La
policía ingresó por enésima vez a la Universidad Nacional Autónoma de Honduras,
UNAH, para reprimir a los estudiantes quienes señalaron que estaban en una
protesta pacífica contra el golpe de Estado cuando los agentes lanzaron masivos
gases lacrimógenas y lanzaron algunas contra los cuerpos de varias personas,
este 26 de noviembre. Decenas de agentes estaban en los alrededores de la UNAH
con sus lanza granadas dejaban ir los tóxicos gases que afectaron a una joven
embarazada, estudiantes y otras personas que se encontraban en los predios
universitarios.
Pasadas las cuatro de la tarde se hizo presente un
contingente de la Policía Militar con más de una docena de militares, quienes
permanecieron observando la situación y el oficial Funez que estaba a cargo
manifestó que el control lo tenía la policía, pasados unos 15 minutos
abandonaron el lugar.
Un estudiante de Pedagogía denunció que un agente
de policía al verlo corriendo lanzó contra su cuerpo una bomba lacrimógena que
le afectó la rótula por lo que tuvo que ser llevado en una ambulancia para el
Hospital Escuela.
“Venía corriendo atrás de la policía uno de ellos que
estaba vestido de verde con casco y pasamontañas y me vio y me disparó de un
solo con una bomba lacrimógena la cual me lanzó a mi cuerpo y la misma impactó
en mi pierna explotando en mi rodilla causando una lesión y por eso fui traído
al Hospital Escuela y el médico ha dicho que tengo una luxación, estaré dentro
de tres semanas enyesado”, expresó el afectado.
El COFADEH junto a la
delegación de PROAH, periodistas extranjeros y un representante de la
organización ACI-PARTICIPA, llegaron a verificar la condición de salud del
herido a quien tenía un yeso en su pierna y estaba en una camilla pues el golpe
en su rodilla no le permitía desplazarse normalmente.
Otra estudiante
relató que la manifestación era pacífica pero que “llegó la policía y empezó a
agredirnos con palos, bombas y piedras”.
Hay un compañero que le
fracturaron la rodilla y fue llevado al Hospital Escuela, siempre ha sido
coordinador del Frente de Pedagogía.
Nos hemos reunido en forma
espontanea porque no estamos de acuerdo con esto.
Me cayó también a mí
una bomba, ellos vinieron a golpearnos e irrespetaron la autonomía universitaria
porque se metieron y lanzaron gases a pesar que habían estudiantes recibiendo
clases. Han quedado 25 heridos y 18 detenidos, dijeron que los iban a llevar a
la Metropolitana Número uno, pero los jefes policiales manifestaron que no había
habido detenciones.
El COFADEH y otras organizaciones se hicieron
presentes a indagar a algunas postas de policía sin constatar las detenciones,
por lo que se sigue en investigación pues en algunos momentos del golpe de
Estado las personas eran llevadas a centros ilegales de detención y se teme que
pudiera haber pasado lo mismo en este caso.
“A nosotros nadie nos va a
confundir, fuimos a votar y en la escuela de mi comunidad doña Xiomara ganó 12
urnas de 14 y en el Tribunal Supremo Electoral dijeron que Juan Orlando ganó
todas las urnas”, señaló un estudiante que se mostró indignado ante el fraude
electoral.
Denunció que durante la protesta los cuerpos de seguridad
activaron las cámaras frente a la universidad para identificar a los
manifestantes a pesar que estaban protestando pacíficamente.
Ante la
represión los estudiantes se parapetaron dentro de la universidad y no
permitieron el ingreso de la policía a la que igual que en las otras ocasiones
en que entran a ese centro de estudios fueron sacados con piedras.
Una
delegación de COFADEH y Observadores Internacionales llegaron a la zona para
verificar la situación de derechos humanos, hablando con los jefes de policía
para que se permitiera una salida sin represión para los estudiantes, ya que se
prorrogaba demasiado el uso de los gases lacrimógenas, a lo que se accedió por
parte de ellos y al final los estudiantes salieron pacíficamente hasta sus
casas.
Cada vez que los estudiantes universitarios inician
manifestaciones pacíficas la UNAH es militarizada y la utilización de tanquetas
con gas pimienta se ponen en práctica.
Reporteros sin Fronteras denunció
“periodistas agredidos en los altercados entre policías y estudiantes se
encontraban: Mario Fajardo, fotógrafo del diario La Tribuna, y Victoria Aguilar,
corresponsal de Globo TV, quien perdió el conocimiento debido al gas
lacrimógeno”.
El 24 de noviembre se llevaron a cabo elecciones generales
en Honduras con la participación de nuevas fuerzas políticas, entre ellas el
Partido Libertad y Refundación, LIBRE, constituido después del golpe de Estado,
pero aunque los resultados en las urnas daban la victoria a la candidata de este
partido, en las computadoras del Tribunal Nacional de Elecciones, TSE, los
resultados favorecieron al candidato oficialista del Partido Nacional Juan
Orlando Hernández.
Delegaciones internacionales que hicieron observación
electoral y de derechos humanos en sus informes preliminares señalaron que
habían documentado un sin número de irregularidades en las elecciones que
denotaban el fraude electoral y demandaron a la embajada de Estados Unidos en
Honduras a abstenerse de pronunciarse sobre la validez o no del proceso
electoral en Honduras, además criticaron a otras delegaciones como las de la UE
y la OEA por no señalar estas irregularidades a pesar que fueron demasiado
evidentes.
Las protestas contra el fraude electoral se iniciaron desde
las juventudes desde el 25 de noviembre cuando los y las jóvenes del Partido
LIBRE salieron a las calles a reclamar el respeto a la decisión popular en las
urnas, la policía en esta fecha no hizo acciones represivas, no así el siguiente
día contra los universitarios.
El 25 de noviembre miles de personas
salieron a las calles en Santa Bárbara para declarar a Xiomara Castro como
presidenta de la república, en su mayoría eran jóvenes.
Los y las
universitarias se auto convocaron este día para continuar con las protestas
pacíficas. En las primeras horas de la mañana se trasladaron a la Universidad
Pedagógica Nacional Francisco Morazán, en una movilización pacífica que era
seguida al menos por dos patrullas policiales, y todavía permanecen reunidos
para tomar decisiones sobre próximas acciones.
Los jóvenes han sido uno
de los sectores bastante reprimidos en Honduras desde el golpe de Estado,
decenas han sido llevados a postas de policía cuando hacen uso de la protesta
pacífica para reclamar sus
derechos.
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