Juez no pudo ejecutar resolución amañada que revierte la histórica sentencia a favor del Marca.
Giorgio Trucchi
Centenares de campesinos pertenecientes al Marca (Movimiento auténtico
reivindicador campesino del Aguán) y a las demás organizaciones del Bajo
Aguán se hicieron presentes este miercoles (18/7) en la entrada de la
finca San Isidro, sector de Sinaloa, y lograron frustrar el desalojo
ordenado en los días pasados por la Corte de Apelaciones de Francisco
Morazán y de La Ceiba.
El pasado 29 de junio, el Juzgado de Letras de Tegucigalpa ejecutó las
sentencias dictadas a favor de cientos de familias que integran el
Marca, restituyéndoles el derecho de propiedad sobre tres fincas (San
Isidro, La Trinidad y El Despertar) que venían reclamando desde hace 18
años, y que aparentemente fueron adquiridas de forma ilegal por los
terratenientes y productores palmeros Miguel Facussé Barjum y René
Morales Carazo.
Pese a tratarse de sentencias firmes y ejecutoriadas, contra las cuales
no cabe recurso alguno, la Corte de Apelaciones de Francisco Morazán y
la de La Ceiba emitieron una resolución con la que admitieron un recurso
de amparo presentado por los terratenientes y suspendieron los efectos
de las sentencias, abriendo paso a nuevos desalojos contra las familias
campesinas.
Según el Marca y su apoderado legal, el abogado Antonio Trejo, la
decisión de los jueces de revertir las sentencias respondería a un
tráfico de influencias y a las fuertes presiones ejercidas por los
terratenientes, violentando también varios artículos de la Ley sobre
justicia constitucional.
"Llegaron unos 300 entre efectivos del ejército y de la policía pero no
pudieron realizar el desalojo. Había mucha gente del Marca y de las
demás organizaciones campesinas y populares del sector y los ánimos
estaban bien enardecidos. No iban a permitir que se volviera a violentar
el derecho que las familias campesinas tienen sobre estas tierras.
Finalmente los efectivos tuvieron que retirarse, aunque esto no quiere
decir que mañana no vuelvan a intentarlo aquí y en las otras dos
fincas", dijo Vitalino Álvarez, vocero del Muca (Movimiento unificado
campesino del Aguán).
En declaraciones a medios locales, el comisionado general de la
Policía, Kenneth Sabillón, dijo que las partes en conflicto tienen que
sentarse a dialogar, porque "no es posible que un día nos digan que hay
que desalojar a los guardias (de seguridad de los terratenientes) y el
siguiente día nos digan que hay que desalojar a los campesinos".
Mario Matute, secretario general de la cooperativa San Isidro,
manifestó que tienen toda la documentación y las sentencias que los
posesiona de las tierras. "Hemos demostrado en los tribunales que
tenemos la razón y hoy nos plantamos frente a la entrada de la finca con
nuestras familias, nuestros hijos. De aquí no nos vamos a mover. Vamos a
defender nuestras tierras y nuestros derechos aunque nos toque morir
por ellos", aseveró.
Para Yoni Rivas, secretario general del Muca, lo que está ocurriendo en
el Bajo Aguán es muy preocupante. "Un nuevo desalojo podría generar un
desenlace fatal, debido a que los campesinos y campesinas del Marca
están dispuestos a defender la tierra hasta con su propia vida.
Pese a la violencia y a la represión, en el Bajo Aguán hay un despertar
de las comunidades, las cuales ya no están dispuestas a aguantar más
represión. Si las desalojan de sus tierras no cabe la menor duda de que
van a recuperarlas nuevamente", concluyó.
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