viernes, 21 de junio de 2013

BRASIL Rousseff se encuentra reunida con su Gabinete para discutir protestas sociales // FRENTE A LOS INTENTOS DE LA DERECHA DE TORCER LOS MOTIVOS DE LA LUCHA EN LAS CALLES: El Movimiento Passe Livre anuncia que no convocará más protestas en Sao Paulo // Partidos y movimentos sociales sufrieron agresiones por parte de algunos sectores que se infiltraron en las manifestaciones multitudinarias del jueves // Diario de derecha "Folha de S.Paulo" está haciendo una encuesta en la que pregunta cuál forma de gobierno es preferible: democracia, dictadura u otro sistema. // Brasil en las calles // PCB CONDENA LA VIOLENCIA POLICIAL Y APOYA LAS MANIFESTACIONES


21 junio 2013


Las manifestaciones en Brasil se han recrudecido con el paso de los días, lo que ha obligado al gobierno a reuniones para buscar soluciones al problema (Foto:Archivo)


La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff se mantiene reunida con varios integrantes de su Gabinete Ejecutivo para analizar y evaluar las masivas protestas sociales que han sacudido el país durante los últimos días y que han dejado, hasta ahora, una persona fallecida, además de centenares de heridos y detenidos.
La corresponsal de teleSUR en Brasil, Graciela Requejo, dijo que “en estos momentos la Presidenta y varios ministros se encuentran reunidos en el Palacio de Planalto (sede de Gobierno), en donde están analizando qué tipo de medidas pueden tomar para que las manifestaciones sigan siendo pacíficas”.
Requejo agregó que “extraoficialmente se conoció que están los representantes del ministerio de Salud, de Educación y el ministro de Justicia, Eduardo Cardozo”.
La colaboradora de teleSUR en Río de Janeiro (sur de Brasil), Thiare Valenzuela, confirmó que la jefa de Estado canceló un viaje que tenía previsto a Japón, en los próximos días, y convocó a una reunión extraordinaria de Gobierno, para analizar algunas denuncias vinculadas a presuntos hechos desestabilizadores.
La periodista señaló la existencia de ciertas denuncias sobre la infiltración de grupos de derecha detrás de las protestas y movilizaciones de calle, que aprovecharían el momento para culpar a la mandataria por los disturbios, criminalizar a los partidos de izquierda y desestabilizar al Gobierno nacional.


De acuerdo con medios brasileños, en la reunión será discutida la posición del Ejecutivo frente a las protestas, qué medidas puede adoptar el Ministerio de Justicia para hacer frente a los disturbios y reclamos efectuados por la población.
Asimismo, se espera un segundo pronunciamiento público de Rousseff, luego que el pasado martes respaldara las movilizaciones, al declarar que "la voz de la calle tiene que ser escuchada" y elogiar el espíritu democrático de los manifestantes “que envían un mensaje directo a los gobernantes".
Valenzuela reportó también que en las movilizaciones de este jueves en Río participaron más de un millón de personas, provocando enfrentamientos violentos en las adyacencias de la Alcaldía local, entre manifestantes y policías.
Recordó que la Policía militarizada en Río está subordinada al Gobierno estadal, y no al Gobierno central. En ese sentido, añadió que dicho cuerpo de seguridad mantiene sitiada toda la ciudad y ha ejecutado cientos de detenciones arbitrarias durante los últimos dos días.
Las manifestaciones en este estado sureño culminaron con saqueos, hogueras en las calles y actos de vandalismo, incidentes que fueron reprimidos con balas de goma y bombas lacrimógenas.
En la ciudad capital Brasilia, hubo un intento frustrado de tomar el Palacio de Itamaraty, sede del Ministerio de Relaciones Exteriores, aunque los manifestantes llegaron hasta el segundo piso e incendiaron algunas instalaciones y monumentos.
Otras ciudades que registraron enfrentamientos entre manifestantes y policías, que respondían a las piedras con bombas de humo, gases lacrimógenos y balas de goma, fueron Salvador, Vitoria, Porto Alegre, Belem y Campinas, con un saldo de varios heridos.
Adicionalmente, en Sao Paulo y Río (sureste), grupos de ultraderecha agredieron a militantes de la Central Única de Trabajadores (CUT) y del gobernante Partido de los Trabajadores (PT), ambas organizaciones fundadas por el antecesor de Rousseff, Luiz Inácio Lula da Silva.
Aunque las autoridades de estos dos estados suspendieron el aumento del pasaje que estaba previsto, los manifestantes ahora suman exigencias como aumentar el presupuesto de salud y educación pública, mejorar la calidad de los servicios públicos y una crítica al gasto destinado a la organización de la Copa Confederaciones y la Copa de Mundo de 2014. 


