plaza i Font, porque "la UE se ha configurado como un sistema político multinivel y lo que ocurre en un determinado nivel de Gobierno afecta al resto".

Miembros de Amanecer Dorado durante una manifestación en Atenas. - AFP

Guardar las apariencias

La proliferación de ultras a lo largo y ancho del Viejo Continente alcanzará su clímax en la victoria que, según apuntan las encuestas, conseguirán en Reino Unido, Francia, Holanda o Dinamarca. Pocos países se libran. También se espera que se alcen con buenos resultados en Hungría, Grecia, Italia, Polonia y Finlandia. Las excepciones se pueden contar con los dedos y entre ellas destacan España ─a pesar de la irrupción de Vox─, Portugal o Alemania. El Frente Nacional de la francesa Marine le Pen, el UKIP del británico Nigel Farage o el Partido por la Libertad del holandés Geert Wilders ya marcan el panorama político en sus países. Su influencia local se refleja en el Consejo Europeo, el lugar de reunión de los jefes de Estado y Gobierno de la UE y donde se fijan las directrices de Europa.
Le Pen, Wilders o Farage ya marcan el panorama político en sus respectivos países

Proyectan una imagen moderna, que ha conectado con el voto desencantado, pero, como alerta Karvala, se mantienen como formaciones de núcleo fascista. "El Frente Nacional se presenta con una nueva imagen populista con Marine Le Pen, la poli buena, la cara presentable, pero en realidad sigue siendo el mismo partido que el de su padre", añade. El miembro del colectivo UCFR diferencia el caso francés con el de Wilders o de Farage: "Son otro tipo de partidos, populistas de derechas. A diferencia del Frente Nacional, no están construyendo un movimiento fascista, aunque entre ellos sí hay gente que lo defienda. Sin embargo, con sus discursos potencian la xenofobia. De hecho, los laboristas holandeses han empezado a tomar medidas contra los inmigrantes. Como la Liga Norte en Italia, son ejemplos de cómo la extrema derecha puede empezar como populismo pero puede convertirse en racismo puro y duro".
La mayor aspiración de los ultras para hacer tambalear la propia estructura de la UE es consolidarse como un grupo verdaderamente potente en el Europarlamento. A ello apunta la Alianza Europea por la Libertad liderada por Le Pen y Wilders. Por su parte, Farage seguirá liderando la Europa de la Libertad y la Democracia, grupo antieuropeo de tintes ultraderechistas, y, además, los griegos de Amanecer Dorado, el British National Party y el Jobbik húngaro amenazan con formar otra unión con, aún si cabe, mayores reminiscencias neofascistas. "Los hay que quieren ser abiertamente nazis, y los hay que quieren guardar un poco las apariencias" , resume Karvala.

Cartel electoral del UKIP británico: "Sin fronteras, no hay control".

Apoyo real minoritario

Los cerca de 100 eurodiputados, entre unos partidos y otros, que los sondeos dan a la extrema derecha serán los encargados de perturbar el debate europeo. Para contrarrestarles se unirán el resto de partidos. La tendencia de la representación política en Estrasburgo, destaca Plaza i Font, está marcada por la bipolaridad entre centroderecha y centroizquierda y un cierto multipartidismo moderado. Y, a pesar de que los ultras tengan mayor o menor fuerza para impregnar la discusión parlamentaria con sus postulados, conservadores y socialistas seguirán siendo mayoría.
El verdadero riesgo que corren los grupos de extrema derecha de quedar eclipsados está en ellos mismos

Antentas recuerda que el programa comunitario, "la continuación de las políticas de austeridad y el actual modelo de la UE", ya está prefijado por el consenso histórico entre las grandes familias políticas ─conservadores, socialdemócratas y liberales─. "No sé si la extrema derecha tendrá una influencia muy directa, pero ya hay una deslegitimación muy importante de las propias instituciones europeas. Mientras Europa siga siendo sinónimo de austeridad y tecnocracia, es evidente que el proyecto europeo seguirá perdiendo apoyos sociales a marchas forzadas", recalca el profesor de la UAB.  

