¿Dónde está Manfredo Velásquez? ¿Y dónde Yolanda Solís Corrales?
¿Dónde? Vivos se los llevaron. Vivos los quiere el pueblo hondureño.
¿Y dónde están Teresa de Jesús Sierra Alvarenga y Nelson Mackay
Chavarría? Escuche el mundo entero el clamor de los hondureños: ¿Dónde
están Tomás Nativí, Fidel Martínez y Saúl Godínez? ¿Dónde?
Vivos se llevaron también a German Pérez Alemán, William Thomas Santamaría, Nora Gómez y Mauricio Barillas. ¡Vivos los queremos!
Escuchen los mosntruos que ordenaron y los que ejecutaron la
captura de estos y tantos ciudadanos y ciudadanas de bien ahora
desaparecidos. Escuchen bien, canallas: Más temprano que tarde el pueblo
hondureño hará justicia. Ante los organismos internacionales de
derechos humanos y ante la conciencia del mundo entero: Las familias de
decenas de desaparecidos, hombres y mujeres, hondureños y de otras
nacionaeidades demandan a gritos la devolución de sus seres queridos. El
pueblo entero y sus organizaciones acompañan a COFADEH en esta justa
lucha que lleva ya más de treinta años.
¡Vivos se los llevaron! ¡Vivos los queremos!
¡Justicia para los desaparecidos y sus familiares!
Juan Moreno
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30 de Agosto: desapariciones forzadas todavía son crímenes del presente y se dan cotidianamente
Natasha Pitts
Periodista de Adital
Hoy, 30 de agosto, es celebrado internacionalmente el Día de las Víctimas
de Desaparición Forzada. La fecha fue establecida oficialmente el año pasado
por las Naciones Unidas, gracias a la labor de las organizaciones que luchan
por encontrar personas secuestradas por la fuerza, como Abuelas de Plaza de
Mayo, de Argentina y la Federación Latinoamericana de Asociaciones de
Familiares de Detenidos/desaparecidos (Fedefam).
Para recordar la fecha, Amnistía Internacional, organización que opera en
la lucha contra este y varios problemas relacionados con la garantía de los
derechos humanos, publicó testimonios e historias de familias de diversas
partes del mundo que están buscando a sus seres queridos tomados por agentes
del Estado o a su servicio.
Entre ellas está la historia de la argentina Victoria Montenegro, quien
fue secuestrada cuando tenía tan sólo 13 días. Sus padres, que eran activistas
políticos, fueron asesinados en su hogar, en la ciudad de Buenos Aires, por un
grupo del servicio de inteligencia del Ejército. Ese mismo día, Victoria fue
llevada y adoptada por Hernán Antonio Tetzlaff, quien dirigía el operativo
militar. Victoria Montenegro se convirtió en María Sol Tetzlaff Eduartes y sólo
descubrió su verdadera identidad 25 años después.
Victoria es una de tantas víctimas que fue secuestrada en Argentina, siendo
todavía una bebé. Para ayudar a otras personas a descubrir su historia de vida,
surgió en el país la Asociación de las Madres de Plaza de Mayo, que ya ha
ayudado a 105 hombres y mujeres a recuperar su identidad y continúa trabajando
para identificar y localizar a otras centenas de víctimas.
Historias como las que ocurrieron en Argentina hace más de 35 años y en
otros países de América Latina, especialmente en las décadas de 1960, 1970 y
1980, siguen produciéndose en muchas partes del mundo. Amnistía considera las
desapariciones forzadas como crímenes del presente.
La organización considera que a pesar de los obstáculos fueron
registrados avances significativos en la investigación y el enjuiciamiento de
las desapariciones y otros delitos contra los derechos humanos cometidos en el
contexto de los regímenes militares en América Latina.
En el caso de Brasil, la Presidenta Dilma Rousseff ha creado una Comisión
de la Verdad para investigar las violaciones de derechos humanos cometidas
desde 1946 a 1988, el período que incluye también la dictadura militar. En
Haití, tras su regreso del exilio de 25 años, el ex Presidente Jean-Claude
Duvalier fue el blanco de denuncias por violaciones los derechos humanos
violaciones, incluyendo desapariciones, presentadas por las víctimas y/o sus
familias.
La otra cara de la moneda es que en algunos países, la realización de
justicia ante las violaciones de los derechos humanos sigue siendo un sueño
lejano para muchos familiares de las víctimas.
Suyapa Serrano Cruz, de El Salvador, busca desde hace 30 años a sus
hermanas Ernestina y Erlinda, secuestradas en junio de 1982, cuando tenían 7 y
3 años respectivamente. Las niñas fueron tomadas por soldados durante operación
militar realizada cerca del lugar donde vivían.
En el caso de los Estados Unidos, el país ni siquiera inició las
investigaciones sobre los casos de personas secuestradas con uso de fuerza,
puestas bajo custodia de la CIA en el marco de la "guerra contra el terror”,
iniciada durante la administración de George w. Bush. En este país son también
recurrentes las desapariciones de inmigrantes centroamericanos que intentaban
cruzar la frontera de México con Estados Unidos. A pesar de la gran cantidad de
denuncias, estos casos han quedado también sin ser investigados.
En Guatemala, Lucía Cuevas sufre la falta de respuestas sobre el paradero
de su hermano, el activista político Carlos, desaparecido en 1984 y también la
falta de justicia en los casos de su cuñada y su sobrino, torturados y
asesinados en 1985. Así como el caso de Carlos, unas 200 mil personas fueron registradas
como asesinadas entre 1960 y 1996, el período más intenso del conflicto armado
interno en Guatemala.
Ante la continuidad de los crímenes que hieren los derechos humanos de
hombres y mujeres de todo el mundo, Amnistía Internacional hace un llamamiento.
"Todos los Estados americanos deben
ratificar sin demora la Convención Internacional para la Protección de Todas
las Personas contra las Desapariciones Forzadas, reconocer la competencia del
Comité contra la Desaparición Forzada para recibir y examinar las
comunicaciones presentadas por víctimas o en su nombre, y por otros Estados, e
incorporar a la legislación nacional lo dispuesto en la Convención”.
Traducción: ricazuga51@yahoo.com
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