FRENTE A LOS INTENTOS DE LA DERECHA DE TORCER LOS MOTIVOS DE LA LUCHA EN LAS CALLES

El Movimiento Passe Livre anuncia que no convocará más protestas en Sao Paulo

 La razón es la participación de activistas por causas no admitidos por el grupo, como la penalización del aborto y reducir la edad de responsabilidad penal (que la derecha  pretende introducir  entre  manifestantes)


El Movimiento Free Pass (MPL) en São Paulo, que ha promovido siete protestas en la ciudad desde el 6 de junio anunció el viernes (21), que no convocará nuevas manifestaciones en la capital del estado. La razón es la participación de activistas por causas no admitidas por el grupo, como la penalización del aborto y la reducción de la mayoría de edad penal.

Según Rafael Siqueira, parte de la MPL, el grupo no está en contra de la participación de los partidos políticos,desde el comienzo de las manifestaciones en la calle. Sin embargo, en el último acto, ellos  consideran que   surgirán  personas
representantes del  neofascismo.
 
  con  objetivos conservadores  incompatibles 
y con  el  pensamento do Passe Livre.
Ahora, según Siqueira, MPL en São Paulo debe suspender todas las llamadas a decidir el futuro de las reclamaciones relativas al transporte público (el grupo de demanda inicial, la reducción de la tasa de transporte público fue respondida positivamente) y la planificación y cómo manejar activistas fines contrarios a sus ideales.

En la protesta jueves 20, los manifestantes del PT fueron hostigados por los participantes de la marcha que  no querían la presencia de partidos en el acto. En un comunicado publicado en su página de Facebook, el paso libre (
Free Pass), que pretende ser "un movimiento social no partidista, pero no antipartidário" ha repudiado "actos de violencia dirigida a estas organizaciones  políticas durante la manifestación de hoy (jueves), al igual que rechazamos la violencia policial ". "Desde las primeras protestas, estas organizaciones participaron en la movilización. Es oportunismo tratar de excluirlos (al PT) de la lucha que hemos construido juntos ", dice el texto..

Fuente: Brasil do Fato

Partidos y movimentos sociales sufrieron agresiones por parte de algunos sectores que se infiltraron en las manifestaciones multitudinarias del jueves

ATACARON A MILITANTES DEL PSOL, DEL PT Y OTROS PARTIDOS Y GRUPOS DE IZQUIERDA QUE PROTESTABAN POR EL AUMENTO DE TARIFAS.

Reporteros relatan violencia de grupos de derecha contra manifestantes organizados y de izquierda
por Piero Locatellipublicado 20/06/2013 22:06,

FUENTE: CARTA CAPITAL

MUY GRAVE: El diario de derecha "Folha de S.Paulo" está haciendo una encuesta en la que pregunta cuál forma de gobierno es preferible: democracia, dictadura u otro sistema.

  Violentos choques al cierre de un histórico día de protestas

La movilización se extendió en un centenar de ciudades. En Brasilia, parte de la gente buscó ingresar a la Casa de Gobierno y a la Cancillería. Intervino el Ejército. Hubo un muerto y decenas de heridos.


