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Foto de: http://freeassange.org/ |
ALAI
AMLATINA, 21/ 08 / 2012.- Ecuador considera indispensable que la
OEA, cuyos
cancilleres se reunirán en Washington este viernes 24,
"reivindique a un
país que está siendo amenazado y que es miembro de su
organización", según
expresó este lunes el canciller RicardoPatiño.
Si bien el Foreign Office de Reino Unido ha dado ha a
conocer que no es
su intención entrar a la fuerza a la embajada ecuatoriana en
Londres para
detener a Julian Assange, hasta este lunes Ecuador no había
recibido ninguna
comunicación oficial que retire la amenaza de la semana
anterior, lo cual
considera necesario para poder reanudar el diálogo en búsqueda
de una solución negociada
al caso Assange, a quien otorgó asilo el pasado jueves 17.
El gobierno
de EEUU, por su parte, ha reiterado que no está de acuerdo con
el pedido ecuatoriana
de reunir a los cancilleres de la OEA, por considerar que es un
asunto
bilateral que no concierne a este cuerpo diplomático. Victoria Nuland, portavoz
del Departamento de
Estado, lamenta que Ecuador busque "generar problemas en la
OEA",
pues allí “tratamos asuntos muy
importantes que tienen que ver con el fortalecimiento de la
democracia en la
región", afirmó. Debemos
entender
que para EEUU, una amenaza directa a la soberanía de un país de
la región no
concierne la democracia. Claramente
no
es el criterio de la mayoría de países de la región, como quedó
expresado en
las contundentes declaraciones de solidaridad que el ALBA y
UNASUR emitieron en
Guayaquil, el pasado fin de semana.
Nuland
calificó, además, de “absurdas” las declaraciones de Assange(1)
de que habría
una “casa de brujas” de su país contra Wikileaks. No obstante, se negó a
aclarar si es cierto o
no que su gobierno tiene la intención de solicitar la
extradición de Assange
para enjuiciarle por la publicación de documentos
confidenciales.
Los temores
del comunicador australiano no están sin fundamentos. Su abogado defensor,
Baltasar Garzón, informó
en Quito recientemente que tienen conocimiento de que un gran
jurado
constituido en Alexandria, Estado de Virginia, estaría llevando
una
investigación en secreto sobre el fundador de Wikileaks. Si bien no han recibido
ninguna confirmación
oficial al respecto, reportes de prensa han dado a conocer la
existencia de
esta investigación, (entre otros a base de documentos filtrados
por el propio
Wikileaks). Se desconoce
cuáles serían
los eventuales cargos; además, las supuestas pruebas y
testimonios están
secretos, lo cual implica una situación de total indefensión,
según el abogado.
“Parece ser
que los cargos pueden ser los de espionaje, incluso de traición,
colaboración
con el enemigo, es decir acusaciones totalmente insostenibles en
un Estado de
derecho, y con el derecho a tener una defensa; máxime cuando se
trata de
cuestiones que afectan, desde nuestro punto de vista, a la
primera enmienda de
la Constitución: la libertad de expresión e información”, agregó
Garzón. “Hay
afirmaciones de los propios fiscales y
de personas que han tenido acceso a la información de EEUU de
que ya hay una
información sellada dispuesta para acusar al señor Assange en el
momento que
políticamente sea oportuno…. Significa que es una cuestión
claramente
determinada por intereses políticos”, añadió.
Garzón opina
que uno de los factores que podría motivar la espera para que
EEUU efectúe un
pedido de extradición sería que resulta más difícil pedirla a
Inglaterra que a
Suecia. “No
creo que Gran Bretaña estaría en disposición de enfrentar
directamente una
extradición basada exclusivamente en lo que ha sido el fenómeno
Wikileaks…
Sería bastante costoso para Gran Bretaña afrontar, con Julian
Assange en
Londres, un proceso de esos”, afirmó.
EEUU y Suecia tienen un tratado
bilateral de extradición que contiene una cláusula temporal y
poco conocida de
rendición, de vía rápida y sin salvaguardas.
Garzon reconoce que esta cláusula solo podría aplicarse
en el caso
eventual de una acusación de terrorismo o similar; pero en otros
casos se
podría acudir al tratado de extradición normal.
De hecho, Suecia -en contraste con su larga
trayectoria en defensa de los derechos humanos- fue el primer
país en acoger la
política estadounidense de “rendición extraordinaria” bajo la
guerra contra el
terrorismo, cuando permitió a la CIA llevar a la fuerza a dos
refugiados
egipcios, quienes fueron transportados a Egipto y sometidos a
torturas.