Sin embargo, el verdadero riesgo que corren los grupos de extrema derecha de quedar finalmente eclipsados está en ellos mismos. "Un buen resultado no significa la unificación de los grupos y la unificación de los grupos no implica la homogeneidad ni una dinámica parlamentaria ágil", pone de relieve Casals. El profesor recuerda que no sería la primera vez que la ultraderecha se une en un grupo. En los casos anteriores ─1979, 1984 y 2007─ la alianza se terminó rompiendo por las diferencias entre sus miembros. "Para tener un discurso unificado, hace falta tener intereses compartidos. Vertebrar un grupo de extrema derecha no es fácil porque implica unir a colectivos que, por definición, son ultranacionalistas y a menudo numerosos litigios dificultan su interlocución", añade Casals.  
"Hay pocos miles de fascistas, pero sacan decenas de miles de votos a base de mentiras"

Esas diferencias están en la propia alianza de Le Pen y Wilders, donde también se incluirán la Liga Norte italiana o los Demócratas de Suecia, abiertamente nacionalsocialistas. Así las cosas, los expertos dudan de que los ultras, como grupo parlamentario europeo, sean capaces de condicionar la agenda política europea a grandes rasgos. Otra cosa son los pequeños logros que puedan ir acumulando poco a poco y la presión que puedan ejercer si se imponen en las diferentes elecciones nacionales.
"Su fuerza dependerá de cómo se articulen. Si tienen proyección como grupo organizado, también lo tienen como grupo fragmentado y de discursos antagónicos", comenta Casals. Plaza i Font añade que "el juego interparlamentario, las reacciones del resto de grupos y un movimiento contra ellos de gran coalición entre los principales partidos" pueden minar las intenciones xenófobas de la extrema derecha. Por último, Karvala incluye una última variante: "La presión popular. Muchas veces se les vota por confusión. Su apoyo real en Europa es muy minoritario. Hay pocos miles de fascistas, pero sacan decenas de miles de votos a base de mentiras. Rompiendo su imagen, sacando sus diferencias y diciendo la verdad sobre ellos, es cuando se les quita intención de voto".
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Le Pen: el “señor ébola” resolvería la sobrepoblación mundial
23 mayo 2014 | CUBADEBATE
Jean-Marie Le Pen. Foto: Archivo Jean-Marie Le Pen. Foto: Archivo
El fundador del partido ultraderechista Frente Nacional (FN), Jean-Marie Le Pen, dijo que “el señor ébola podría resolver el problema de sobrepoblación en el mundo en tres meses”.
Críticos del político, cuyo partido tiene miembros en puestos de elección, dijeron que la referencia al virus que ha causado numerosas muertes en varios países africanos es una incitación al genocidio.
Olivier Dartigolles, portavoz del Partido Comunista Francés, aseveró que esas declaraciones revelan el verdadero rostro del FN.
(Con información de Prensa Latina)




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El ‘austericidio’ de la Troika fomenta un neofascismo maquillado en Europa