  • 21/06/13


Cientos de miles de personas se movilizaron ayer en un centenar de ciudades brasileñas. Se hablaba de 50.000 sólo en Recife, la capital pernambucana y 300.000 en Río de Janeiro. Pero de las manifestaciones, que habían comenzado en forma pacífica, se desgajaron grupos que atentaron contra los principales edificios públicos. En Brasilia, el Ejército rodeó el Palacio del Planalto donde se encontraba ayer la presidenta Dilma Rousseff. Dos centenares de soldados y policías federales formaron un escudo humano alrededor de la imponente sede gubernamental.
En Río de Janeiro, también hubo graves choques. El saldo provisorio de la jornada indicaba un muerto y decenas de heridos.
La víctima fatal se produjo en San Pablo y era una joven de 18 años que fue atropellada por un vehículo en una de las marchas.
En la capital nacional las protestas “Despierta Brasilia” sirvieron de escudo de grupos de desaforados que procedieron a atacar también el Palacio de Itamaraty, sede de la diplomacia brasileña. Quebraron vidrios y tiraron bombas incendiarias y llegaron hasta el segundo piso, donde el canciller Antonio Patriota tiene sus oficinas. También fue preciso establecer un fuerte cordón de seguridad en el Congreso. La tropa de choque rechazaba la ofensiva con spray de gas lacrimógeno.
En Río, donde la gran movilización se realizaba sin incidentes terminó, frente a la intendencia carioca con un enfrentamiento con las fuerzas de las policía militar. Dispersados en ese lugar, estos manifestantes se dirigieron hacia el Maracaná, pero se toparon con un bloque del Batallón de Choque que, gases lacrimógenos y balas de goma mediante, impidieron la depredación. También hubo choques en Recife y San Salvador. Trascendió, más tarde, que el gobernador del estado fluminense, Sergio Cabral, fue advertido por el ministro de Justicia, José Eduardo Cardozo, que la facción del narcotráfico Comando Vermelho “podría cometer actos terroristas durante la manifestación”.
En Río se vio a militantes “nacionalistas” –como se autodefinieron– partir a la agresión contra militantes de la Central Única de Trabajadores y de agrupaciones políticas como los izquierdistas PSTU, PSOL y la Unión Nacional de Estudiantes. Una joven, que se identificó como Marina, lloraba frente a las cámaras de TV por lo que consideró una “intolerancia” de esos grupos. La muchacha declaró: “Vivimos en un país democrático y esto no debería suceder. Quemar una bandera es quemar el ideal de una persona”.
En San Pablo, la manifestación tuvo una dimensión limitada. Militantes de izquierda fueron hostilizados por los más desaforados que portaban cuchillos. Esto llevó a los integrantes de esas organizaciones, que en otras marchas habían tenido una presencia masiva sin ser cuestionados, a dejar rápidamente el lugar de la convocatoria. Uno de los manifestantes, el joven Cléber Tavares, de 23 años, dijo que a él le tiraron “una pedrada en la cabeza”.
En Manaos, la capital del estado de Amazonas, acogió a 60.000 manifestantes según informaron las agencias de noticias brasileñas. Fue una marcha pacífica donde la gente reclamó por mejoras en la calidad del transporte, la salud y en la educación. A esa primera demanda se sumó luego una gran crítica por los gastos del campeonato mundial del año entrante.
El gobierno federal y los gobernadores apostaron a calmar un ambiente caldeado desde hace varios días por los reajustes en los pasajes del transporte público. Las grandes capitales, como San Pablo y Río, terminaron por ceder el miércoles anular los aumentos. Y todo permitía suponer que las marchas de hoy se desarrollaría en calma y con clima de victoria. Pero la actuación de activistas contra los palacios gubernamentales, contra la prensa y contra manifestantes que se identificaban como de izquierda, terminaron por opacar la fiesta. Después de semejantes desmanes, difícilmente se recomponga de inmediato la capacidad de movilización que la multitud había venido demostrando en estas dos últimas semanas.

Brasil en las calles      por Salvador Schavelzon   No fue un “cacerolazo brasileiro” contra un gobierno "progresista" o "de izquierda", como algunos que ven a Dilma aliada de Cristina se apresuran a clasificar.