Entre las
fuentes que corroboran la versión de que el gran jurado tendría
lista una
acusación, se incluyen los propios cables publicados por
Wikileaks, en
particular el nuevo lote de miles de correos electrónicos de la
empresa de inteligencia
Stratfor, que Wikileaks destapó a inicios de este año. Tales informaciones fueron
reveladas entre
otros por el periódico español Público
en un artículo
(2)
publicado
a fines de febrero, donde el vicepresidente de
Stratfor, Fred Burton –anterior responsable de la división de
contraterrorismo
del servicio de seguridad diplomática del Departamento de
Estado-, reconoce que
ya un año antes el gran jurado habría emitido una acusación
sellada contra
Assange.
-
Sally Burch,
periodista británica radicada en Ecuador, es corresponsal de
ALAI.
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EEUU y sus vasallos pretenden eliminar la soberanía de los estados
No es nada nuevo, sin
embargo, las amenazas del Reino Unido a Ecuador por dar asilo a Julian
Assange en su legación londinense suponen un paso adelante en la
escalada del imperio y sus satélites contra de la soberanía de los
estados y el principio de no injerencia, surgidos o aplicados
básicamente tras el fin de la Segunda Guerra Mundial.
Estas prácticas diplomáticas
nunca han sido del agrado de las superpotencias, que siempre han tratado
de idear la manera de doblegar a aquellos países que se resistían a
someterse a sus dictados.
Desde bloqueos económicos,
financiación de opositores políticos, sabotajes, actos de terrorismo de
bandera falsa, hasta la organización de revoluciones internas o golpes
de estado y, finalmente, la declaración de guerra o la invasión directa.
No obstante, dependiendo de
la intensidad de la injerencia, se necesitaban determinado tipo de
excusas con el que justificar el inmiscuirse en los asuntos de otro país
soberano o la violación de la Carta de Naciones Unidas.
EEUU ha sido el indudable
campeón de estas prácticas a lo largo de la historia reciente. La lista
es interminable, sus escuadrones de la muerte o sus marines iban
indefectiblemente seguidos de los hombres de negro del FMI y del Banco
Mundial, sobre todo el Latinoamérica.
Pero no podemos olvidarnos de
Yugoslavia, del cinturón de países que circundan a Rusia y, por
supuesto, de Oriente Medio. Para conseguir sus objetivos de dominación
inventaron el concepto de intervencionismo humanitario como nuevo
paradigma con el que sobreponerse al derecho internacional consolidado.
Para ello necesitaban crear
escenarios de deslegitimación de los gobiernos establecidos demonizando a
sus líderes hasta presentarlos directamente como asesinos despiadados
comeniños y, sin lugar a dudas, el concurso de los medios de
comunicación ha sido y es imprescindible.
No es nada complicado, los
media se han ido concentrando en los últimos años hasta formar parte de
los grandes conglomerados multinacionales con ramificaciones en el poder
político y empresarial. Ese es el juego en el que ahora estamos
inmersos: manipulación, propaganda, montajes mediáticos como paso previo
al envío de tropas regulares, ejércitos de mercenarios profesionales
tipo Blackwater o mercenarios ideológicos como los de al Qaeda o
yihadistas de todo tipo.
Todo sea por el control de los recursos de los países en cuestión o revertir alianzas geoestratégicas o geoeconómicas molestas.
Lógicamente se trata de un
programa oculto, verificado por los hechos y nunca admitido como praxis
diplomática habitual. Por eso ha resultado tan extraño el proceder del
Reino Unido ante la concesión del asilo a Assange por parte de Ecuador.
La amenaza de ataque a la
embajada del país latinoamericano o incluso el fallido intento de asalto
atendiendo a las declaraciones del propio afectado, pone de manifiesto a
las claras el desprecio total a la soberanía de los estados y a los
principios que han regido el mundo durante los últimos años.
Si el objetivo fuera lograr
sistemas más democráticos y garantistas, quizá no estaría mal, pero se
trata de imponer la ley de la selva, la del más fuerte, la de las
multinacionales frente a los pueblos, la de los intereses del imperio
contra los de las personas.
Si el Reino Unido osara
atravesar la puerta de la embajada ecuatoriana por la fuerza daría luz
verde a gobiernos y personas a hacer lo mismo en multitud de capitales
de todo el mundo y eso es algo que no pueden permitirse lejos de la
influencia de sus militares y sus cuerpos de operaciones especiales.
Por eso es improbable que
conviertan en realidad sus amenazas por mucho que a sus jefes
norteamericanos les pueda estar incomodando la decisión soberana de
Ecuador.
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