22 may 2014
“Vamos a asegurarnos de que dentro de 50 años, un italiano, un francés, un inglés, un irlandés o un alemán aún pueda ser reconocido como europeo, y no confundido con un ghanés o un chino”, proclamó hace pocos días Udo Voigt, cabeza de lista del Partido Nacional Demócrata (NPD) de Alemania, la primera formación política neonazi de ese país que puede obtener representación parlamentaria 75 años después del estallido de la II Guerra Mundial.
Pese a que los servicios secretos germanos clasifican al NPD como “racista, antisemita y revisionista” (defensor del Tercer Reich), un cambio en la ley electoral alemana que suprime el umbral mínimo del 3% de los votos para obtener algún escaño parece ahora garantizar que Voigt será eurodiputado gracias a los eslóganes “Dinero para los ancianos, no para los gitanos” y “El barco está lleno”. Y a una demagogia barata que instiga el odio racial más primario: “Europa es el continente de la gente blanca y así debe seguir”, predica este nuevo führer católico de 62 años.
Él asegura ser “demócrata” y niega contra toda evidencia que su ideología sea racista, pero la realidad es que los dirigentes del NPD no sólo han copiado numerosas ideas del nacional-socialismo, sino que “en su programa de deportar de Alemania a unos 12 millones de personas que no consideran racialmente puras, son incluso más extremistas de lo que era el partido NSDAP de Hitler en su congreso fundacional de 1920”, explicaba recientemente a Reuters el politólogo Hajo Funke. “Porque los nazis en un principio sólo hablaban de expulsar a los judíos, mientras que ahora sus herederos pretenden expulsar a turcos, musulmanes e inmigrantes en general”, acabar con el libre tránsito de personas en la zona Schengen y abolir la libertad de contratación de trabajadores de otros países. En definitiva, acabar con la UE, como arenga Voigt:
“Voy a meter un palo entre las ruedas de los que pretenden crear una sociedad multicultural en Europa e impedir los planes de gastar miles de millones en rescates bancarios, en vez de en los desempleados”.
Un discurso ultrademagógico que suena exactamente igual que la cantinela de la líder del Frente Nacional (FN) francés, Marine Le Pen, que seguramente se alzará con la victoria en Francia, cuando promete: “Voy a formar un grupo parlamentario [en la Eurocámara] porque quiero bloquear cualquier avance de la Unión Europea”.
Por supuesto, ella reniega de alianzas con formaciones tan neonazis como el propio NPD, el Jobbik húngaro, el búlgaro Ataka o el Amanecer Dorado griego. Pero proclama su intención de reunir a los euroescépticos de Francia, Holanda (el PVV de Geert Wilders), Austria (el FPOe que dirigió Jörg Haider), Bélgica (el islamófobo Vlaams Belang), Italia (la xenófoba Liga Norte que fundó Umberto Bossi), Suecia (los populistas de Sverigedemokraterna), Eslovaquia (el ultranacionalista SNS) y Lituania (el Partido del Orden y la Justicia), para obtener las subvenciones y el tiempo de intervención en los plenos reservados a los grupos de al menos 25 diputados de siete países distintos.
Igualmente, el antieuropeísta Nigel Farage –cuyo Partido de la Independencia del Reino Unido (UKIP) va camino de alcanzar el primer puesto en ese país– descarta ahora los pactos con Le Pen y Wilders, aduciendo que sus posturas ultra-racistas le perjudicarían en su objetivo prioritario de retirar a su país de la UE. Pero estos últimos dicen abiertamente que cambiará de posición en cuanto vea los beneficios de unir fuerzas en la Eurocámara. La candidata del FN Aymeric Chauprade vaticina que podrán reunir a una docena de partidos y medio centenar de eurodiputados en un grupo de formaciones que han optado por enmascarar su ideología neofascista tras un mensaje de defensa de los intereses ciudadanos y nacionales frente a las imposiciones económicas de la Troika y los desastres de la política de austeridad y recortes.
“Más de la mitad de las leyes en Holanda no parten del Ejecutivo neerlandés, sino del Consejo Europeo, de la Comisión o de la Eurocámara; es decir, de la élite europea”, clama Wilders, que iba el primero en las encuestas previas a las votaciones, aunque los sondeos a pie de urna tras la jornada electoral del jueves lo relegaban al tercer puesto.
Hasta Amanecer Dorado, con media docena de sus líderes en prisión por sus actividades violentas y su propaganda hitleriana, ha presentado a las europeas candidatos civilizados: abogados, empresarios y académicos que ya no agitan cruces gamadas sino el eslogan: “Por una Europa de las naciones, no de los bancos”. Los neonazis de Grecia niegan serlo y piensan aprovecharse de la miseria a la que Bruselas condenó a los griegos: “Nosotros no somos fascistas, sino nacionalistas”, afirma su candidata Georgia Vardoulaki. “La cuestión es que la UE arrancó con el objetivo de ser una familia de naciones y se ha transformado en un bloque de amos y esclavos”.
Por su parte, el líder del antisemita Jobbik húngaro, Gabor Vona, ha aparcado su agresiva retórica racista y aparece en los carteles de campaña acariciando a tres perritos cachorros sobre sus rodillas. Ese profundo maquillaje de la anterior imagen paramilitar de los neofascistas europeos viene acompañado de un fácil mensaje populista con el que la población puede identificarse: los ciudadanos están oprimidos por poderes globales y élites corruptas, frente a los cuales hay que resucitar la soberanía nacionalista. Y casi todos esos partidos fascistas emplean las palabras “Libertad” y “Democracia”, precisamente lo opuesto de lo que impondrían si alcanzasen el poder, en sus nombres oficiales: las tres candidaturas conjuntas ultraderechistas en estas elecciones de 2014 se hacen llamar Movimiento por la Europa de las Libertades y la Democracia, Alianza Europea por la Libertad y Alianza Europea de Movimientos Nacionales.
Está claro que las personalidades narcisistas y egocéntricas de todos esos líderes hará difícil que formen un solo grupo homogéneo en Estrasburgo, pero también es innegable que su meteórico ascenso en la Eurocámara (donde, probablemente, más que duplicarán su número combinado de escaños, hasta superar el centenar) ha sido impulsado por el desastroso austericidio que se ha impuesto a la ciudadanía para compensar el crash financiero global, mientras se rescata a las entidades bancarias y se toleran el fraude y los paraísos fiscales.
Una vez más en la historia de Europa, la tremenda desigualdad socio-económica (con su doble fractura, Norte-Sur y entre el 1% que lo tiene todo y el 99% cada vez más empobrecido) y la tragedia de parados, desahuciados, marginados… está alimentando el monstruo del fascismo.
Como concluía Ignacio Ramonet en el último Le Monde Diplomatique, tras constatar que las clases medias están “en estado de pánico” porque ven cómo se deslizan por “el tobogán que las conduce a reintegrar las clases pobres, de donde pensaban (…) haber salido para siempre”:
“La Unión Europea se dispone a lidiar con la extrema derecha más poderosa que el Viejo Continente haya conocido desde la década de 1930”.
¿Y qué remedio nos recetan desde la Troika? Más austeridad para la gente y más enriquecimiento para la élite. Están jugando con fuego… y lo saben.

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