20 junio 2013


Tampoco una primavera árabe tropical, ni una protesta convencional por un aumento. Dejó a todos “aturdidos”, decían analistas en los medios.
Fue algo nuevo. Fue política. Fue grande. Con respeto de su singularidad digamos que más que cacerolazo destituyente hubo mucho de Que Se Vayan Todos contra un gobierno autista, alejado de la gente, un sistema de partidos allá en lo alto y que no presenta (¿más?) ninguna alternativa o causas para endosar desde abajo... Fueron movilizaciones con mucho abierto todavía, mucho por descubrir por la gente que ganó la calle después de mucho tiempo y que seguirá dándole sentido desde dentro.
El escenario donde ocurre: 15 mil millones gastados para organizar la copa del mundo en un país que continua teniendo decenas de millones de pobres, mala educación y salud, pésimo transporte y los bancos como mayores beneficiarios de todo el dinero que está entrando. No es un detalle el dato del Mundial… quizás los 30 mil millones de Belo Monte sean aún más escandalosos, pero la organización del mundial y olimpiadas trae al Brasil un clima de megalomanía y entusiasmo totalmente comercializado, chauvinista y imperial. Y en la calle de 11 ciudades, el 17 de junio, este delirio parecía estar siendo realmente cuestionado.
Un aumento de 20 centavos en el pasaje de colectivo y subte de San Pablo, y de otro tanto en el resto de las ciudades (decidido por cada gobierno) fue la chispa. “El pueblo despertó” cantaba la gente. “Venga a la calle contra el aumento” invitaban mientras circulaba sin rumbo pre-definido por la ciudad. En otra se le preguntaba a Dilma si Neymar valía más que la salud y la educación, no me acuerdo bien...
Fueron las movilizacion es más grandes desde 1992 (affaire Collor de Mello) y la falta de banderas, canciones conocidas por todos, camiones de sonido, vendedores de bebidas, puntos de concentración y caminos de desconcentración establecidos mostraban eso. Se cantaban canciones de la cancha, o inventadas en el momento. La concentración fue en una zona recientemente reurbanizada de la ciudad, redescubierta. Como no había recorrido establecido los automovilistas debieron esperar muchas horas en las esquinas de las avenidas tomadas, sentados al lado o dentro de sus autos. La movilización se dispersó por lo menos por tres caminos en San Pablo, ciudad donde participamos y desde donde escribo. Unos fueron para el palacio del gobernador del Estado (Provincia), que fue uno de los que decretó el aumento, otras dos columnas fueron para la Av. Paulista a donde la policía no había permitido entrar el jueves pasado, en la ya quinta movilización por el mismo tema en pocos días (desde el 6 de junio).
El grupo que organiza es el Movimiento Passe Livre, que en distintos estados organiza de forma horizontal y apartidaria la lucha por un boleto estudiantil, pero también por “tarifa cero” para todos y que viene poniendo nerviosos a gobernantes que no encuentran interlocutores, líderes o procedimientos previsibles.
Dilma venía de una mala semana, la habían silbado en la inauguración de la Copa de Confederaciones, ensayo para el mundial. La policía reprimió a manifestantes anti-copa y el ministro de deportes advirtió que no serían admitidas esas protestas. Ahora hubo grandes movilizaciones en ciudades con intendentes o gobernadores petistas, como São Paulo. Aquí, Fernando Haddad –ex profesor de ciencias políticas de la USP con tesis sobre Marx y Habermas, y ex ministro de educación– se mostró inflexible, con argumentos técnicos y justificando por ejemplo la represión policial de la marcha anterior. Mientras escribimos esto, sin embargo, parece venirse la anulación del aumento, o al menos la suspensión con discusión, a partir de la convocatoria de un Consejo de fuerzas Vivas de la Ciudad. Si no retrocede, como ya hicieron otros gobiernos (Porto Alegre) enfrentaría la calle nuevamente. Aunque la novedad tampoco permite prever si será in crescendo o no. Ya hay convocada una marcha para hoy a las 18, esta vez cerca de su sede de gobierno.
El día de las protestas, 17 de junio, el gobierno nacional sólo atinó a hablar de sus planes sociales. El ministro de Justicia había dispuesto la semana anterior tropas federales de la policía para frenar el “vandalismo”, como cuando enfrentan narcos en las favelas. En las redes sociales se expandió la interpretación de que eran movilizaciones golpistas de derecha (¿“cacerolazos”?), que recordaban las que antecedieron el golpe de 64, impulsadas por la derecha. Alimentando esa interpretación habló Arnaldo Jabor, un famoso periodista de horario central de la TVGlobo, que se apresuró a decir que no eran todos vándalos, como la prensa los reconoció la primer semana, y que la protesta debía ser apoyada. Pero en la calle se sentía otra cosa. La gente rápidamente inventó canciones contra Jabor, y las protestas contra el aumento del transporte más bien ocupaban un vacío dejado por el partido que supo representar las demandas sociales y progresistas. Hubo hasta banderas del PT en la marcha.
Aunque mucho de la protesta y de las personas que salen por primera vez a la calle tiene mucho de inclasificable, desordenado, de a ser inventado… la interpretación del golpismo no procede. Comenzando porque los intereses del proyecto de la dictadura no están siendo amenazados por el PT. El prefecto Haddad, con mucha proyección después de haber ganado en una ciudad donde en general gana la oposición, sigue a la presidenta en la derechización de un partido que gobierna aliada a los sectores más conservadores: los ruralistas, las iglesias, los antiguos rivales reciclados de la dictadura que ahora acompañan al PT con las mismas reacciones, respuestas, interpretaciones que llegan desde el gobierno. El proyecto del PT tiene que ver con aumentar el consumo, “compren autos” recomendaba Lula, mientras Dilma ocupa sus horas en administrar una empresa constructora llamada Brasil, realizando los lugares comunes del neoliberalismo mezclado con desarrollismo de los ‘60 y tecnocracia burocratizada.
Lejos de un “cacerolazo” de la clase media conservadora, entonces, fue más bien una ciudad recuperando su calle. La respuesta de la policía contra “vándalos”, cagándolos a palos y gasificando la semana pasada, llevó mucha gente a la calle, especialmente jóvenes y muchos históricos votantes del PT. El autismo de este partido contribuyó en un momento que parece contener fuerza que puede cambiar la política brasileira. No todavía de forma generalizada, en un país donde las largas transiciones con continuidad son más bien la regla. Pero ya sí para los que encontraron la calle y descubrieron un mundo nuevo.
Lo que convocó directamente, además de la violencia policial fue la indignación por un boleto de un dólar y medio que representa un tercio del salario de las familias trabajadoras. Un transporte público que es parte del gran problema del tránsito y costos de transporte para toda la ciudad. Pero junto a la consigna contra el aumento de 20 centavos, se escuchaba “no son sólo los 20 centavos”. “Los 20 centavos son nuestro parque de Turquía”, algunos explicaban. Se trata de participar, encontrar una voz propia en una ciudad recuperada.
Era un nuevo San Pablo fluyendo por las calles, ciudad que solía ser más conservadora que otras (Brasilia, donde ayer se ocupó el congreso; Río de Janeiro, donde se reprimió con balas de plomo) y que ahora inició estas nuevas movilizaciones. No hay indicios de qué pasará. Partidos de izquierda que intentan entrar y explicar u orientar, un gobierno que apuesta a que la ciudad vuelva a la inercia. Las políticas sociales como credencial de un gobierno que sólo se sostiene para el votante progresista movilizando el fantasma de la derecha, que hipotéticamente sería mucho peor, porque supuestamente cortaría el Bolsa Familia y privatizaría Petrobrás.
Pero la civilización de los autos paró por un día. La gente marchando por lugares de la ciudad que generalmente es tomada por el tránsito lento y edificios espejados fue de la protesta, el arte, el encuentro. Muchos calculan, especulan, pregunta en qué se va a transformar todo esto. Preguntas que dicotomizan y polarizan no entendiendo que lo importante es lo que ya pasó, lo que significaba la gente en la calle, y lo que seguirá significando, por caminos nuevos abiertos por las avenidas ocupadas y la fuerza descubierta para soñar.


 

PARTIDO COMUNISTA BRASILEÑO (PCB)  

CONDENA LA VIOLENCIA POLICIAL Y APOYA LAS MANIFESTACIONES

El PCB (Partido Comunista Brasileño) saluda y se une de forma militante al vigoroso movimiento surgido a partir de una manifestación en São Paulo contra el aumento de las tarifas de los autobuses urbanos.


La estúpida violencia policial contra los manifestantes, se repite en Río de Janeiro, Porto Alegre, Brasilia, Belo Horizonte y en cada vez más ciudades brasileñas, independientemente del partido político del Gobernador o del Alcalde. En defensa de la institucionalidad burguesa, no hay represión más o menos "democrática".


Reparemos en que esta violencia es exactamente la misma en todos los países capitalistas donde los pueblos se levantan contra los recortes de derechos y la fascistización del Estado, necesaria para garantizarlos. Los mismos uniformes de gladiadores, las mismas armas cínicamente llamadas "no letales": balas de goma, gases pimienta y lacrimógenos.


En Brasil, la creciente fascistización del Estado tiene que ver con la opción del gobierno de evitar la crisis del capitalismo con más capitalismo. Es precisa mucha represión para profundizar la privatización de nuestro petróleo, de los puertos, aeropuertos, carreteras, para expulsar a los indios de sus tierras, “flexibilizar” derechos, adoptar un Código Forestal para el agronegocio, aliviar y favorecer al capital.


En nuestro país, la explosión popular tardó en aparecer, en función de las ilusiones sembradas en 10 años de un gobierno que se dice de "izquierda", pero cuya principal preocupación es apalancar el capitalismo brasileño.


Aquí, la fascistización del Estado se acentúo para que el país acoja "en paz" al nuevo Papa y los megaeventos (Copa Confederaciones y Mundial, Juegos Olímpicos).


Es evidente que el aumento de las tarifas fue sólo una chispa para un movimiento que tiende a crecer y que tiene raíces en una insastisfacción sistémica. Tuvo el mismo efecto catalizador que los árboles de la plaza Taksim, en Turquía. Pero en la raíz de la indignación está el desmantelamiento de la salud y la educación, las privatizaciones, la brutalidad policial, la corrupción, la injusta distribución de la renta, la inflación, la precarización del trabajo, la falta de perspectivas para la mayoría de los jóvenes y, sobre todo, el sentimiento de traición del gobierno y la farsa de la democracia burguesa.


No fue gratuita la pitada a la Presidenta en la inauguración de la Copa Confederaciones y la aparición de una nueva y vigorosa bandera para las manifestaciones. Tratándose el fútbol de un deporte muy popular en Brasil, se hace más evidente la vocación capitalista de este gobierno, que promueve, a través de un Ministro de Deportes que se dice "comunista", la privatización de los estadios y de la propia selección brasileña (patrocinada por una banco y una fábrica de bebidas) y la elitización del acceso a los estadios, haciendo del fútbol una mercancía de lujo.


Pero es importante llamar la atención sobre las raíces de los problemas que nos llevan a la indignación y no sólo a las causas. Cuanto más capitalismo, más injusticia, más exclusión. El centro de la lucha tiene que ser contra el sistema capitalista y por una sociedad socialista.


17 de junio de 2013
 Protestas  en Brasil  ilustradas
por Carlos Latuff

 Jóvenes de Brasil (que lleva vinagre) A partir de Rise Up!


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 "¡Basta! Brasil está despertando!"

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Viva la Democracia Brasileña!

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 ¿Quién hizo las protestas violentas? Respuesta: El manifestante contra el aumento en la tarifa que sostiene un cartel que dice "No Violencia"; Policía sacar "no" y sustituirlo por "con" - "Con la violencia"

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